Decepción y venganza

Se penso come ho speso male il mio tempo…

Le envié mensajeros
con gardenias, bombones
y libros de poemas; telegramas
diciéndole: te quiero,
y todos los domingos, cuando se despertaba,
hice sonar su disco favorito.
Yo creí muy romántico ocultar mi remite,
y que el desinterés una fórmula fuera
de amar refinadísima 
–y quizá, dado el caso, la única posible–.
¡Qué pérdida de tiempo!
Alguien con él comparte
mis ramos, mis pasteles y mis rimas,
y no me extrañaría –puesto que son anónimos–
que encima se jactara de elegir mis envíos
y pagarlos.
Ahora cada domingo,
me sé de sobra cuándo se despiertan
y no pongo la música.
Bajo a la portería, pulso el timbre
y no paro hasta que los interrumpo.

Ana Rosetti

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Descripción general de privacidad

Este sitio web utiliza cookies para que podamos brindarle la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en su navegador y realiza funciones como reconocerlo cuando regresa a nuestro sitio web y ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones del sitio web le resultan más interesantes y útiles.