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00. Introducción al arte. Museografía, Página 2

Google Art Project extiende sus tentáculos a 151 museos y colecciones de 40 países

Más de 30.000 obras de arte de 151 museos de 40 países, entre ellos España, México, Argentina, Colombia y Perú, serán accesibles a partir de ahora por internet dentro del programa «Art Project», que Google ha presentado en el Museo de Orsay de París.

«La Torre de Babel», de Bruegel, es una de las nuevas grandes aportaciones de Google Art Project. Google Art Project

La gran novedad de esta segunda versión de Art Project es que optimiza la consulta, la riqueza y diversidad de las obras presentadas respecto a su primera versión, creada con un millar de obras de 17 museos, de nueve países, resaltó el director de la iniciativa, Amit Sood. Ahora hay muchas más obras, mucha más riqueza y variedad de contenido, de la pintura clásica, a la contemporánea, la escultura, la cerámica o la litografía, además de optimizar la experiencia del usuario, que podrá navegar mucho más fácilmente, explicó. Entre las nuevas aportaciones figuran las 46 obras de arte -entre ellas «La Torre de Babel» de Bruegel y la «Piedra del Sol»- en las que se utilizó una tecnología de captura en «gitapixeles», es decir con 7.000 millones de píxeles, para obtener una calidad de imagen 1.000 veces superior a la de una cámara fotográfica, mientras que el resto son de resolución muy alta, indicó.

Los museos Reina Sofía y Thyssen-Bornemisza, ambos de Madrid, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Instituto Moderno de Valencia y el Museo de Bellas Artes de Bilbao figuran entre los siete miembros españoles de esta red que cuenta con 18 sitios iberoamericanos. Cuatro de ellos son mexicanos: los Museos Frida Kahlo, Dolores Olmedo, Nacional de Antropología y Nacional de Arte; dos brasileños: la Pinacoteca del Estado de Sao Paulo y el Museo de Arte Moderno de la misma ciudad; y otros dos colombianos: los Museos Botero y del Oro de Bogotá. Argentina abre sus puertas desde Art Project al Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y Perú al Museo de Arte de Lima, mientras que Portugal muestra el contenido del Museo Berardo.

Democratizar el acceso al arte

Estados Unidos, con una treintena de asociados, entre ellos el MoMa, el Met, o el Museo de Bellas Artes de Houston; Alemania con 18, el Reino Unido con 15 y España son los cuatro países mejor representados. Les siguen Australia, Francia y Holanda con seis instituciones, mientras que Rusia y Suecia participan con cinco.

Como ocurriese en la primera etapa del proyecto, Google propone un recorrido virtual de 360 grados gracias a la tecnología «street-view» de algunos de los museos y colecciones, entre ellos la Casa Blanca, destacó Sood. De momento, la iniciativa incluye grandes pinacotecas como el Hermitage de San Petersburgo o la National Gallery de Londres, mientras que otras prefieren mantenerse al margen, como las del Prado, en Madrid, o el Louvre, en París.

Francia participa, no obstante, con el Museo de Orsay, de la Orangerie y del Quai Branly, así como con los Palacios de Versalles, Chantilly y Fontainebleau, señaló Google. Entre las grandes ausencias del proyecto, según confirmó Amit Sood, resalta la obra completa del pintor malagueño Pablo Picasso, cuyos derechos de reproducción están protegidos hasta mediados de siglo por un costoso derecho que gestionan sus herederos.

El objetivo de esta iniciativa sin objetivo comercial, en la que cada museo o institución asociada decide y elige qué obras quiere dejar para su libre consulta en Art Project, es democratizar el acceso al arte, dijo Amit Sood. «Misión de Google desde el primer día» y a la que el buscador de internet puede dedicarse «justamente por tener la suerte de ganar dinero con ciertos productos que puede comercializar», y así poder hacer este tipo de operaciones, dijo un portavoz del buscador de internet.

EFE, París: Google Art Project extiende sus tentáculos a 151 museos y colecciones de 40 países, ABC, 4 de abril de 2012

Todo el arte en la palma de la mano

Las
tecnologías de la comunicación lo inundan todo. En su cruzada por la
versatilidad, la ubicuidad y la consabida mejora de la “experiencia del
usuario”, las aplicaciones móviles -o apps para los amantes de
la economía lingüística- han desembarcado con toda su artillería en el
terreno de los museos. La simple y directa contemplación de una obra de
arte, sin más mediación que la de la luz entre el ojo y el objeto,
parece llegar a su fin.


Desde las fichas informativas, sobrias pero útiles, hasta juegos de
realidad aumentada para enganchar a aquellos que se aburren en los
museos, el catálogo se va ampliando poco a poco. Las hay de todo tipo:
oficiales y desarrolladas por terceros, gratuitas y de pago, mediocres y
excelentes. Casi todas son para iPhone y/o iPad, mientras que la oferta para el sistema operativo Android es muy limitada
-de las reseñadas aquí, sólo las del MoMA y la Biblioteca Británica
están disponibles para Android-, entre otras razones por los problemas
de compatibilidad entre los diferentes modelos de móvil que lo utilizan,
un número de usuarios menor que el del sistema de Apple y su
disponibilidad en un número menor de países.

Las aplicaciones móviles enriquecen la experiencia de los usuarios
antes, durante y después de su visita a los museos. Pero si la agenda,
el bolsillo o el miedo a volar impiden disfrutar de los templos del arte
in situ, algunas de las aplicaciones que detallamos a continuación pueden ser también un digno sucedáneo de la visita presencial.



