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julio 2011

El MET devolverá a Egipto parte de los tesoros de Tutankamon

Nueve décadas después, el Museo de Arte Metropolitano entrega 19 tesoros correspondientes a la tumba del faraón del país africano

El Museo de Arte Metropolitano de Nueva York (MET) ha acordado devolver a Egipto, nueve décas después, 19 tesoros correspondientes a la tumba del faraón Tutankamon, cumpliendo así una reiterada demanda de las autoridades del país africano.

Los objetos serán expuestos en el Museo Egipcio de la plaza Tahrir, en El Cairo, divididos en dos grupos. Quince de ellos han sido categorizados como muestras, mientras que los cuatro restantes están considerados piezas de gran interés histórico y entre ellas figuran un pequeño perro de bronce, un brazalete y un collar.

Su vuelta, que se hará efectiva el próximo martes, supone el cumplimiento de un acuerdo firmado el pasado mes de noviembre entre el museo neoyorquino y las autoridades egipcias, informa la agencia de noticias MENA, citada a su vez por Reuters.

Inicialmente, los objetos que Egipto recuperará formaron parte de la colección del arqueólogo Howard Carter, partícipe en el descubrimiento de la tumba de Tutankamon en 1922, y del patrocinador de estas excavaciones, Lord Caernarvon.

El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades egipcio, Mohamed Abdel Maqsoud, ha aplaudido el gesto del MET y les ha agradecido la colaboración brindada durante los últimos meses para que Egipto pudiese recuperar unos objetos que, según cita el periódico ‘Al Ahram’, fueron sacados del país «ilegalmente».

Egipto pugna en varios frentes por recuperar parte de los tesoros que actualmente se encuentran repartidos en todo el mundo, como la Piedra Roseta, en posesión del Museo Británico, o el busto de Nefertiti que tiene el Museo Nuevo de Berlín.

Europa Press, Nueva York: Nueva York devolverá a Egipto parte de los tesoros de Tutankamon, Público, 30 de julio de 2011

Centelles, atado a Salamanca

Un miliciano besa a una chica.- AGUSTÍ CENTELLESLos herederos del fotógrafo catalán han puesto el grito en el cielo ante el plan de la Generalitat de recuperar su archivo y el de la agente Carmen Balcells

Lo atado y bien atado en política siempre puede desatarse. La Generalitat catalana lo cree a pies juntillas, así que cuando los nuevos gestores autonómicos (CiU) se sentaron en la comisión bilateral con el Gobierno pidieron dos cosas en materia cultural: el archivo Centelles y el archivo Balcells. Dos compras atadas y bien atadas por el Ministerio de Cultura, que pagó 700.000 euros en 2009 por las fotografías de Agustí Centelles y otros tres millones de euros en 2010 por los fondos de la histórica agente literaria Carmen Balcells. El primero se conserva en Salamanca, en el Centro Documental de la Memoria Histórica. El segundo, en el Archivo General de la Administración (AGA), en Alcalá de Henares.

Pero una cosa son los políticos, con fácil voluntad para negociar, rectificar o mercadear -depende de quien etiquete-, y otra los ciudadanos que cuando cierran un trato lo dan por atado y bien atado. Sergi y Octavi Centelles, hijos y herederos del fotógrafo, han puesto el grito en el cielo ante la posibilidad de que la colección -un valioso legado sobre la Guerra Civil- se utilice como moneda política entre el Gobierno y la Generalitat.

La viuda de Gabriel Pernau llora la muerte de su marido (1937).- AGUSTÍ CENTELLESOctavi Centelles difundió ayer una dura carta abierta dirigida a Ferran Mascarell, conseller de Cultura, en la que pide que «nadie intente negociar con su obra por un puñado de votos, sea en Catalunya o en Madrid». En el texto recuerda que, cuando se vendió el archivo gráfico a Cultura, también se firmó un acta notarial en el que se recogía que «una de las condiciones expresas para la transmisión de la propiedad del fondo a la Administración General del Estado es la permanencia definitiva, conjunta e indivisible de los documentos en el Centro Documental de la Memoria Histórica».

