Ayer saltó la noticia: un juez español iba a bloquear la palicación de mensajería Telegram en toda España, y el pánico empezaba a cundir en miles de usuarios.
El origen de esta decisión es el siguiente:
Telegram es una aplicación de mensajería que permite la creación de canales dedicados a todo tipo de temáticas, además de la comunicación entre usuarios. Como los docentes andaluces sabemos, la variedad de canales es enorme, y muchos de ellos sirven como fuente de intercambio de información y conocimiento en nuestro ámbito laboral, además de para compartir experiencias, reportar problemas, aportar soluciones,…
Ahí tenemos los canales de TDE, Séneca, Moodle, Robótica, G.Educaand, Genially,…
Sin embargo, junto a estos usos lícitos y beneficios que se hace de Telegram, conviven también canales cuyas finalidades son totalmente opuestas: canales en los que se venden drogas e incluso armas, canales dedicados a la prostitución, a compartir materiales pedófilos, a fomentar ideologías extremistas y terroristas,… y también dedicados a la descarga de materiales con derechos de autor (películas, libros, canales de fútbol,…) Y es aquí donde está el problema.
Tras denunciarse esta situación por parte de algunas plataformas televisivas (A3Media, Mediaset y Movistar), desde la Audiencia Nacional se hicieron requerimientos a Telegram para que porporcionara información de determinados usuarios. Dichos requerimientos no han sido contestados y, ante esta situación, el juez ha decidido obligar a las operadoras a que bloqueen el acceso a Telegram en España.
Dejando a un lado el debate de si la decisión es acertada o exagerada, por el enorme daño que va a provocar a muchos canales lícitos, y a miles de usuarios, lo que deja claro es que quien ha tomado esta decisión no tiene los conocimientos necesarios como para asegurarse de la efectividad de la medida, ya que los métodos para sortear el bloqueo y poder seguir usando Telegram son varios, y sencillos de implementar. De las múltiples noticias publicadas en distintos medios digitales y blogs, podemos sacar 3 métodos principales:
– Desinstalar la aplicación Telegram de nuestro teléfono móvil y reinstalarla descargándola directamente desde la página oficial de Telegram.
– Usar una VPN (Virtual Private Network, o red virtual privada). Si quieres conocer un poco más, aquí tienes un artículo donde lo explican. Para lo que nos interesa, podríamos decir que cuando usamos una VPN, en lugar de lanzar la petición a internet desde nuestro ordenador, enviamos la petición a la VPN y ésta es quien la realiza por nosotros. Si la VPN está en Francia, nuestro proveedor de internet creerá que estamos en ese país y por tanto no bloqueará la petición de acceso a Telegram. Existen navegadores como Ópera o Brave que ya tienen la opción de usar una VPN incorporada.
– Usar un proxy. Viene a ser parecido al uso de una VPN, solo que el proxy está configurado en la propia aplicación de Telegram y sólo pasaría por él las comunicaciones de esta aplicación. Aquí hay que tener cuidado pues, aunque existen proxies que son muy fiables, también hay proxies gratuitas que aprovechan para meter publicidad o que pueden tratar de «cotillear» en nuestros mensajes. Por lo que he podido informarme el proxy MTProto de la propia Telegram sí es totalmente seguro, pero prefiero no pillarme los dedos y que cada cuál investigue y elija por su cuenta y riesgo.
En cualquier caso, si este bloqueo se confirma y se prolonga en el tiempo, será necesario plantearse nuevas alternativas para que el flujo de información y ayuda entre docentes se vea afectado lo menos posible. Por lo pronto, ya hay en Discord un servidor creado para, si fuese necesario, tratar de dar un servicio alternativo al canal TDE de Telegram. Se llama «exiliados TDE«, y podéis pinchando en ese enlace.
Siento no poder ser mucho más explícito con las posibles soluciones al bloqueo, pero, habiendo una decisión judicial por medio, no quiero ir más allá de dar una información general que puede encontrarse en cualquier medio digital.