ENTREVISTA A PATRICIA GARCÍA-ROJO

Patricia García-Rojo es una autora imprescindible de la literatura juvenil, aunque también de la literatura infantil con sus libros de “El Club de la Lupa”, entre otros. Son muchos los galardones que avalan su trayectoria, su firma se ha convertido en habitual en los mejores sellos editoriales y, a punto de sacar su último título, Los Cazamisterios  el 24 de marzo, accede instantáneamente, con su simpatía habitual, a esta entrevista.

Dada tu mirada artística, conociendo tu deseo de ser bailarina o pintora, dedicarte a la Literatura es algo lógico, pero ¿cómo fueron tus inicios en este mundo? ¿Cómo supiste que lo que escribías tenía, por lo general, un público juvenil?

Mis comienzos fueron los concursos de relato a los que mi profe de Lengua me animaba a presentarme en el instituto. En general, mis profesores alentaron mucho mi literatura. Fotocopiaban y compartían mis historias en la sala de profesores y celebraban cada uno de mis premios como si fueran propios. Me sentí muy querida y muy acompañada. Pero en ningún momento fui consciente de estar escribiendo literatura juvenil. Por aquel entonces leía mucha fantasía épica, del tipo de El Señor de los anillos, así que escribía lo que leía. En la universidad comprendí que en España no era mayoritario el público adulto que se acercaba a ese tipo de narraciones y decidí enfocarme en el juvenil, como hacía Laura Gallego, para llegar a más lectores.

Como lectora, ¿qué libros consideras que han influido en ti de manera definitiva? ¿Qué libros crees que te han marcado y, en su momento, te han hecho ser escritora?

Sin duda, esos títulos de épica fantástica de los que hablábamos: El Señor de los Anillos, La puerta del Caos, Las crónicas de Belgarath… Pero también la literatura de Jostein Gaarder, siempre a un paso entre la filosofía y la fantasía más anclada en la realidad. O los poemas de Salinas y Gloria Fuertes, o las novelas del Realismo… O Harry Potter, Memorias de Idhún… En realidad, siento que todo lo que he leído ha marcado mi literatura.

Tienes muchos reconocimientos por tu obra: comenzaste con el Premio Andalucía Joven de Narrativa con La fábrica Creátor, finalista del Premio Gran Angular con Lobo: el Camino de la venganza (SM) -que confieso que me encantó-, ganadora después de éste en 2015 con El Mar, finalista otra vez con el Asesino de Alfas, una trilogía trepidante que recomiendo, Premio Ciudad de Málaga con El secreto de Olga (Anaya), además de los Templis, Premio Hache… ¿Qué importancia han tenido estos reconocimientos para ti según el momento en el que te han llegado?

Los premios son las puertas que me atrevo a abrir. Soy introvertida, aunque no lo parezca, y me da mucho corte llamar a la puerta de una editorial, así que envío mis manuscritos a los premios para ver si me publican. Luego resulta que a veces tengo suerte y que, entonces, los premios se convierten en algo así como una confirmación de que voy bien, de que no es una locura seguir escribiendo, de que apostar por la fantasía es lo correcto. Los premios han llegado siempre cuando más los necesitaba: cuando no sabía cómo publicar, cuando mi primera editorial quebró, cuando sentía que había perdido el rumbo… Estoy muy agradecida, cada reconocimiento ha puesto una luz.

– Tus novelas rebosan de gran imaginación, de fantasías bien construidas y también de acción. En alguna ocasión te he oído decir que los sueños son una gran fuente de inspiración para tus novelas, pero ¿cómo se desarrolla después todo ese universo que se despliega en ellas?

Con paciencia, tiempo y trabajo. Desde que surge ese primer chispazo de imaginación hasta que me siento a escribir esa historia pueden pasar años. Pienso mucho en la idea, sobre todo mientras conduzco al trabajo, fantaseo, le doy vueltas, lo hablo con mi marido para ver qué forma tiene… También me documento, hago esquemas, preparo la estructura de la obra -para mí el andamiaje es fundamental-… Al final, en lo que menos tiempo tardo es en escribir al ordenador.