En la carta, Centelles muestra su «sorpresa» por las declaraciones de Ferran Mascarell -«es perfectamente posible que el fondo venga tarde o temprano», declaró el domingo a EFE- y avisa para que «nadie cuente con mi complicidad para el incumplimiento de un contrato legal». «La Generalitat», sigue, «únicamente se ha interesado en Centelles cuando ha pasado a formar parte del Centro Documental de la Memoria Histórica y no entiendo el interés actual, si no es basado en la apropiación partidista de los errores del Gobierno de Convergència durante décadas o de intentar superar errores recientes del Tripartito».

El secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, explicó ayer que, a la vista de la oposición de los heredereros, el traslado del archivo Centelles a Cataluña «no es algo negociable». En la comisión bilateral celebrada el 19 de julio, el Gobierno trasladó oficialmente esta respuesta a la Generalitat: «Si los herederos cambian de opinión tal vez pueda verse, pero hoy por hoy no lo han hecho». Y ese camino quiere abrir ahora la Generalitat: el conseller Mascarell ha anunciado una próxima reunión con Carmen Balcells para tantearla.

Sergi Centelles también dejó clara su oposición a un traspaso en sus declaraciones a este diario y censuró el papel de la Generalitat. «Nos engañaron. Nos abrió un expediente para incorporar el archivo como bien de interés cultural mientras estábamos negociando. Eso fue un intento de expolio, como el que sufrimos en 1939».

Una de las condiciones de la venta al Ministerio de Cultura fue la difusión internacional del fondo, formado por 12.513 negativos y 928 placas de vidrio. La primera gran exposición de Centelles que preparan se verá en Nueva York el próximo otoño.

T. Constenla / N. Junquera, Madrid: Centelles, atado a Salamanca, EL PAÍS / Tentaciones de verano, 29 de julio de 2011

Frans Hals toma el relevo en el Metropolitan

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Las elevadas temperaturas y la humedad hacen de Nueva York un infierno. Los cines de verano, los conciertos al aire libre o los festivales de teatro en el parque, aunque atractivos, son un reclamo insuficiente para los habitantes que tienden a desaparecer a principios del mes de julio. Para los que se quedan en la ciudad, las instituciones culturales ofrecen programas interesantes pero ligeros, y se reservan el plato fuerte, las exposiciones de alto presupuesto y sobrada publicidad, para la vuelta de vacaciones.

En este caso, el Met se aventura con una pequeña exposición como relevo de la gigantesca muestra de Alexander McQueen. Frans Hals in the Metropolitan nació como una propuesta para un bulletin estival del museo pero se convirtió pronto en un proyecto firme de exposición por su indudable interés didáctico.

El comisario de la muestra, Walter Liedtke, asegura que, tras el éxito de la monográfica sobre La Lechera de Vermeer en 2009, se ha buscado la posibilidad de acercar al público algo más de la edad de oro de la pintura holandesa fuera de la tónica de los grandes museos, tratando de huir de las principales figuras de esos años, como Rembrandt, Van Dyck o Rubens. Se ha querido demostrar que Hals forma parte de este selecto grupo: «el famoso pintor Merrit Chase solía decir que todo aquel que quisiera convertirse en pintor debería estudiar dos cosas fundamentales, la naturaleza y la pintura de Frans Hals».

franz_hals_en_el_met_3Maestro de la pintura de género

Hals se distinguió por sus dotes para el retrato psicológico y por su pintura de género. Así, parte de la producción que se puede apreciar ahora en el Met se ve salpicada de retratos masculinos con sobrias vestimentas (Petrus Scriverius), escenas de fiestas (Hombre joven con una mujer en una posada) o algo tan insólito como el retrato naturalista de niños (La joven pescadora).

