Contrapropaganda

En esta actividad creativa se parodia la campaña de Geenpeace donde los principales políticos españoles aparecían como niños ingenuos cargados de buenas intenciones. Ahora los candidatos se sustituyen por los selfies de descreídos adolescentes que saben que las imágenes, y las palabras, no son neutras.
¡Qué mejor arma deslegitimadora que la risa provocada por un chiste visual!
Los memes al poder.