Guggenheim Bilbao

De momento, los museos españoles no parecen haberle puesto mucho
interés al desarrollo de las aplicaciones para móvil, con la honrosa
excepción del Guggenheim.
Su aplicación oficial,
lanzada hace unos meses y desarrollada por TF Editores, supone el
complemento perfecto a la visita del museo bilbaíno, previo desembolso,
eso sí, de 2,99 € en la App Store de Apple. La aplicación incluye la
historia del museo, planos, una agenda con la programación artística y
las actividades culturales organizadas por el museo, además de imágenes e
información de la colección propia, así como información práctica
necesaria para visitar el museo. Además, desde la app se puede conectar directamente con los canales del museo en las diferentes redes sociales.



Museo Picasso


El Museo Picasso de Barcelona cuenta con una sencilla aplicación gratuita que muestra imágenes y la descripción de las 39 obras más destacadas de la colección-la
centésima parte, teniendo en cuenta que el fondo lo componen más de
3.800-. También incluye información sobre horarios, tarifas y acceso al
museo.



El Prado

El museo más importante de España no cuenta todavía con aplicación móvil propia. La única opción disponible es ‘Prado Museum Guide’,
desarrollada por una compañía de audioguías, que permite elegir entre
oír la información o leerla en la pantalla del móvil. La aplicación
tiene un precio de 3,99 € y contiene información detallada de cincuenta
obras de la colección. Existe también una versión gratuita, pero sólo
incluye siete obras.



Museo del Louvre


La casa de La Gioconda tiene una aplicación móvil gratuita en francés e inglés. Ofrece fotografías e información detallada de las 80 obras más importantes del museo,
así como información útil para el visitante: instrucciones para llegar,
horarios, tarifas y mapas. Además, incluye una sección con vídeos
explicativos de las dependencias del museo y de algunos de sus mayores
reclamos artísticos. La aplicación está producida con el apoyo de la
Secretaría de Estado para el Desarrollo de la Economía Digital de
Francia.



Tate Gallery


La red británica de museos Tate es bastante prolífica y original en el campo de las apps.
A medio camino entre la educación y el entretenimiento, sus
aplicaciones están dedicadas a exposiciones concretas. Es el caso de ‘Miró: The Ladder of Escape’
(2,39 €), creada con motivo de la retrospectiva que la Tate Modern
dedica al pintor catalán hasta el 11 de septiembre de 2011. Esta
completa aplicación incluye imágenes de una veintena de sus obras, una
galería con fotos del artista y amplia información sobre su vida. Se
puede escuchar a los comisarios de la Tate compartiendo su experta
visión sobre el trabajo Miró, así como al propio artista, ver vídeos e
incluso una línea temporal ilustrada para seguir paso a paso la
evolución del pintor.

De características muy similares e idéntico precio es la app ‘Gauguin: Maker of Myth’,
correspondiente a una exposición anterior a la de Miró. Aunque finalizó
en enero, esta aplicación permite disfrutar de forma perenne de la obra
del pintor postimpresionista que encontró el paraíso en la Polinesia.

Más cerca del juego que de la divulgación artística, la Tate Britain lanzó para la posteridad la aplicación gratuita ‘Muybridgizer’,
para promocionar/recordar la exhibición que dedicó a finales de 2010 al
precursor del cinematógrafo Eadweard Muybridge. Permite convertir tomas
de vídeo en series de fotogramas con tonos sepia que imitan la estética
de la célebre secuencia de El caballo en movimiento.

De carácter lúdico es también ‘Magritte your world’, la app
gratuita de la muestra dedicada actualmente a Magritte en la Tate
Liverpool, que permite superponer a un vídeo una animación que reproduce
una de las obras más famosas del pintor francés, Golconda.

Pero el mayor intento de la Tate para convertir el arte en una
experiencia cien por cien interactiva -y atractiva para las nuevas
generaciones- es la aplicación ‘Tate Trumps’,
un juego en el que los visitantes de la Tate Modern deben recorrer sus
salas y seleccionar sus obras preferidas para ponerlas a combatir entre
sí en un juego de naipes virtual.



Biblioteca Británica


Esta insigne institución permite consultar en la palma de la mano un centenar de piezas destacadas de su colección. ‘British Library: Treasures’ cuesta 2,99 € e incluye imágenes
en alta resolución de importantes documentos literarios, históricos,
musicales y científicos, tanto impresos como manuscritos
, entre
los que se encuentran una Carta Magna de 1215, partituras autógrafas de
Händel, Mozart o Schubert, la Biblia de Gutenberg o las teorías
cosmológicas de Galileo y Copérnico.



MoMA


La aplicación móvil
del Museo de Arte Moderno de Nueva York es una de las más punteras en
el panorama museístico. Ofrece información e imágenes de las
exhibiciones actuales, planear la visita, acceder online a miles de
obras de la colección, hacer recorridos multimedia y aprender sobre
artistas y términos especializados. Incluye una aplicación para
tomar fotos e incluso permite escoger canciones de la colección del
usuario para convertirlas en la banda sonora de su visita al museo
.
Además, desde la aplicación se pueden ver vídeos sobre el MoMA en
YouTube y buscar archivos relacionados con el museo en iTunes.



Museo Americano de Historia Natural


El prestigioso museo neoyorquino es, sin duda, el más
vanguardista en el campo de las visitas interactivas a través del
teléfono móvil
. Su aplicación ‘Explorer: The American Museum of Natural History’ ofrece múltiples posibilidades: cuenta con un mapa con GPS para orientarse dentro de sus vastas instalaciones, mostrando en tiempo real el camino hacia el punto deseado;
pone a disposición del usuario información detallada sobre las piezas
más relevantes; permite elegir entre un recorrido por las piezas
destacadas o uno en profundidad, así como diseñar una ruta propia.
Además, el visitante puede seleccionar aquello que le sea de especial interés para recibir por correo electrónico más información. Y lo más sorprendente es que la aplicación sólo ocupa 2 MB de memoria.

