La Etapa Azul de Pablo Picasso, iniciada en 1901, encuentra entre sus principales exponentes el óleo llamado El viejo guitarrista ciego, de 1903, y que actualmente se encuentra custodiado, estudiado y expuesto en The Art Institute of Chicago . Se trata, quizá, del momento de mayor madurez artística de Picasso al respecto de esta etapa, debido a la composición, la técnica, el trasfondo y la inspiración. El Picasso posimpresionista se transforma en un Picasso introspectivo y pesimista, en el que se destaca su emotivo carácter reivindicativo. El viejo guitarrista ciego fue pintado en Barcelona en 1903, casi con toda probabilidad tras presenciar el joven Pablo Picasso una escena similar por las calles de la capital catalana.
El cuadro presenta a un anciano, en posición de “Z”, con el cuerpo agachado y la cabeza inclinada, como agobiada por el peso de la oscuridad. El color azul domina el cuadro, se trata de un color frío, como fría y monocroma. La cabeza cae hacia abajo enmarcando con ella horizontalmente, el cuadro como enmarcada se encuentra la perspectiva de su vida frágil y vulnerable. Nuestros ojos se dirigen a la diagonal de la guitarra, ya que se puede intuir que este señor se ganaba la vida con la música. Tanto física como simbólicamente, el instrumento llena el espacio que el delgado cuerpo deja vacío. La guitarra es, probablemente, el único medio que el pobre mendigo tiene para sobrevivir al hambre. Destaca, por supuesto, la enorme influencia que ejerce El Greco (1541-1614) al respecto del pretendido alargamiento del cuerpo del anciano, tanto en sus brazos y piernas, como en su rostro. Además, aunque la paleta empleada es sensiblemente más fría que las que empleó El Greco en su día, resulta evidente que el tratamiento realizado por Picasso en la piel, las facciones del rostro o las texturas son un tributo al pintor tardorenacentista. El viejo no es importante, no es nadie, lo único importante de él, para los ciudadanos que discurren por las calles, son los compases que emanan de la guitarra. Es una persona sin rostro, ciega, invisible. Con ello, Picasso muestra a la burguesía que los artistas no son meros productores de obras de salón, ofreciendo un óleo incómodo que pretende hacer recapacitar al observador.
El comentario es muy interesante. Echo de menos el contexto y la referencia a las fuentes para poder evaluar tu aportación.