El juramento de los Horacios
Nos encontramos ante la obra de estilo neoclasicismo titulada “El juramento de los Horacios”, que fue pintada por Jacques-Louis David en el año 1784, utilizó la técnica óleo sobre lienzo y hoy podemos disfrutarla en el museo del Louvre
Respecto al tema es histórico con significado político que representa el momento donde tres hermanos (los Horacios) juran sobre sus espadas antes del enfrentamiento con sus propios cuñados (los Curiazi). El conflicto se divide entre el deber civil (defender la patria) y los sentimientos (incluso enfrentándose con su propia familia), siendo los hombres quienes apoyan al primero, mientras las mujeres están vencidas por los sentimientos.
Este juramento tiene lugar en un marco arquitectónico clásico con arcos de medio punto y columnas dóricas.
Su composición es cerrada, simétrica y piramidal, siendo su vértice superior las espadas. Se divide en tres grupos perfectamente equilibrados que se refuerza con la arquitectura (arcos de medio punto) del segundo plano, incluyendo cada grupo dentro de un arco: hermanos; el padre y las espadas; y las mujeres.
La obra se divide en dos escenas:
Una parte heroica donde vemos el juramento, como el padre entrega las tres armas a los Horacios. En esta parte se encuentran todos los personajes masculinos que forman un cuadrado y se componen de líneas verticales ya que están erguidos. Con sus músculos tensos y piernas forman triángulos que simbolizan la estabilidad y la fortaleza.
Y otra parte trágica donde vemos la angustia y el dolor de las tres mujeres. En esta parte se encuentran todos los personajes femeninos con líneas curvas, mostrando abatimiento y desesperación.
En esta obra la línea predomina sobre el color, intentando alejarse de la pintura del arte barroco. Los contornos de las figuras se perfilan con toda nitidez sobre el fondo oscuro y vacío, otorgándoles una apariencia escultórica e idealizada. Su gama de colores busca un equilibrio clásico entre cálidos y fríos, sin crear focos determinados, lo que podemos ver en los tonos de rojo, azules y los complementarios rojo-verde.
El volumen de las anatomías masculinas son poderosas que recuerdan a Miguel Ángel y a su construcción participa la luz que crea diferencias de tonos.
La luz es diáfana que viene desde la izquierda iluminando el primer plano, reforzando los volúmenes dando sensación escultórica, lo cual podemos ver en los paños. No hay muchos contrastes para no perder la claridad de la escena, pero pone el fondo oscuro para dar emoción a la escena y profundidad, colocando los personajes en el primer plano.
Su perspectiva es lineal, marcada por las líneas de fuga. Las arquitecturas del fondo y sus sombras crean un espacio teatral en donde los personajes actúan, sin que existan detalles que distraigan.
La profundidad se consigue gracias a la perspectiva geométrica de las paredes, el embaldosado y el claroscuro del fondo. El ritmo es estático sin sensación de movimiento
A finales del siglo XVIII y principios del XIX, en el panorama artístico hay un cambio de gusto del rococó al neoclásico. Mientras que el s.XVIII era dominado por el estilo rococó, caracterizado por sus formas femeninas y por temas del amor o la naturaleza, con la burguesía como protagonista, a comienzos del XIX el estilo neoclásico propondrá una estética sobria con temas más profundos y de carácter narrativo.
La línea curva será sustituida por la recta, la femenino por la masculino, y el amor y la naturaleza por la historia. Recuperándose los temas de la Antigüedad y del Renacimiento y el interés por el pasado clásico.
Esta obra es la clave que da el pistoletazo de salida del neoclasicismo, siendo un conjunto de las características de la pintura neoclásica.
David participa en la Ilustración, interviene en la Revolución participando en el asalto de la Bastilla y se convierte en partidario de Napoleón, siendo el máximo representante del neoclasicismo, pero su predilección por hechos históricos y patrióticos son ya precedentes del romanticismo.
Al principio se inspiró en personajes de la Antigüedad clásica, pero con la Revolución y con Napoleón consideró estos hechos como dignos de ser representados.
Desde mi punto de vista es una obra muy patriótica ya que refleja que él daría la vida por defender los valores e ideales de la patria mostrando mucha lealtad y mucho conocimiento político. En cuanto a la obra en sí no me causa gran impresión y lo máximo a resaltar es el detalle de las damas tanto por sus posturas como sus expresiones.
Excelente trabajo.