La temática burguesa de sus cuadros se adaptaba perfectamente a los gustos de los comerciantes, la clase social emergente en Holanda durante la primera mitad del XVII. Para aclarar este punto, Walter Liedtke aseguró, después de convivir 30 años con un cuadro como el de Los juerguistas de Shrovetide: «No se me ocurre ninguno mejor para expresar lo que le gustaba al espectador de la época. Un carnaval perpetuo, con cerveza porque no se podía confiar en las condiciones del agua de Haarlem, una chica demasiado bien vestida para la ocasión, alusiones eróticas por todas partes… Resulta gracioso que los compradores de este cuadro en el XIX nunca entendieran el significado de nada de ésto porque si no seguramente no podríamos apreciar hoy aquí esta obra».

Pincelada suelta y color

Alrededor de 1616, Hals empezó a pintar sus obras más importantes y a recibir encargos. A pesar de su continua producción, de su popularidad y del reconocimiento por parte de sus compañeros de profesión al hacerle presidente del gremio de San Lucas de Haarlem, Hals siempre padeció serias dificultades económicas que le hicieron depender de la caridad en sus últimos años.

Para intentar aumentar sus escasos recursos cuando su estilo jocoso y aburguesado dejó de estar de moda, creó un taller donde formar a jóvenes aprendices en el oficio de la pintura. Fueron estos pupilos los que contribuyeron a difundir, aún más si cabe, el estilo de Hals. El dominio de la pincelada suelta y del color fueron fundamentales en la obra de estos alumnos, así como en artistas posteriores: Manet, Courbet, los impresionistas, etc., todos admiraron a Hals y se maravillaron con su técnica, entre ellos Van Gogh, quien señalaba con admiración, por ejemplo, lo sorprendente que resultaba que en las pinturas de Hals no hubiese menos de «27 tipos de negro».

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En esta exposición se ha logrado dinamizar un número de piezas muy reducido de manera excepcionalmente educativa. Se ha contado sólo con las 12 obras del artista que pertenecen al Metropolitan y el comisario se ha servido de cinco préstamos de filántropos anónimos y de una serie de pinturas de autores holandeses coetáneos en los que se hace muy patente la influencia de Hals. Es el caso de su propio hermano Dirck, el pintor Van Goyen, Verspronck, Brower o Van Ostade, por no mencionar un excepcional retrato de Rubens y otro de Van Dyck.

Broche de la muestra

El broche de la muestra lo conforma una sala con paneles que reproducen un juego visual en el que el espectador puede observar fragmentos de obras de Hals junto con los de otros pintores como John Singer Sargent, Merrit Chase o Manet con objeto de demostrar la transcendental influencia de su pintura en los pintores del XIX.

No se oculta la naturaleza discreta de la muestra; pequeña pero muy cuidada tanto en el diseño como en el comisariado. Quizá hubiese sido recomendable recurrir a más obra auténtica en lugar de a tantas reproducciones; sin embargo, la impresión general es la de un entretenimiento didáctico, por lo que el ahorro en costes quedaría justificado y seguramente sea muy saludable para el museo después de la inversión titánica realizada en la muestra de McQueen y previendo lo que está por llegar en otoño.

Nueva York. Frans Hals in the Metropolitan Museum. Metropolitan Museum of Art. Del 26 de julio al 10 de octubre de 2011.

Marta Zapardiel de la Matta. NY: Frans Hals toma el relevo en el Metropolitan, hoyesarte.com, 26 de Julio de 2011

AGRICULTORES, CONSUMIDORES E INTERMEDIARIOS

Ayer mismo, en plena plaza de Callao, me encontré con una curiosa escena: pequeños agricultores repartían gratuitamente sus productos ante una larguísima cola. Era una protesta (una más) en esta España convulsa (a menudo para bien) que nos estaba poniendo ante uno de los graves problemas del sistema, a menudo poco hablado. Me estoy refiriendo […]

Carducho regresa a El Paular después de 177 años

Monasterio de El Paular, en Madrid, con lienzos del pintor Vicente Carducho (1576-1638)La serie de pinturas del pintor toscano Vicente Carducho (1576-1638) muestra la vida de san Bruno, fundador de la orden de los cartujos, desde que abandona la vida pública hasta que es santificado. Parece que su periplo vital es una especie de epopeya que transita constantemente desde el mundocelestial hasta el inframundo. Casi lo contrario que experimenta aquel que se acerque a este monasteriode la sierra madrileña: situado a 80 kilómetros de la ciudad, el Monasterio de El Paular, en Rascafría, resplandece en medio de un paraje serrano de abundante vegetación.