Además del explorador general, el museo ha lanzado hasta la fecha dos aplicaciones específicas. ‘Dinosaurs: The American Museum of Natural History Collections’
es un mosaico formado por mil fotografías que juntas crean la imagen de
un fósil de tiranosaurio. Al ser ampliadas, cada una de esas
fotografías ofrece información del lugar donde fue encontrado el fósil y
del paleontólogo que lo descubrió. Se puede escribir notas sobre cada
foto y leer los comentarios dejados por otros usuarios. También se
pueden compartir las fotos. En la sección de historia se puede leer
sobre la ciencia y las personalidades detrás de la renombrada colección
de fósiles del Museo. Además, sirve como guía para visitas in situ.

Al igual que la de los dinosaurios, la aplicación ‘Cosmic Discoveries’
aparece como un mosaico de imágenes que forman la imagen de Saturno y
sus anillos. Al hacer zoom en cada una de ellas, se puede acceder a la
información completa relacionada con los descubrimientos sobre el
espacio exterior.



Galería Uffizi y Galería de la Academia



Estas dos imprescindibles galerías florentinas cuentan con app oficial,
desarrollada por Giunti Editores y con un precio de 2,99 € cada una.
Ofrecen información (en cuatro idiomas, incluido el español) sobre sus
salas de exposición, períodos artísticos, biografía de los artistas, una
selección de obras maestras y el listado completo de las obras de la
colección. Además incluyen un mapa interactivo, la historia de ambos
museos e información útil sobre horarios, precios y rutas.



Rijksmuseum (Museo Nacional de Ámsterdam)


El “museo del reino” holandés cuenta con aplicación móvil oficial y
gratuita, aunque sencilla. Cada vez que se accede al ‘Rijkswidget’, que
sólo ocupa 3,1 Mb de memoria, el usuario podrá admirar una obra al azar de las 1.000 que componen la colección y leer una detallada ficha en inglés. A través de la aplicación se puede acceder a la web del museo para mayor información.



Centro Pompidou-Metz


El parisino Centro Pompidou no cuenta con aplicación propia, pero sí su
flamante centro adscrito de la vecina ciudad de Metz. A través de ella
se pueden conocer las exposiciones vigentes, acompañadas de
explicaciones en francés, inglés y alemán. La visita virtual está guiada por el director del centro y comisario de la exposición, Laurent Le Bon.



Archivo de la Bauhaus


La aplicación del archivo berlinés que recoge la historia y la
influencia de la escuela de arquitectura y diseño más importante del
siglo XX (1919-1933) ofrece información completa en formato acústico
(alemán e inglés), un centenar de imágenes de los artistas más
importantes de la Bauhaus e información útil para la visita.


Fernando Díaz de Quijano: Todo el arte en la palma de la mano, EL MUNDO / El Cultural, 24 de agosto de 2011

El Prado presume de sus tesoros en la reorganización de sus espacio

El museo madrileño renueva su discurso con la reapertura de la galería central

La Galería Central del Prado y la obra de Tintoretto «El lavatorio» a la derecha . ABC. 19-07-2011

El Museo del Prado ha dado un paso más en su plan de renovación al reabrir la galería central del edificio de Villanueva, parte emblemática de la pinacoteca, con una nueva ordenación de sus colecciones que permite un extraordinario recorrido por la pintura europea. Con las mejores colecciones del mundo de artistas como Tiziano, Velázquez, Rubens o El Greco, el Prado presume de sus tesoros en esta nueva disposición en la que se ha querido plantear una reflexión sobre la naturaleza y el origen del museo, que se inicia con la colección real que empezó a construirse a partir de Tiziano. Además, la nueva disposición permite contemplar las influencias de grandes maestros como Tiziano o Rubens sobre los pintores españoles.

Para los responsables del museo, se trata de uno de los hitos más complejos y destacados del Prado, que ha afectado a la práctica totalidad de la planta principal del centro, con un recorrido que comienza con las colecciones del siglo XVI, con Tiziano como figura central, y culmina a finales del siglo XVIII con Goya. Uno de los puntos más importantes de la galería, en la que se exhiben 59 obras la mayoría de ellas de gran formato, es el eje en el que se puede contemplar Carlos V en la Batalla de Mühlberg, de Tiziano, frente al icono del Prado, Las meninas de Velázquez, y al fondo de la galería La familia de Carlos IV de Goya. «Hay muchas formas de plantear la reordenación y todas ellas son lícitas. Antes era cronológica y ahora se presenta una reflexión sobre la naturaleza y el origen del museo», en opinión de Miguel Falomir, jefe del departamento de Pintura Italiana del Renacimiento, quien recordó que Tiziano fue el pintor más cotizado por los Habsburgo españoles «y la colección se creó en torno suyo».

El recorrido se inicia en la antesala dedicada a Tiziano, que tiene como obra estrella La Gloria, que Carlos V encargó al pintor para que estuviera en su sepultura. Ya en el primer tramo de la galería se exhiben obras maestras de la pintura veneciana, comenzando con el Lavatorio de Tintoretto frente a Adán y Eva de Tiziano y la copia que de este cuadro que hizo Rubens, junto a pinturas de Carraci, Gentileschi o Guido Reni. En el centro de la galería, Velázquez se entronca con la tradición veneciana. «Por primera vez se plantea la idea de que los orígenes básicos del Prado se encuentran en la escuela veneciana y en Tiziano como maestro de maestros», explicó Andrés Úbeda, conservador de pintura italiana del museo, para quien «el Prado se presenta a sí mismo en la galería central». Desde este punto, Velázquez entronca también con la pintura flamenca, con 31 pinturas de Rubens.

