LOS JUGADORES DE CARTAS
Este cuadro es una obra de Cezanne y se encuentra realizado al óleo.
De esta obra se encuentran diferentes versiones, esta sería la quinta versión del cuadro y su finalización dataría del año 1895.
Trata de una pintura de género o costumbrita, ya que los protagonistas están realizando una acción habitual.
Esta pintura es postimpresionista.
Ambos personajes centran su mirada en sus respectivas cartas, ajenos al resto del mundo, y profieren a la escena de un ambiente solemne y sereno.
El color es impregnado en el lienzo a través de pinceladas fluidas.
La composición presenta signos de simetría y podemos diferenciar distintas figuras geométricas como el brazo del hombre que está a la izquierda.
La obra expone formas definidas en los torsos y brazos de los personajes que, de forma simplificada, se aproximan a la geometría en forma de volúmenes de cilindros u ovoides, definidos por el alto contraste que se forma entre los cuerpos y el fondo, acentuados por el trazo de la línea oscura que dibuja sus contornos, definiendo aún más la sensación de peso y quietud. Se contempla que los torsos de los personajes son sólidos, abultados y desproporcionados en función al resto del cuerpo.
El color es, sin lugar a dudas, el gran protagonista de la obra. La paleta cromática es limitada pero de suntuosos matices, teniendo relevancia las tonalidades rojizas, amarronadas y/o anaranjadas.
Un color marrón oscuro aparece a partir de la mitad superior del cuadro siendo aún más opacado por la presencia de manchas cercanas a la oscuridad del negro.
Con certeza, no se trata de una casualidad que el pintor haya colocado el eje del cuadro –definido por la botella- ligeramente hacia la derecha. Con ello se generan dos secciones espaciales desiguales. El personaje de la izquierda, con una mayor porción espacial y luciendo el íntegro de su torso, parecería avanzar hacia su oponente haciendo que éste último retroceda perdiendo espacio, al punto de hacerle expulsar, parcialmente, del cuadro.
En función al ejercicio mental, en ella también estás expuestos, a través de la formalidad y la cromática, los intentos de representación de la percepción humana.
Buen intento, aunque el comentario queda algo destartalado.