Publicación de microrrelatos premiados en Terror Adalides: IV Certamen Escolar de Microrrelatos de Terror

A continuación se publican los microrrelatos premiados en las diferentes categorías de Terror Adalides: IV Certamen Escolar de Microrrelatos de Terror. Esperamos que disfruten de ellos.

 

Alumnado de 1º y 2º cursos de Educación Primaria del C.E.I.P. Adalides

 

1º premio

RESISTIRÉ

Estaba sentada en mi cama, cuando de repente oí un ruido debajo de la cama, me asomé y había un monstruo que cuando me vio empezó a cantar… Resistiré al coronavirus… Resistiré… al coronavirus…

Valeria Gutiérrez Rodríguez (1º A).

 

2º premio

EL BOQUETE

Érase una vez un hombre que un día en la oscuridad de la noche, caminando por el bosque, de repente se encontró una vieja casa abandonada entró y… ¿Que vio? ¡Un gran boquete!, negro y oscuro, metió una pierna y se cayó en él. Cuando pudo abrir los ojos vio un destello de luz brillante al fondo. Lo siguió y junto a él se acercó una criatura mágica y fea que lo ayudó a salir. ¡Volvió a casa! Estaba deseando volver a verle.

Alba Turrillo Arjona (2º A).

 

3º premio

EL NIÑO ESQUELETO

Érase una vez un niño que vivía en una casa muy guay pero a la vez muy peligrosa. Había muchos armarios con muchos monstruos dentro. Un día el niño abrió uno de los armarios y se le metió un alma dentro. Tenía el corazón de color azul. Y le dio poderes. Pero solo podía usar los poderes para defenderse. Unos días más tarde fue a un cementerio y se encontró allí un esqueleto mágico. Entonces el esqueleto dijo: «Me transformaré en ti». El niño se convirtió en el esqueleto. Buscó un abrigo para taparse y unos pantalones negros con unas chanclas rosas. Daba más miedo la ropa que llevaba porque cuando la abría, salían un montón de perros lanzando rayos al abrir la boca. También tenía el poder de la telequinesis para mandar a sus enemigos volando. Cuando llegó a su casa, sus familiares estaban muy asustados porque no lo reconocían. Así que se quedó en la calle matando a sus enemigos.

Miguel Peña Ruiz (2ºB).

 

Alumnado de 3º y 4º cursos de Educación Primaria del C.E.I.P. Adalides

 

1º premio

JUEGOS OSCUROS

Era una noche de frío e invierno, la brisa del viento le daba en la cara a los habitantes de la casa de la calle Girasoles 21. Los niños de la casa jugaban con sus juguetes bajo las mantas del sótano, jugaban a guerras o peleas chocando los muñecos unos con otros y después se peleaban entre ellos. Siempre hacían lo mismo, los juguetes se rompían, unos los arreglaban otros los tiraban a la basura. LLegó la noche de Halloween, esa noche donde los muertos salen a la calle, los niños pedían caramelos disfrazados, después se fueron al sótano como siempre. Al bajar, la puerta se cerró de repente, no esperaban lo que iba a pasar, los juguetes cobraron vida y vieron su ejército de juguetes delante de ellos, iban a devolverles a los niños todo el sufrimiento que ellos les hicieron pasar.

Adrián Ortiz Rey (3º A).

 

2º premio

EL FANTASMA

Erase una vez una niña que se llamaba Arco Iris.
Una noche, mientras iba por el pasillo de su casa para el cuarto de baño a ducharse, se encontró con un fantasma.
Arco Iris se asustó mucho y dio un grito:
-¡Ohhhhhhh!
De repente vio que el fantasma tenía unos brazos muy pequeños, unos pies chiquititos y que hacía el ruido de un dinosaurio:
-¡Ahhhhh!
De pronto el fantasma dio un salto y se le cayó la sábana que llevaba. ¡Era el hermano de Arco Iris!  Arco Iris se puso muy contenta de que no fuera un fantasma de verdad, pero se enfadó un poco con su hermano por haberle asustado.

Silvia Barragán Silva (3º A).

 

3º premio

LA MALDICIÓN DEL MINERO

A Luis le gustaba mucho buscar metales con el detector.
Ese domingo fue al bosque junto a la vieja mina abandonada. Después de andar un rato el detector sonó y comenzó a excavar. De pronto, se abrió a sus pies un agujero enorme.
-¡Socorro!- dijo el muchacho mientras caía por el túnel.
-Menudo golpe me he dado- pensó mientras se quitaba el polvo.- ¡Pero qué demonios es esto que ven mis ojos!- allí mismo había una tumba junto a un pico de minero y un pequeño cofre. Aunque estaba muerto de miedo, no pudo resistir la tentación de abrirlo.
En su interior había pepitas de oro y antes de que pudiera pensar en coger una, su mano ya lo había hecho. El suelo empezó a temblar y rápidamente escaló hasta el agujero, pero cuanto más escalaba más lejos estaba de salir. Notó que algo le agarraba.
-¡Me harás compañía!- susurró una voz.
Al mirar para atrás se resbaló y empezó a caer. Entonces se despertó en su cama.
-¡Ha sido una pesadilla horrible!
Pero en la mano tenía una pepita de oro…

Arturo Gascón Moreno (4º A).

