Santa Fe de Conques Tímpano   

Santa Fe de Conques Tímpano  

Coral Pérez Doello ----- Románico 
Coral Pérez Doello —– Románico 

 

Nos encontramos ante la obra del Tímpano del Juicio Final, construida alrededor del año 1124, en plena Edad Media. Forma parte de la portada de la iglesia abacial de Santa Fe de Conques, una de las construcciones arquitectónicas de estilo Romano más importantes en Francia, aunque de autor desconocido. 

La portada es tipo religioso, que tiene forma de arco de medio punto, decorada con columnas que precede a su decoración escultórica, en la que podemos observar la técnica del altorrelieve, además de estar esculpida en piedra. 

Es una obra que destaca por su frontalidad, el hieratismo, la simetría, la cual podemos observar por la ubicación de los personajes, decoraciones como las líneas horizontales que contenían inscripciones, que separan a la obra en bandas, la ausencia de espacio libre, más conocido como horror vacui, y su relieve policromado, ya que se logra apreciar ciertos colores. 

 Se representa uno de los aspectos religiosos más importantes, el juicio final, está formado por 124 esculturas que están controladas por el Pantocrátor, que es el eje central de la composición, mostrando una perspectiva jerárquica.  

Para hablar sobre el tímpano vamos a dividirlas por sus bandas. 

En la banda superior  

Podemos observar cómo dos ángeles inclinados hacia abajo sostienen la cruz que representa el sacrificio de Cristo, en ella se encuentran las frases «a tomar posesión del reino que os ha sido preparado» y «Apartaos de mi malditos», mientras que otros dos, uno en cada extremo, tocan las trompetas avisando del día del juicio final. 

En la banda central 

En el centro, aparece Cristo sentado dentro de una aureola mística, representado como el Juez Supremo, ajeno del sentimiento de compasión hacia los condenados, como podemos apreciar en el movimiento de sus manos, la derecha esta alzada, señalando el cielo y la izquierda hacia abajo, señalando el infierno. En su figura destaca su rostro simétrico. Su rostro impone respeto por su simetría y ojos grandes y penetrantes. Sobre él se encuentra una cinta que dice «Venid benditos de mi padre» 

En la parte izquierda, al lado de Cristo observamos a cuatro ángeles, uno sostiene un libro y otro un incensario y los otros dos se encuentran al lado de estos últimos, poseen escudo y lanza, que impiden que el desorden y los condenados torturados por los demonios se acerquen tanto a Cristo como al cielo. 

Mientras, que en la parte derecha y de forma ordenada se encuentran los bienaventurados que ya se encuentran en el cielo. Al lado de Cristo podemos observar a la Virgen que reza a Cristo, a San Pedro que porta las llaves del Paraíso, un superior de un monasterio, un rey, y figuras que disminuyen su tamaño según se acerca el borde del tímpano, adaptándose al marco, encima de todos estos personajes hay seis ángeles.           

 En la banda inferior  

En el centro podemos observar al arcángel San Miguel y a un demonio, quienes se encargan de pesar las almas para decidir si van hacia el cielo o el infierno. Si nos fijamos, el demonio intenta hacer trampa poniendo un dedo en la balanza             

En la derecha, bajo una estructura simétrica, en gablete y con arcos, se encuentra de manera serena todos los bienaventurados que se encuentran en el reino del Cielo. En el centro de esta construcción se encuentra Abraham, que recibe las almas de los justos acompañado de vírgenes sabias. Sobre la estructura, tras el arcángel San Miguel, podemos ver como las almas ascienden para en la parte izquierda resucitar y adorar a la mano Santa Fe.          

En la izquierda se representa el Infierno, donde Lucifer dirige los horrores y torturas que se imponen a los condenados por sus faltas, vicios como la codicia o avaricia. Podemos diferenciar varias torturas como observamos en la parte superior izquierda, que unos demonios están quemando una persona o en la parte inferior están colgando a una persona del cuello.  

 En la época en la que fue construida, las rutas de peregrinación alcanzaron su plenitud, por tanto las iglesias de peregrinación se volvieron importantes debido a la gran cantidad de fieles que pasaban por ella. De ahí viene su temática, que está basada en la visión apocalíptica de San Juan, que muestra el final de la Humanidad, con un fin didáctico y moralizador, pues había que enseñar a los fieles el camino hacia la salvación y los peligros del pecado, para lograr ir al paraíso tras la muerte, como podemos apreciar en una de las inscripciones “Pecadores, si no cambiáis vuestras costumbres, sabed que sufriréis un juicio temible”. Por ello la iglesia tenía un fuerte control ideológico sobre sus fieles, derivando a su vez el carácter teocéntrico: Dios es el centro y explicación de todas las cosas (por ello aparece Cristo representado como un Pantocrátor en medio de la escena). Todo esto acompañado de una gran inestabilidad política. 

Con representaciones de este estilo se crea una verdadera estética del miedo, del castigo, que amenaza a los no privilegiados con los más terribles sufrimientos si no obedecen el plan divino, creado por la sociedad estamental, el sistema de poder de nobles y clero. 

 

Desde mi punto de vista esta es una de las mejores obras religiosas que representa con gran detalle y exactitud el poder de la religión en esa época, que llega hasta tal punto de implantar una ética y una moral a través de un miedo infundado utilizando diversas representaciones, y en mi parecer las que me causan más impresión son las escultóricas, tanto por la ausencia de espacio, que en el infierno causa descontrol y estrés, pero en el cielo trasmite poder, simetría y orden.  

Solo de imaginarme ser alguien de esa época y encontrar estas esculturas, puedo imaginar el gran terror que infundiría tanto en mi como en cualquier persona que lo mirase. Sin duda alguna mis obras favoritas son de carácter religioso y político por sus grandes mensajes que seguimos trasmitiendo hoy en día. 

 
 

 

 

 

 

 

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