La pintura flamenca del XVII «es la colección escondida del museo, con más de mil obras de las que se exhiben muy pocas», señaló durante el recorrido Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte, a las que se dedicarán nueve salas, una de ellas a Van Dyck. «El próximo año colgaremos toda la colección de Rubens, la más importante que existe, y aunque podría sonar un poco a chulería es porque el Prado puede. Tenemos las mejores colecciones del mundo de grandes artistas. Nosotros podemos y pocos pueden», añadió.

Desde la galería central se accede a tres salas dedicadas a El Greco «en las que se recupera la relación directa que tuvo con Veronés y se le sitúa muy cerca de Velázquez y de la pintura española del XVII», señaló Leticia Ruiz, conservadora de Pintura Española. En paralelo a la galería central «hay otro discurso que en el fondo es el mismo. La pintura es un idioma universal, en el que los pintores se relacionan», según Javier Portús, conservador de Pintura Española. Esta relación se aprecia con Ribera, Zurbarán, Velázquez y Murillo.

Efe / Madrid: El Prado presume de sus tesoros en la reorganización de sus espacios, El Día de Córdoba, 19 de julio de 2011

La edad de oro del retrato

'Cléo de Mérode', de Boldini. | Efe Tras el éxito cosechado en Valencia, mañana se inaugura en el CaixaForum de Barcelona la exposición «Retratos de la Belle Époque», con obras de Toulouse-Lautrec, Boldini, Kokoschka, Munch o Sorolla que permiten recorrer la edad de oro del retrato europeo, entre los años 1870 y 1914.

Comisariada por Tomás Llorens y Boye Llorens, en la muestra se incluyen un total de setenta y seis lienzos de una cuarentena de artistas de renombre, de tres generaciones diferentes, que reflejan los cambios profundos que vivió la pintura europea durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX.

Una de las tesis de los comisarios es que el retrato, principal fuente de ingresos y encargos de los artistas, es el género más representativo de esa época, «ilustrando el nuevo individualismo del hombre moderno y el interés por la imagen que proyectaba en su entorno social».

Tomás Llorens ha defendido que se trata de un período «muy cambiante e inestable», pero a la vez «muy brillante» en el ámbito artístico, especialmente en el campo de la Literatura con autores como Tolstoi, Dostoievski, Flaubert, Zola, o Marcel Proust, uno de cuyos retratos se expone en una de las salas.

'Gaston Bonnefoy', de Tolouse-Lautrec.Por su parte, Boye Llorens entiende que durante esa época «se define la figura del artista moderno, que cambia la forma de percibirse a sí mismo».

A pesar de que se puede ver la historia del retrato durante esos años, Tomás Llorens ha indicado que el discurso expositivo no se plantea de forma cronológica, sino por tipo de retratos, lo que no impide que se vea que «en esos treinta años hay una evolución radical y las obras de Boldini son radicalmente diferentes a las de Kirchner», las últimas que se exhiben.

La exposición se abre con diferentes autorretratos de autores como Jean-Louis Forain, Eugène Carrière, Giovanni Boldini, John Singer Sargent y Joaquín Sorolla, y prosigue con una serie de los denominados retratos de sociedad, la fuente principal de encargos de estos pintores.

En otro de los apartados se hace hincapié en el empeño que tenían todos ellos en reflejar ciertos aspectos del carácter de los personajes que pintaban, lo que no siempre se aceptaba.

'La condesa de Sutherland', de John Singer Sargent. | EfeEn este sentido, Llorens ha recordado que uno de los retratos que se exhiben de Chéjov provocó el enfado del escritor ruso porque entendía que no lo representaba tal como era y que lo «deformaba».

En la exposición hay una sección dedicada a los retratos de grupo -resalta por su tamaño el que Sorolla realizó a la familia del rico diplomático chileno Rafael Errázuriz Urmeneta- y otra centrada en el francés Toulouse-Lautrec, quien captaba los gestos y las expresiones de los personajes que se cruzaban con él en la noche parisina con el objetivo de «contar la verdad de su mundo», de una manera «inquieta y estilizada», según Llorens, «yendo más allá de la verdad».

Los retratos al aire libre tienen, asimismo, su espacio en esta exposición, igual que los retratos como símbolo y reflejo de las inquietudes del espíritu humano.

La muestra se cierra con retratos de los años previos a la primera guerra mundial, desde Max Oppenheimer y Egon Schiele a Kokoschka y Kirchner, en los que queda patente que el expresionismo apostó por la «distorsión emocional» de la realidad.

Por otra parte, Tomás Llorens ha reconocido que no ha sido fácil poder juntar todas estas obras, pertenecientes a una treintena de museos e instituciones de una docena de países, entre las que destacan el Thyssen-Bornemisza, el Sorolla, Patrimonio Nacional y la Fundación Casa de Alba; la Galleria Uffizi de Florencia, el Metropolitan Museum de Nueva York o la Tate Britain.

La exposición, que se clausurará en octubre, es fruto del convenio de colaboración suscrito por el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana y la Obra Social La Caixa en 2010.

Efe | Barcelona: La edad de oro del retrato, EL MUNDO, 19 de julio de 2011

Córdoba, un museo universal en 3D

La Saeta', de Romero de Torres, recreada en la plaza del Potro. | M. Cubero El casco histórico de Córdoba, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se convertirá a partir de este miércoles y durante cuatro días en un gran lienzo sobre el que proyectar virtualmente once de las obras pictóricas más universales gracias a una iniciativa puesta en marcha por la Fundación Cajasur en señal de apoyo a la candidatura de esta ciudad andaluza a la Capitalidad Cultural Europea en 2016.

