1. Identificación.
El Auditorium de Chicago es la primera obra del equipo formado por Dankmar Adler y Henry L. Es un edificio de complejo programa, destinado a funciones de teatro de la ópera, para seis mil espectadores, hotel y oficinas.

Los protorrascacielos de Chicago habían insistido en la estética del bloque, pensando las fachadas como un elemento de simple cerramiento externo.
Se usan los materiales propios de la Segunda Revolución Industrial, como el hierro y el acero, que permitieron unos muros más altos y ligeros y una mayor apertura de vanos.

2. Autores.
Dankmar Adler: Arquitecto alemán, representante del Art Nouveau, nacido el 3 de julio de 1844 en Stadtlengsfeld (en Prusia, actual Alemania) y muerto el 16 de abril de 1900 en Chicago (Estados Unidos).
En 1881 se asoció con Louis Sullivan; ambos fundaron una de las asociaciones más prestigiosas e influyentes de la arquitectura norteamericana. Bajo la firma Adler & Sullivan realizaron una serie de edificios comerciales que sentaron las bases de los nuevos principios de la arquitectura moderna.

                             
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Henry Sullivan: (Boston, 1856 – Chicago, 1924) Arquitecto y teórico estadounidense. Hijo de padre irlandés y de madre suiza, pero de origen francés, emigrados a Estados Unidos, Sullivan pasó su juventud con los abuelos en la campiña de Boston. Estudió en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Cambridge.

                     
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3. Análisis
El edificio presenta una estructura horizontal que utiliza materiales nuevos, sobre todo el hierro, que permitieron al arquitecto abrir prácticamente la totalidad del muro, aumentando la iluminación y la ventilación.
La fachada es propia de una de las dos técnicas constructivas de la Escuela de Chicago, en la que se oculta el armazón arquitectónico con recubrimientos decorativos de raíces historicistas.

                           
Los pisos bajos son almohadillados, y los pisos altos, lisos, por lo que se crea un degradado de color en el edificio. Además, la parte central está compuesta por arcos y columnas que estructuran el edificio.
La finalidad de estas construcciones es aprovechar el suelo, construyendo el mayor número de pisos posible en una sola manzana. Esta estructura cambió el aspecto de las ciudades modernas, de las que los rascacielos es hoy parte esencial.

La incorporación del ascensor a los edificios se hizo común en esta escuela y permitió una mayor altura en las construcciones.
El edificio Auditorium se considera una anticipación de la arquitectura racionalista del movimiento obrero.