– ¿Qué dirías a los jóvenes y niños, pues también tienes novelas para un público menor como El secreto de Olga o la colección El Club de la Lupa, para que leyeran tus novelas?

Que prueben las primeras páginas y que si no los convencen, que cambien de libro. Hay una historia para cada uno de nosotros, esperándonos. Y también hay un momento concreto para cada novela. Recuerdo que cuando comencé a leer a Laura Gallego, no me enganché. Leí varias páginas y no me gustó. Al año siguiente, lo intenté de nuevo y me enamoró. 

Además de escritora, eres docente y responsable de la biblioteca escolar. ¿Qué papel crees que juegan las bibliotecas escolares en el fomento de la lectura? ¿Tienes algún consejo o proyecto que te parezca especialmente interesante para compartir con otros responsables de bibliotecas escolares dad tu experiencia?

No soy una bibliotecaria modelo. Estamos tan saturados como profes que a mí me cuesta llegar a todo, como bibliotecaria me centro en proveer la biblioteca de todas las novedades posibles y leerlas para poder recomendarlas a los alumnos según sus gustos. Me encanta charlar con ellos, compartir sensaciones sobre tal o cual saga, emocionarnos con autores. También tenemos la biblioteca ambulante, un carrito con el que recorremos los recreos ofreciendo libros. Causa sensación, pero sobre todo porque está actualizado. Tenemos literatura juvenil contemporánea.

De todos los personajes de tus novelas, ¿con cuál te has sentido más identificada y por qué?

Fénix, de Lobo. El camino de la venganza, es quizá mi personaje más transparente. De todas mis novelas publicadas, es la segunda que escribí. Y ahí estaba yo, en pleno tránsito de chica enamorada a mujer sola. No fui consciente mientras lo escribía, pero lo releo ahora y me produce ternura. 

 

 

– Tu faceta menos conocida es la de poeta, pero has publicado poemarios como El Café de por las tardes, Amar es aquí,  El hombre, la casa, la luz y Cumpleaños número 15, entre otros. La poesía y la narrativa son géneros muy diferentes, pero, en tu caso ¿qué crees que se aportan uno al otro? O, por el contrario, ¿los sientes como dos facetas completamente separadas en ti como autora?

Son dos facetas totalmente separadas. Me siento, de hecho, dos mujeres distintas. Hay una quietud, una contemplación, en mi poesía, que no existe en mi prosa. Y viceversa. A veces se producen transparencias, y lo de una aparece en la otra, pero intento corregirlo. Un exceso poético puede convertir en ñoña una novela.

¿Tienes un lugar fijo para crear o manía, momento preferido del día, u otras circunstancias que prefieras a la hora de escribir?

Me encanta escribir por la mañana y no soporto escribir de cara a la pared. Tengo que tener campo por delante, verde, aire. Y me encanta escribir cuando estoy de vacaciones, cuando puedo ser solo escritora y no lo compagino con nada. ¡Qué sueño hecho realidad vivir solo por y para la literatura! Pero no sé si podría mantenerlo a largo plazo…

Tengo que preguntarlo: ¿en qué andas ahora? ¿Podemos saber de qué va tu nueva novela? ¿Tendremos una cuarta entrega de la saga Asesino de Alfas que a tantos nos ha tenido en vilo?

Ojalá tuviese confirmada esa cuarta novela, pero por ahora no asoma en el horizonte. Este año tengo por delante muchos proyectos infantiles, me gusta ir alternando. Y estoy muy ilusionada con ellos, la verdad, pero todavía no puedo contar nada.

– Te damos las gracias por tu accesibilidad, tu colaboración y te deseamos que sigas triunfando con tus libros como has venido haciendo.

– Muchas gracias, es un placer.

 

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