El cuadro Saturno devorando a su hijo es una pintura al óleo sobre revoco, realizada por Francisco de Goya entre 1819 y 1823.

Este cuadro se encuentra actualmente en el museo del Prado de Madrid. 

Goya representó el tema mitológico de Saturno, dios del tiempo, que devoraba a los hijos que iba teniendo con su esposa, según nacían; hasta que ésta impidió que matara al último de ellos, Zeus, quien, ya adulto, acabó con su padre logrando que vomitara a sus hermanos.

Se trata de una pintura muy simple, que casi raya la abstracción, en la que destaca el intenso expresionismo de la cabeza de Saturno. Posee una gran calidad plástica con fuertes y vigorosas pinceladas, bajo las que se esconde un dibujo perfecto. 

Imagen terrible, violentísima, oscura… en la que los contrastes lumínicos son creados por manchas de color gruesas. 

predomina el color sobre el dibujo   Se aprecia una  gama de blancos y negros, la pincelada es rápida a base de manchas. 

Son figuras naturalistas con una  expresión exagerada  y deformada  que influirá en el expresionismo. 

Saturno surge de la oscuridad contrastando su tensión en piernas,  cuerpo, rostro con el cuerpo inerte de su hijo cuya anatomía es la de una persona adulta. 

Se trata de una de las pinturas negras de Goya (Pinturas negras es el nombre que recibe una serie de catorce obras murales de Francisco de Goya) las pintó a lo largo del final de su vida y fueron adornos de su casa.