Se trata de una iniciativa pionera en España gracias a la que, sobre las paredes de calles, plazas y edificios emblemáticos de Córdoba, se proyectarán imágenes de lienzos en 3D. La propuesta convertirá así a la ciudad en un museo universal, cuyo recorrido comenzará este viernes a las 21.30 horas en el Palacio de Viana. Será el presidente del Grupo BBK, Mario Fernández, el encargado de presidir la inauguración del proyecto junto al alcalde en funciones de Córdoba, Andrés Ocaña. No obstante, al acto han sido invitadas autoridades y una amplia representación de la vida social económica y cultural de la capital.

La Fundación Cajasur ha tenido en cuenta para organizar esta inédito proyecto las características únicas de cada pieza, como el tamaño, formato, marco o la técnica, de tal forma que ha adecuado su proyección a los escenarios elegidos y se ha hecho una cuidadosa selección de fondos musicales que proporcionan la banda sonora del evento. La propuesta ofrecerá a los espectadores una aproximación novedosa a once obras de arte históricas de artistas de la talla de Velázquez o Van Gogh.

En concreto, ‘La creación de Adán’, de Miguel Ángel, se exhibirá en la plaza de Capuchinos; ‘Las Meninas’, de Velázquez, en la Cuesta del Bailío; ‘La joven de la perla’ o ‘Muchacha con turbante’, de Vermeer, en la Fuenseca y ‘El nacimiento de Venus’, de Botticelli, y ‘La habitación’, de Van Gogh, en los patios del Palacio de Viana, sede de la Fundación Cajasur-. ‘El 3 de mayo de 1808’, de Francisco de Goya, se proyectará en la conocida plaza de Orive; ‘El entierro del señor de Orgaz’, de El Greco, en la plaza de la Compañía; ‘La ronda de noche’, de Rembrandt, en la plaza Jerónimo Páez; ‘La última cena’, de Leonardo Da Vinci, en el Compás de San Francisco; ‘El beso’, de Klimt, en la calle Julio Romero de Torres y, por último, ‘La saeta’, de Julio Romero de Torres, en la emblemática plaza del Potro.

Experiencia única e irrepetible

La contemplación de todas estas pinturas será una experiencia única e irrepetible y dará la opción a los espectadores de visitar un singular museo al aire libre en horario nocturno, entre las 22 y las 02 horas. La fecha elegida para desarrollar el proyecto no es casual, pues coincide con la visita el próximo viernes de la delegación de la Comisión de Selección encargada de decidir si Córdoba merece o no ser designada Capital Cultural de Europa en 2016.

La iniciativa incluye un espectáculo multimedia único en uno de los lugares más singulares de Córdoba capital, la Cuesta del Bailío. Se ha denominado ‘Las Meninas AvatarLive’ y tendrá lugar este viernes en tres pases diferentes (23 horas, 23.45 horas y 01.15 horas). En tiempo real, unos personajes de esta obra maestra de Velázquez tomarán vida y explicarán con detalle a los espectadores con quiénes interactuarán- sus secretos.

Para poner en marcha el proyecto, cuya comisaria es Sara Magán, se ha tenido que realizar un minucioso estudio personalizado del espacio tridimensional de cada una de las pinturas, tras lo cual ha sido necesario tratar cada elemento hasta el punto de modelarlo en tres dimensiones. Por último, todo ello se ha integrado en un software que ha permitido la grabación con varias cámaras virtuales. De esta forma, el público puede adentrarse en las obras conociendo perspectivas de los cuadros que sólo se pueden observar con esta técnica.

Toñi Caravaca | Córdoba: Córdoba, un museo universal en 3D, EL MUNDO, 2 de junio de 2011

Carmen Cervera: «No venderé el Constable si arreglo mis negocios»

«La esclusa» (1824), de John Constable / ABCEl Patronato del Museo Thyssen, que se reunirá a mediodía de mañana, promete ser mucho menos tenso que el último. Al parecer, no acudirá Francesca de Habsburgo (iba a traer una propuesta bajo el brazo para encontrar una solución al futuro de la colección de la baronesa), aunque sí está previsto en el calendario del Ministerio de Cultura que asista Ángeles González-Sinde, que no atraviesa un buen momento personal. Ambas fueron protagonistas en la reunión de febrero por sus encontronazos con la tercera dama en discordia, Carmen Thyssen. Aquel día el protagonista fue «La esclusa», de Constable, cuadro que la baronesa quería sacar del museo para venderlo a un coleccionista británico que, según ella, le ofrecía 40 millones de euros. La hija del barón trataba de impedirlo a toda costa —esta obra maestra perteneció a su padre— y comentaba que usaría su derecho a veto para evitar su venta. Carmen Thyssen negaba que hubiera tal derecho de veto y la ministra confirmaba que la baronesa podía vender obras por valor del 5% del total de su colección, estimada en unos 800 millones de euros. O sea, 40 millones exactamente. ¿Casualidad? Anunció Tita que hasta el próximo Patronato no movería ficha y confiaba en que no se cansara el comprador de tanto esperar. Se preveía, pues, que en la reunión de mañana fuese en el orden del día la autorización de la salida de esta obra, pero fuentes del museo confirman que no es así.

ABC habla con la baronesa para que nos explique qué ha ocurrido. ¿Se ha echado atrás después de todo el revuelo? «No se va a mover por el momento del museo, me da pena que salga de la colección. Me lo estoy pensando. No lo venderé si consigo arreglar mis negocios». Y es que Carmen Thyssen no oculta que no tiene liquidez: «Lo he invertido en cuadros y tengo 800 millones de euros prestados gratuitamente». ¿Es posible que el Ministerio no negociara sobre su colección sin el Constable? ¿Ha tenido algo que ver en el cambio de opinión las presiones de Francesca de Habsburgo? La baronesa niega ambas cosas: «No tiene nada que ver, solo depende de que arregle mis asuntos». Habrá quien crea que la venta del cuadro era solo un farol y que no existía el hipotético coleccionista ni la oferta de 40 millones. El Museo Thyssen pidió a Google que no apareciera «La esclusa» de Constable en el Google Art Project —puede apreciarse aún el cuadro totalmente «pixelado» en el paseo online por la sala C del museo— porque no se sabía entonces si el lienzo acabaría vendiéndose o no.

