El matrimonio Arnolfini

En este cuadro  se representa en un primer plano un matrimonio de burgueses que vivían en Brujas, centro de Flandes. En un segundo plano aparecen un perro que les acompaña, una ventana abierta y un espejo de fondo donde se refleja la pareja, una lujosa lámpara en el centro y una refinada cama debajo de ella.

En el arte flamenco la burguesía se convierte en la principal mecenas de los artistas flamencos. Los burgueses siguen siendo cristianos y teocentristas, por lo que en la pintura que estamos observando nos recuerdan que la pareja está participando en un acto religioso, y hay varios elementos relacionado con ello, como por ejemplo el rosario colgado en la pared, el perro que es símbolo de fidelidad, la cual es imprescindible para el matrimonio, las escenas bíblicas que rodean el espejo, y los zapatos sueltos en una esquina que hacen referencia a un pasaje del libro del Éxodo, que decía que ese quitaran los zapatos ya que pisaban un suelo sagrado.

Los primitivos flamencos pretendían mostrar las riquezas que tienen y el lujo que viven los personajes y por lo tanto su poder en la sociedad.

Es un retrato realista, con una posición estable de los personajes y una expresión hierática.  Hay relación entre los personajes ya que son un matrimonio y lo podemos ver en puntos destacados como la cogida de mano, o como el simbolismo cuando la mujer agarra los pliegues de su falda. Además de muchos otros simbolismos de esta obra.

Podemos ver notoriamente características como un obvio desarrollo del retrato, la minuciosidad y detallismo de toda la obra, naturalismo, delectación en la reproducción de objetos…

Personalmente opino que es la obra más representativa de todo el arte flamenco porque se ven notorias todas sus características por no hablar que está realizada por uno de los mayores pintores flamencos, Jan van Eyck. Los detalles y los múltiples simbolismos que componen la obra hacen que sea más bella e interesante aun. Simplemente me encanta.

 

Un comentario sobre “El matrimonio Arnolfini”

  1. Buen comentario, sobre todo en lo que respecta a la mirada sobre la obra. De todas formas te vendría bien tratar de estructurar mejor el comentario, utilizando algunos de los guiones o guías de comentario que hay disponibles, y repasar un poco el estilo de redacción, especialmente en lo que refiere al uso de signos de puntuación.

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