La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, ha presentado esta mañana el regreso de las 52 obras de la serie al monasterio. El Museo del Prado ha restaurado estos lienzos del siglo XVII dedicados a la orden de los cartujos que salieron de su emplazamiento original en la desamortización de Mendizábal en 1834, hace 177 años. «El final feliz» al que ha aludido la ministra en el acto se refiere a los avatares que han sufrido los cuadros hasta su reagrupación. Los lienzos se trasladaron en un primer momento al convento madrileño de la Trinidad. Más tarde se enviaron a depósitos de A Coruña, Burgos o Valladolid. Y durante la Guerra Civil se perdieron dos. Desde entonces hasta hoy, la tarea de rehabilitación y unión del conjunto ha sido un arduo recorrido que por fin concluye en el lugar de inicio, «de donde nunca debieron haber salido», según la ministra.

González-Sinde ha señalado que el monasterio «está llamado a convertirse, más de lo que ya lo es, en un sitio de referencia de la Comunidad de Madrid». Y no ha descartado una posible visita del papa Benedicto XVI durante su paso por la capitalpara la Jornada Mundial de la Juventud, del 16 al 21 de agosto: «Eso depende del Ministerio de Exteriores, pero con el calor que hace en Madrid en agosto, agradecería el fresquito de aquí».

Con este proyecto se pretende garantizar la protección de esta «gran riqueza cultural» y el «aprovechamiento cultural» del edificio más allá de 2014, que es cuando concluye la cesión actual a la orden benedictina, según la ministra. La restauración ha implicado también la modificación y reconstrucción de varias partes del monasterio. El ministerio ha invertido más de 12 millones de euros en un proyecto «apasionante», según Leticia Ruiz, conservadora jefe de la restauración.

Las obras de Vicente Carducho que componen la serie fueron realizadas entre 1626 y 1632. Cada lienzotiene relación con el anterior. En el monasterio este conjunto recupera no solo aspectos materiales sino también una dimensión intelectual. Leticia Ruiz ha indicado que se trata de una de las grandes cartujas no solo española sino también europea, y ha destacado queesta colección, tanto en número como en intensidad, es «la más importante».
Conversión de san Bruno. El pintor italiano inicia su serie dedicada a la vida y milagros de san Bruno con la conversión a cartujo a raíz de ver cómo se castigaba a un hombre inocente. En este lienzo se puede observar la perfección de las proporciones y el uso de colores primarios.
El milagro del manantial. La representación de los cartujos, con sus vestimentas blancas, alabando el milagro del manantial le sirve a Vicente Carducho como ejercicio pictórico para ordenar las figuras humanas y destacarlas ante la naturaleza, aunque en dependencia de esta.
San Bruno renuncia al arzobispado. Tras la visita al papa Urbano II y la cesión del arzobispado en el Reggio di Calabria (Roma), san Bruno rechaza su cargo y se dedica de pleno a la vida monacal en la cartuja.
La virgen María y san Pedro se aparecen a los primeros cartujos. La diferencia entre el mundo superior, celestial, y el terrenal se puede apreciar en este cuadro que muestra una de las apariciones a los cartujos. El lienzo tuvo que ser restaurado fotográficamente debido a los grandes daños que sufría.
San Bruno reza en la soledad de la torre de Calabria. La vida de cartujo incluye el silencio de un retiro espiritual, el rezo por las personas perdidas y la meditación intelectual. Además, en este cuadro se puede apreciar el retrato del entorno que rodea las cartujas.
Muerte de San Bruno. Con la pintura de la muerte de san Bruno Carducho imitó los métodos de Caravaggio y mostró su capacidad para utilizar todas las técnicas renacentistas.
Aparición de la virgen a un cartujo. En esta aparición, Carducho expone los miedos y las inseguridades de los cartujos a pesar de su aislamiento y dedicación intelectual. La inclusión de figuras monstruosas las utiliza a menudo para distinguir entre pensamientos y realidad.