Pero hay más movimientos en la colección Carmen Thyssen. ABC ha podido confirmar que sí ha salido una obra. Hace ya tiempo un coleccionista norteamericano se encaprichó de uno de los cinco lienzos de Childe Hassam que atesora la baronesa. Concretamente, de «Escena callejera en París, Otoño» (1889), un pequeño óleo sobre lienzo de 33,5 por 46 centímetros, que perteneció al barón y que estuvo en Villa Favorita, en Lugano. Ofreció por él 7 millones de euros. El viernes pudimos constatar que efectivamente no se halla colgado en el Thyssen junto a los otros cuadros de este artista: «Nubes de septiembre», «La Quinta Avenida en Washington Square, Nueva York», «El desayuno francés» y «Plaza de la Merced, Ronda». ¿Será, pues, que al haber vendido una obra por 7 millones ya no podría vender otra por 40 millones, pues excedería del 5% estipulado en la negociación?

La ministra de Cultura advertía en febrero que no era solo el Constable el que podría salir de la colección. Dejó caer que habría más. Podría referirse a «El hombre blanco» (1907), de Lyonel Feininger, que también perteneció en su día a la colección del barón en Lugano y hoy forma parte de los fondos de la baronesa. El viernes el cuadro no estaba colgado en el Thyssen. En lugar de una cartela indicando su préstamo (es el caso del «Mata Mua» de Gauguin, cedido para una exposición en la National Gallery de Washington) había otro cuadro en su lugar. Preguntamos al personal del museo: «Esta mañana estaba aquí, ha debido cambiarse por otro». Nos explica la baronesa que ha viajado a Nueva York para una exposición en el Whitney Museum. Será la mayor retrospectiva dedicada nunca a este artista. ¿Sigue siendo esta obra candidata a salir de su colección? «Su falta también se notaría mucho, pero a lo mejor me lo pienso cuando regrese de Nueva York». La muestra estará abierta del 30 de junio al 16 de octubre. ¿Aprovechará la exposición de Antonio López en el Thyssen este verano para adquirir una obra suya? «¡Ojalá! Siempre me ha gustado mucho. Me encantaría, pero depende del precio», dice la baronesa. Sobre el museo de Málaga se han calmado un poco las aguas. Nos comenta que ya lo han visitado representantes de la Frick Collection y el Metropolitan Museum de Nueva York y quedaron encantados con el museo y su colección.

Carmen Cervera: «No venderé el Constable si arreglo mis negocios», ABC, 22 de mayo de 2011

«El Museo Reina Sofía entra hoy en el siglo XXI»

Cultura blinda la institución con una norma que le otorga flexibilidad y autonomía

Guillermo de la Dehesa, presidente del Patronato, y Manuel Borja-Villel, director del Museo. GUILLERMO SANZ El traje ya está hecho. El Consejo de Ministros aprobó, tal y como anunció este periódico este viernes, el proyecto de ley para el Museo Reina Sofía. Manuel Borja-Villel, el director de la institución, se mostró este viernes como un niño con traje nuevo y a medida. A falta de la aprobación de las Cortes mero trámite, porque el PSOE ya tiene acuerdo con PP y CIU la ley dotará al museo de «personalidad jurídica propia y plena capacidad de obrar pública y privada para el cumplimiento de sus fines». Eso quiere decir que flexibilizará y agilizará las posibilidades de gestión del organismo: ganará en autonomía y libertad de movimientos, se quitará kilos de burocracia con la Administración, pero seguirá bajo la responsabilidad del Ministerio de Cultura, de la que su titular, Ángeles González-Sinde, se apunta dos leyes en su mandato.

«Es el segundo día más importante en la historia del Reina Sofía, el primero fue su fundación. El museo con esta ley ha entrado en el siglo XXI. Es un día muy importante y feliz», reconocía exultante Borja-Villel. «Es un hito de enorme importancia para este museo. Nos permite mejorar la eficacia de la institución, tener nuevos accesos a fuentes de financiación no públicas. Tendremos más autonomía y más responsabilidades, haremos de este museo algo más importante», alentó el presidente del Patronato del Reina Sofía, Guillermo de las Heras. Además, este economista de profesión no dejó pasar la oportunidad de ensalzar a la cultura como productora de «valor añadido» a las marcas que se asocien a ella: «La cultura es mucho más rentable que otras actividades. Competir en cultura es tan importante como competir en cualquier otra categoría».
A favor del usuario activo

«Hacer caja no está entre mis expectativas, pero generaré recursos para el museo», sentenció el director del Reina Sofía, aclarando una vez más la línea de programación que desde su llegada al frente mantiene el referente del arte contemporáneo en este país: reflexión antes que la diversión. Este viernes volvió a recordar su ideal de museo, que definió como un foro multidisciplinar. «El Reina Sofía no sólo es custodia de la obra de arte, también es representación, educación, investigación y debate. La apuesta de este museo es por un usuario activo, no por uno pasivo», explicó Borja-Villel.

