Composición en rojo, amarillo y azul.

Se trata del cuadro llamado ¨Composición en rojo, amarillo, y azul¨ de Piet Mondrian (1930); perteneciente al Neoclasicismo. Utiliza la técnica de óleo sobre lienzo y lo podemos encontrar en el museo Tate Modern Collection, Londres.

Mondrian realiza obras que parecen muy sencillas en la forma pero  que resultan muy complejas en el concepto. . El resultado es una composición completamente equilibrada, donde el color, forma y disposición están estudiados según un perfecto orden mental, e influenciadas por sus creencias espirituales.                                                       Lo horizontal y lo vertical representan los polos opuestos de la existencia: lo espiritual y lo material, lo masculino y lo femenino, lo positivo y lo negativo…;  ¨su unión¨,  es la felicidad.

 La composición se caracterizara por:

 – Un conjunto de cuadros realizados en colores primarios ( rojo, amarillo y azul )  porque son los cuales que a partir de su combinación, se forman todos los demás ( verde, naranja, morado … )

  – La delimitación del espacio de los colores por líneas negras y en algunos cuadros, interiores se terminan en  blanco . Con ellas se  definen espacios haciéndolos más pequeños , más grandes, más anchos, más estrechos o más altos. Por ello toda obra  se individualiza  y crea diferentes sensaciones como expansión, o incluso agobio o claustrofobia.

  – La desigualdad en cuanto al grosos en las líneas. Para evitar la sensación de caída de un color rojo, la línea tiene que ser más gruesa  para contener ese efecto. El resultado es una expresión más dinámica.

   –  Carece de bordes, con ello el color se puede expandir y el espectador entrar o salir. Parece así que los colores están suspendidos.

– Se omite cualquier línea curva o diagonal y todo aspecto que implique profundidad o movimiento. No existe efecto de tridimensionalidad.

– La visión óptica de los colores y el entramado, por el espectador, es lo que crea el ritmo.

                                                                                                                                                           En cuanto a contexto, Piet Mondrian, nacido en una familia calvinista, fue influido por la teosofía, en la que en todo el universo está presente lo espiritual y la idea de Dios.                                                         Después de unos años de pinturas basadas en la naturaleza,  pronto fue influenciado por el fauvismo y sobre todo por el cubismo, sobre todo lo sintetizó, como en el  Bodegón de jarra con jengibre.       Considerando que el cubismo  aún guardaba vínculos con la naturaleza, hacia 1917 comenzaría su etapa del   neoplasticismo,  basada en el abandono de cualquier referencia de la naturaleza.    Sus cuadros deben estar formados por elementos plásticos, la línea vertical  y horizontal; y entre ambas campos de colores vivos y planos, rojo, azul y amarillo .                                                                                        

Personalmente las abstractas obras de Mondrian son incomparables, y ya no solo por el buen contraste de colores primarios, sino por la capacidad de querer representar elementos naturales y hacer salir profundos sentimientos, mediante formas básicas cúbicas sin ningún tipo de tridimensionalidad.

 

 

 

 

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