La flora del Parque Natural Cabo de Gata – Níjar

Es un espacio de vegetación mediterránea, que representa uno de los lugares más peculiares de la Península Ibérica. Encontramos numerosos endemismos, como el palmito, la  única palmera autóctona del continente europeo. También podemos encontrar el Lentisco, el Albardín, el Esparto o los Azufaifos, con una prodigiosa adaptación al medio.

Cuenta con cerca de mil especies de plantas clasificadas científicamente. Alrededor del 95% son plantas autóctonas, perfectamente adaptadas a las condiciones áridas características de este espacio ”especies endémicas”. Desde un punto de vista biogeográfico, la importancia de la flora es incuestionable.

ZONA ÁRIDA

Arenas volcánicas, acantilado litoral, dunas, arenales y saladares. En la zona de influencia del oleaje viven algunos líquenes especializados y pequeñas algas. Son acantilados de pared vertical donde hallamos algún reducto vegetal en cavidades y rellanos. Es vegetación cormofítica adaptada a soportar la salinidad, como el hinojo marino y las saladinas. En las playas, donde pueden llegar restos orgánicos con el oleaje, encontramos la oruga de mar .

ZONA ESTEPARIA

El matorral y el bosque bajo espinoso, el esparto, la aulaga, el albardín y el tomillo, componen las vastas extensiones de matorral de degradación que, desde la tala y quema de la débil base boscosa preexistente, domina las laderas y lomas de prácticamente toda la comarca.

 ZONA SECA DE HUERTAS

Los huertos y bancales mantienen testimonio de cultivos y arbolado de secano que alternaba con especies autóctonas. Dentro del Parque Natural, se realizan las lindes de los bancales con chumberas y pitas. Junto a las acequias y los barrancos regados, está el junco, la caña y un sinfín de flores, plantas olorosas, arbustos y trepadoras.

Trabajo realizado por el alumnado de 1ºde Guía, Información y Asistencias Turísticas en el Módulo de Estructura del Mercado Turístico junto a su profesora Isabel Andújar