Peio H. Riaño, Madrid: «El Museo Reina Sofía entra hoy en el siglo XXI», Público, 20 de mayo de 2011

El salvador de los ‘zurbarán

Jonathan Ruffer.-Jonathan Ruffer, que frenó la subasta de la serie ‘Los hijos de Jacob’, quiere que estén en un nuevo museo

Algo así solo pasa en los cuentos de hadas. O en las películas de Ingmar Bergman (recordemos El rostro). La llegada de un emisario, un salvador, para rescatar del fracaso en el último momento a los protagonistas de la historia. En este caso, los protagonistas de la historia son 12 cuadros del artista español Francisco de Zurbarán (Fuente de Cantos, Badajoz, 1598-Madrid, 1664), la serie Los hijos de Jacob, pintados en torno a 1640. El peligro que se cernía sobre ellos era una subasta pública para venderlos al mejor postor, y despojar al castillo de Auckland, sede episcopal anglicana de Durham (noreste de Inglaterra), de unas joyas que atesora desde mediados del siglo XVIII. Y el salvador es Jonathan Ruffer, el hombre que ha extendido un cheque de 18 millones a la Iglesia de Inglaterra, dueña de los cuadros, para frenar la operación, con la idea de que Los hijos de Jacob sean el germen de un nuevo museo.

El cheque de Ruffer, entregado inicialmente a un patronato que velará por la aplicación escrupulosa del acuerdo, servirá también para revitalizar la zona, al convertir al castillo de Auckland en una atracción turístico-artística. «El castillo es un edifico de talla mundial, con estilos arquitectónicos que van del año 1100 al 1800. Hasta 1830 los obispos era príncipes-obispos, y Auckland fue sede del enclave más poderoso entre Escocia

Simeón II, de Zurbarán.-

e Inglaterra. Tengo la esperanza de que se convierta en un centro artístico, en el que se exhiban pinturas de la National Gallery, además de los zurbarán», explica el multimillonario en un correo electrónico.

Ruffer, de 59 años, dueño de una firma que se ocupa de inversiones de alto riesgo, conocido en la City de Londres por su gran olfato, se crió en Stokesley, un pueblecito de Yorkshire, y quiere restituir al norte de Inglaterra, empobrecido y olvidado, algo de su pasado esplendor por la vía del resurgir turístico. Una intención que le honra porque, además, es un apasionado de Zurbarán. «Soy coleccionista de arte religioso del siglo XVII. Tengo un ribera, y una copia de Zurbarán hecha por Gainsborough, algo bastante excepcional porque Zurbarán no era conocido en este país en el siglo XVIII», comenta.

El nuevo filántropo valora también la historia que rodea a estos lienzos. Llegados a Inglaterra de manera poco clara (hay quien aventura que fueron robados por piratas del barco que los transportaba a América), fueron adquiridos, en 1756, por el entonces obispo de Durham, Richard Trevor. El titular de la sede anglicana pagó 124 libras por los 12 cuadros (el 13º se perdió y tuvo que ser sustituido por una copia) propiedad de un rico comerciante judío, James Méndez, que se subastaron a su muerte. Trevor era un abanderado de la causa judía, que aplaudió la nueva legislación (Jewish Emancipation Bill) destinada a otorgar una ciudadanía plena a los hebreos. Las revueltas populares obligaron a retirar la ley. Y él optó por colgar los cuadros en la sala principal de su residencia.

«Los cuadros son un poderoso símbolo de unidad», dice Ruffer. «El noreste de Inglaterra está padeciendo una grave crisis económica, y el regalo de los zurbarán -y la apertura del castillo de Auckland- puede servir para elevar la moral». Hay además razones de índole privada en su gesto. Su mujer, la doctora Jane Sequeira, es descendiente de Isaac Henriques Sequeira, «un judío sefardí de Portugal que fue el beneficiario (y la víctima) de la Ley de Emancipación Judía, cuyo retrato, pintado por Gainsborough, se exhibe en el Prado», señala el magnate.

¿Servirá la filantropía de Ruffer para lavar la mala imagen de los especuladores financieros de la City? «No soy quien para decirlo», responde, «pero sería maravilloso que sirviera para animar a personas del mundo financiero a pensar de una forma más imaginativa».

Lola Galán, Madrid: El salvador de los ‘zurbarán’, EL PAÍS, 24 de abril de 2011

Nueva sala de los mosaicos en el museo de Écija

LLos primeros visitantes contemplan uno de los impresionantes mosaicos. - M.Ra nueva sección dedicada al arte romano incluye las mejores piezas halladas los últimos años en las excavaciones arqueológicas por la ciudad.

Ya está abierta al público la nueva sección de arte romano del museo de Écija. En ella se pueden ver media docena de mosaicos de grandes dimensiones, esculturas y una recreación de una habitación de la época.

La sala de los mosaicos se abre en la planta superior del palacio de Benamejí, y tiene alrededor de 250 metros cuadrados, de los que 180 se reservan para la rica variedad de piezas de la vieja Astigi. Pero también hay 45 metros cuadrados, nada más entrar en las nuevas dependencias, donde se pueden contemplar la Amazona herida, junto a la mayor parte del conjunto de piezas aparecidas en las excavaciones arqueológicas de la plaza de España: el torso de atleta, la cabeza de un púgil, la cabeza de Marte… Luego surgen los impresionantes mosaicos de El triunfo de Baco, encontrado en la plaza de Santiago, y El don del vino y Las cuatro estaciones, los tres que ya se exhibían en el patio del museo. Se les unen otros mosaicos restaurados desde 2007, entre ellos El rapto de Europa, desenterrado en 1986 en la calle San Juan Bosco y que mide alrededor de 25 metros cuadrados; Océanos, hallado en la plaza de España; y Las Nereidas, encontrado en la de Santo Domingo. Por último, la recreación se hace en una estancia de apenas 22 metros cuadrados, con un suelo de mosaico, una pintura original (desenterrada en unas excavaciones arqueológicas en la avenida Miguel de Cervantes) y piezas de ajuar, también originales, de la colección del propio museo, junto a varias reproducciones de mobiliario.