Alberto G. Palomo, Madrid: Carducho regresa a El Paular después de 177 años, EL PAÍS, 28 de julio de 2011
Fuente vídeo: ABC

El Paular recobra su tesoro

El Prado restaura y reúne en el monasterio 52 pinturas barrocas firmadas por Vicente Carducho y dispersas desde la desamortización de 1834

Los cuadros de Carducho, ayer, tras ser recolocados sobre los muros del claustro que los alojó desde 1632 hasta 1834.- R. F.

El Prado, al rescate de la pintura barroca: un deslumbrante tesoro del siglo XVII, formado por 52 cuadros del toscano Vicente Carducho que permanecían dispersos durante más de siglo y medio, acaba de ser restaurado por los expertos del museo y reunido en su lugar de origen: el antiguo monasterio cartujo de El Paular, situado a 80 kilómetros al noroeste de Madrid.

Cada una de las piezas mide 3,45 metros de base por 3,15 de altura, y todas ellas van rematadas por arcos de medio punto. Las pinturas de Carducho representan escenas de vida y muerte de los monjes cartujos fundadores. Fueron pintados entre 1626 y 1632 por el artista florentino. Desde ayer, la serie completa cuelga de los muros del claustro mayor del monasterio madrileño, regentado hoy por monjes benedictinos.

Dionisio el Cartujano, doctor extaticus, de Carducho, en los talleres del Museo del Prado.-Del cenobio, fundado en 1398 y enclavado a los pies de Peñalara, partieron en 1834 los cuadros en renqueantes carromatos tirados por babeantes bueyes acechados por la nieve, los lobos y los torrentes. Las pinturas recalaron en el palacio de la Trinidad, en el centro de Madrid. Al poco, la colección se disgregó. Algunos cuadros fueron a dar a lugares tan dispares como Córdoba, Tortosa o A Coruña. Sin embargo, y gracias a la tenacidad de funcionarios, restauradores, empleados de museos, religiosos y algún político con sentido de Estado, 52 de las 56 obras han llegado hasta nuestros días con sus cualidades pictóricas en buenas condiciones. Del lote primigenio pintado por Carducho se perdieron cuatro obras, dos de ellas de gran formato, durante las guerras civiles; otras dos, menores y con forma de escudetes, que jalonaban la entrada del claustro mayor, han visto su coloración malograda por completo. El grueso de la colección, no obstante, se ha salvado después de una trabajosa recuperación que ha durado seis años, bajo la dirección de Leticia Ruiz, restauradora del Museo del Prado. La actuación atrajo copiosas energías de la mayor parte de los departamentos del Prado, desde la Brigada de Obras hasta la Dirección de Depósitos. El esfuerzo fue posible gracias a una jugosa compensación pecuniaria brindada en el año 2000 al museo por una exposición de arte español, The majesty of Spain, exhibida en la ciudad estadounidense de Jacksonville. Ahora, el esfuerzo culmina en la víspera de su inauguración por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde. El edificio fue rehabilitado por el arquitecto Eduardo Barceló. La reciente presencia en El Paular de cuatro obispos, otro más ayer, permite especular con una eventual visita papal.

Vicente Carducho, apellido que algunos asocian a la orden cartuja y cuyo prior Juan de Baeza le encomendaría pintar la serie, llegó a España con siete años junto a su hermano Bartolomeo. Este formaba parte del elenco de italianos contratados por Felipe II para decorar el monasterio de El Escorial. Vicente casó en España y pronto descollaría como artista total y pintor del rey Felipe III gracias a la formación recibida en San Lorenzo. Con el tiempo se convertiría en uno de los principales tratadistas del arte pictórico por su obra Diálogos de la pintura, parangonable con las de Francisco Pacheco, coetáneo suyo, o la de fray Lorenzo de San Nicolás, inventor de la bóveda encamonada.

