Restauración de las Vidrieras de la Catedral de Jaén
Como bien sabéis las vidrieras de la Catedral de Jaén están siendo restauradas. El encargado de hacer la restauración es un viejo conocido en nuestro centro: José Luis Camacho. Hace una década José Luis ( junto a Fernando Cortés Pizano) fue partícipe de la restauración de las cinco vidrieras neocubistas que decoran nuestro salón de actos.
También sois conocedores que el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) El Valle está considerado un ejemplo de edificación moderna de interés cultural, y que por ello, partes del edificio están incluidas en el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. Mantener conservadas las cinco vidrieras era un objetivo obligado e indispensable a la hora de seguir considerando a nuestro centro un bien cultural merecedor de respeto.
https://aulatallerartes2.wordpress.com/2011/03/09/30-2/

Por segunda vez José Luis tiene la responsabilidad de conservar parte del patrimonio artístico jienense. Y en esta ocasión, como ya se ha dicho, se trata de conservar el monumento más emblemático de la capital. Y al igual que pasó con nuestro centro, el objetivo de las obras de reparación de las vidrieras es claro: cumplir todos los requisitos exigidos para que la Catedral de Jaén sea declarada Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Sin la conservación de esa «parte» se pierde el todo.
En otros países la correcta y buena conservación del patrimonio en vidrio es un objetivo prioritario que se consigue gracias a la abundancia de artesanos dotados de una formación reglada. Nuestros vecinos franceses destacan en ello. En España en cambio el olvido de las vidrieras se extiende especialmente en el sur. Se carece de centros docentes públicos y privados. Se puede salvar de este alegato pesimista la Real Fabrica de Cristales de Segovia. Por contra, aquí, en Andalucía la Fábrica de vidrio de La Trinidad es sólo un edificio relevante a nivel arquitectónico y etnográfico.
Es por ello necesario reconocer la importancia del trabajo de José Luis, que también es una figura digna de elogio cuya labor tenemos que saber valorar y conservar por estos lares. En Andalucía hay escasez de artesanos que demuestren su buen oficio. Pasado el boom de la construcción muchos intrusos se quedaron por el camino.
Aprovecho la ocasión para agradecer a José Luis los consejos que ya me ha dado en mi aprendizaje autodidacta como pintor de vidrieras. Hoy he puesto el horno según sus instrucciones. El fondo de mi padre es pura experimentación. He usado los restos del vino elaborado por mí. Al trasegarlo he aprovechado el que estaba sucio, el que tenía posos. También he creado una textura salpicando alcohol. No me gusta usar goma arábiga. Ahora voy a probar con el famoso glicol del que tanto hablan en Youtube los anglosajones. También me he puesto en contacto por Wallapop con alguien que vende sus grisallas; los precios son a veces prohibitivos.
Mañana el horno ya estará frio. Ya mostraremos los resultados. No me importa que sean demasiado opacas. Tan sólo son ejercicios previos antes de que mi alumnado haga sus trabajos. Prefiero errar primero.
Lo dicho José Luis, sabemos de tu buena predisposición para hacerte una visita, esperamos que desde las altas instancias tampoco haya problema. Por cierto, me encanta la foto en picado desde la catedral que has publicado en Facebook. Curioso, las esculturas no están acabadas, sólo desbastadas.
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