La construcción de estas salas contó con un presupuesto cercano a los 300.000 euros, financiados en un 60% por la Ruta Bética Romana (RuBeRo), y por el Ayuntamiento de Écija (40%). La idea del Ayuntamiento de Écija con la apertura de este conjunto es adecuar los espacios del museo a los nuevos requerimientos en materia de turismo que la ciudad necesita, a la vez que se pone en valor el rico patrimonio que atesora.

M.R., Écija: Nueva sala de los mosaicos en el museo de Écija, El Correo de Andalucía, 12 de abril de 2011

El sector del arte reclama un museo sin injerencias

Seis asociaciones piden la revocación del gerente del Carmen Thyssen de Málaga

La reacción unánime del sector del arte no ha tardado. Tras la doble dimisión de la directora y del miembro más emblemático del Patronato del Museo Carmen Thyssen-Bornemisza, de Málaga, las principales asociaciones que velan por los derechos de los artistas, los directores de museos, los galeristas, los comisarios y los críticos, firman un comunicado en el que demandan que el nombramiento de Javier Ferrer, mano derecha y jefe de gabinete del alcalde de Málaga, «sea revocado» como gerente. Ante las Carmen Cervera junto al alcalde de Málaga, en las instalaciones del museo, en Málaga. Daniel pérezmediaciones del alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre Prados, y Carmen Cervera, el escrito denuncia las actitudes de ambos: «Ponen de manifiesto la injerencia de la política y los personalismos en la gestión de los museos».

En términos tajantes, las seis asociaciones que representan a la totalidad de los intereses de las artes plásticas, se han unido para recordar la lesión de los acuerdos que el Ministerio de Cultura firmó con estas asociaciones en el documento llamado de Buenas Prácticas. «Se redactó precisamente para evitar este tipo de nombramientos, que responden más a intereses políticos que a cualquier capacitación para un puesto relacionado con el arte», suscriben los firmantes.

Tras la decisión en la última reunión del Patronato del museo de cambiar los estatutos y el modelo de gestión del museo, se incluyó la figura de un gerente, nombrado a dedo, que dejaba sin autoridad ni competencias ejecutivas frente a la hasta entonces directora del museo, María López. Fuentes del Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) señalan que este Patronato es partidista. «No hay uno tan politizado en toda España. No hay en él independientes que velen por el proyecto artístico, sólo están representados el Ayuntamiento y el Thyssen. Se ha demostrado que entre el alcalde y la baronesa se encargarán del museo, y ella sólo ha prestado la colección a un museo público».

Tras esta suplantación de atribuciones, la directora y Tomás Llorens, encargado de la creación del organigrama que gestionaría la institución, presentaron el lunes su dimisión. «Los hechos hablan por sí mismos. No quiero valorar y prefiero dejar que pase el tiempo. Lo más grave del caso es que no se ha respetado el código de Buenas Prácticas, que es el manual que debe regir el funcionamiento entre las administraciones y el museo», aclara a este periódico María López, que seguirá en el cargo tres meses más por contrato. «Con el nombramiento del gerente se me despoja de mis funciones. Es una injerencia de la política en el museo, sus motivos son evidentes. Llegué a un museo dedicado al siglo XIX avalado por una figura como Tomás Llorens. Cuando el proyecto cambia por completo dejo de creer en él. Con dignidad no se come, pero sin dignidad no se puede vivir», añadió.

Las reglas del juego

El comunicado señala sin concesiones que ni Carmen Cervera ni el alcalde de Málaga están capacitados para imponer sus criterios en la gestión del museo: «Es necesario diferenciar claramente la propiedad privada de una colección de la gestión pública de un museo. Así, al margen de que la colección haya sido cedida temporalmente a la ciudad, la financiación pública del proyectoobliga a todos a adoptar unos criterios que privilegien la mayor transparencia en las inversiones y en las contrataciones, y la calidad museística». «Ni el alcalde ni la coleccionista pueden llevar un museo. Eso no ocurre en ninguna parte del mundo. Se deben al equipo científico», dijo Juan Antonio Álvarez Reyes, director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo.

«El problema está en la confusión entre lo público y lo político. Si una colección privada está en una sede pública que lo paga todo, la coleccionista no puede hacer lo que le dé la gana», aclara el director de La Casa Encendida, José Guirao. «Si las reglas del juego están claras, bienvenidas sean las relaciones entre un bien público y un bien privado. Pero si Carmen Cervera piensa que por ceder su colección puede hacer lo que quiera, está equivocada», declara Guirao.

«Las bicefalias no funcionan bien, si no se respeta que a la cabeza de un museo está el proyecto artístico, el director. Si no, lo artístico queda supeditado a una figura poco convincente para una institución cultural. El programa de exposiciones y las intenciones didácticas son tareas del director; la seguridad, los turnos de limpieza y el mantenimiento de las máquinas, se encargan a las gerencias. Es un reparto de tareas óptimo, donde la responsabilidad artística es del director», añade José Guirao.

A las valoraciones se unió Rafael Doctor, exdirector del MUSAC, quien subraya también las injerencias políticas: «La cultura no puede estar al servicio del vaivén político. La mayor parte de los proyectos no son de interés cultural, sino político». También José Manuel Costa, presidente del Consejo de Críticos y Comisarios, apuntó: «Tienen un sentido patrimonial que sólo sucede en España. Han actuadocon un descaro y una falta de pudor increíble».

Peio H. Riaño, Madrid: El sector del arte reclama un museo sin injerencias, Público, 13 de abril de 2011