Los lienzos repuestos en El Paular representan escenas sacras de la orden cartuja, una comunidad sumida en el silencio y la oración desde sus albores altomedievales, en el corazón de Francia. Expandida luego por Europa, enraizó en España. De los 27 cenobios que aquí tuvo, hoy conserva cuatro en Zaragoza, Burgos, Barcelona y El Paular.

Rafael Fraguas, Rascafría: El Paular recobra su tesoro, EL PAÍS / Tentaciones, 27 de julio de 2011

YTTM.tv

Na páxina YTTM pódense ver algúns vídeos de Youtube clasificados por anos. Mediante unha liña do tempo seleccionamos un ano entre 1860 e 2011 e o programa móstranos vídeos sobre acontecementos ocurridos ese ano. Tamén se poden filtrar por tema:…

Amsterdam: calles y canales de la ciudad.


http://www.profesorfrancisco.es/2010/08/mis-mejores-fotos.html  
MIS FOTOS DE AMSTERDAM. Viaje de septiembre del 2007. Pulse encima para agrandar.

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Molino de Gooyer:

Calles y canales de Amsterdam:

 Velero copia del Batavia en el puerto de Amsterdam frente al Museo de ciencia Nemo:
 

Campanario de Munttoren:

Estatua de Anna Frank:

Museo de Rembrandt:

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Calles y canales de Amsterdam:

El barrio rojo:


 

 Ayuntamiento:

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Teotihuacan, la Pompeya de América

MáscaraTeotihuacan es uno de los lugares más visitados por los turistas que acuden a México. Su cercanía a la capital, está situada a 45 kilómetros, lo hace posible y muy recomendable. Sin embargo, son muchas las incógnitas que perviven en este grandioso complejo arquitectónico y arqueológico que en sus días de esplendor, allá por el siglo IV d. C., llegó a tener una extensión de 22 kilómetros cuadrados —divididos por la Calzada de Los Muertos, y donde se levantan la Pirámide del Sol y de la Luna—, y congregó a más de cien mil habitantes. Sin embargo, poco se sabe de cómo fueron sus orígenes, en el siglo I a. C., y escasa es la información que desvele por qué esta gran metrópoli multiétnica, una de las mayores ciudades de Mesoamérica y punto de encuentro de comerciantes y artesanos, desapareció siete siglos después. Las cenizas posadas sobre algunos de sus palacios revelan la existencia de un gran incendio. También se sabe que fueron sus propios guerreros los que intentaron borrar cualquier huella de su historia destruyendo los monumentos.

Cabeza de serpiente«Es como nuestra Pompeya», explicó ayer el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, Alfonso de María, durante la presentación de la exposición «Teotihuacan. Ciudad de los dioses». Organizada en colaboración con la Obra Social «la Caixa», la muestra, que reúne más de 400 piezas —entre cerámicas, armas, instrumentos musicales, máscaras y murales…—, algunas de reciente descubrimiento, ha pasado ya por París, Berlín, Roma y Barcelona, y la han visitado medio millón de personas. En Madrid se podrá ver hasta el 13 de noviembre.

Disco solarDe María indica que la primera restauración e investigaciones del complejo arqueológico comenzaron en 1910, «cuando se celebró el primer centenario de nuestra independencia y se organizó un congreso de americanistas». Desde entonces numerosos objetos ha salido a luz para explicar la estructura económica y social de esta ciudad-estado, «sofisticada y muy bien organizada».

La muestra se ha organizado en seis ámbitos que recorren diferentes aspectos, como la construcción de la ciudad, a través de los utensilios que se utilizaron; la política, la jerarquía y el comercio, el culto religioso —sus dioses principales fueron Tláloc, de la lluvia y la fertilidad, y la serpiente emplumada. La exposición también se detiene en la vida en los palacios, en el importante papel de los artesanos —actividad a la que se dedicaba el 20% de la población—, su relación con otras culturas y su desaparición o «colapso».

Susana Gaviña, Madrid: Teotihuacan, la Pompeya de América, ABC, 27 de julio de 2011