Esta obra de arte de Antonio Canova llamada “Cupido y Psique” se trata de una escultura neoclásica, que representa el desenlace del mito de Psique. Dicho mito cuenta cómo tras Cupido haber intentado seducir a Psique construyéndole un palacio, la reina, asustada de la presencia del dios, le tira una vela a la cara y hace que Cupido se enfade y se marche del palacio.
Psique, preocupada por el dios, visita un oráculo de Venus, el cual, le impuso tres tareas para recuperar su amor. La última tarea era recoger y entregarle a Venus un jarrón de la diosa del infierno que contenía el secreto de la belleza. Psique, tentada por la curiosidad, abrió el jarrón y fue castigada a ser sometida a un sueño profundo. Finalmente, despertó gracias a un beso de Cupido.
La escultura está tallada en mármol blanco, por lo que es monocromática, característica presente también en la escultura clásica. Hay un estudio anatómico junto a un realismo idealizado, ya que representa dos cuerpos jóvenes y perfectos. Podemos observar un detallismo, destacable por ejemplo, en los rizos de la cabellera del dios. Su composición es abierta, en forma de X, creada por las alas del dios, que apuntan hacia arriba, y las piernas de ambos personajes. El centro de esta composición se sitúa en el pequeño espacio que hay entre los rostros de Psique y Cupido. Además, hay una composición circular, formada por los brazos de la reina, quien le está agarrando la cabeza al dios. El ritmo pausado de la obra y su composición nos incita a rodearla para contemplarla a la perfección desde todos los ángulos. La expresión facial es fría y serena. Por último, la función de la obra es alegórica, pues representa una escena mitológica, como he dicho al principio; y simboliza, gracias a la postura de Psique y Cupido y a la posición de sus brazos, el amor, la pasión y el deseo carnal.
Muy buena mirada pero algo escaso el comentario. Un mayor desarrollo de las ideas daría lugar a un comentario excelente.