 

Alumnado de 5º y 6º cursos de Educación Primaria del C.E.I.P. Adalides

 

1º premio

MI HERMANA

Mi hermana lleva perdida varios meses. Una tarde mientras estaba en mi habitación, escuché como alguien golpeaba la ventana. Cuando aparté la cortina para comprobar quién era vi a mi hermana en el patio de la casa. Corrí rápidamente hacía fuera para abrazarla pero al llegar ya había desaparecido. De repente, empecé a oír su hermosa voz cantando la canción que cuando éramos pequeñas tanto nos gustaba. Decidí seguirla y según me iba acercando al antiguo pozo que tenemos en el jardín trasero de nuestra casa la voz sonaba más fuerte. Al llegar repentinamente todo se quedó en silencio. Decidí asomarme y pude ver el cuerpo sin vida de mi hermana.

Aitana Iglesias Jarana (6º B).

 

2º premio

UNA NOCHE INTERMINABLE

… y de repente nos vimos dentro del juego mis amigos y yo, todo era negro y gris y las imágenes estaban deformes y amorfas, no podíamos dar un paso sin marearnos, porque todo daba vueltas.
Queríamos salir de allí como fuera, pero el guardián de la puerta no paraba de zamarrearnos. Todos luchábamos con fuerza contra él, pero no podíamos deshacernos de sus garras terroríficas y fuertes, y así, poder escapar de aquel ansioso juego.
De repente mis amigos empezaron a desaparecer como por arte de magia y haces de luces iban y venían. De pronto la cara de mi madre apareció delante de mi nariz y sus brazos me sacudían diciendo: ¡Álvaro, despierta que llegas tarde al colegio y no te olvides de la mascarilla!

Álvaro Benítez García (5º B).

 

3º premio

ATRAPADA EN EL ESPEJO

Estaba de vacaciones en una casa rural. Después de un largo paseo me fui a descansar. Me había quedado dormida, cuando escuché una voz que me despertó, era alguien pidiendo ayuda, abrí los ojos y no había nadie, pensé que era un sueño y cerré los ojos, entonces escuché de nuevo esa voz que pedía ayuda, me levanté y vi un espejo que reflejaba la imagen de una niña pálida que no estaba presente y me dijo:
-Ayúdame dándome tu mano.
Le di mi mano y salió del espejo.
-Ahora eres tú la que está atrapada – dijo.

Celia Muñoz Gómez (6º B).

 

Adultos pertenecientes a la comunidad educativa del C.E.I.P. Adalides

 

1º premio

CANCIÓN DE CUNA

Cuando era pequeña y me despertaba llorando en la oscuridad de la noche, mi madre siempre venía y me cantaba una hermosa canción de cuna. El otro día fuimos a visitar a mi madre y mientras conversábamos tranquilamente en el salón de la casa mi pequeña se puso a llorar desconsoladamente. La cogí del carro y mientras la acunaba le canté la canción que tanto me consolaba a mi cuando era pequeña. Al oírme mi madre me preguntó: «¿Donde la has aprendido? Es preciosa.» Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando me dí cuenta que mi madre no era quien venía a mi habitación.

María del Carmen Jarana Rus.

 

2º premio

EL TERROR HA LLEGADO

El terror ha llegado, sin pensarlo, sin quererlo, pero ha llegado. El terror más horrible, perder a un ser amado. Un terror invisible, un terror silencioso, un terror que encarcela, corazones que tiemblan. No poder besar, no poder abrazar. Tan solo esperar, tan solo soñar, que un día tengamos de nuevo libertad. Y se vaya el horror, y se vaya el dolor. Y volvamos a ser, lo que fuimos una vez.

Melina Campos Gil.

 

3º premio

UNA AMIGA ESPECIAL

Era una noche de lluvia y tormenta. De repente, la luz comenzó a parpadear. Los cuatro nos miramos y de pronto… ¡Pum! Un fuerte golpe se escuchó en el cuarto de los juguetes.
Juntos, agarrados de la mano, comenzamos a caminar hacia la habitación. Todo parecía normal, pero comenzamos a sentir la respiración de alguien por detrás de nosotros. Con miedo nos fuimos volviendo lentamente hacia el lugar del que venía esa respiración y…, ¿eras tú?, ¿existías de verdad?
Como si fueras salida de un sueño, estabas ahí, tal y como día a día nos lo contaba nuestra hija. Eras de color rosa, morado y azul pero, ¿por qué estabas ahí?, ¿por qué la habías elegido a ella?
Era todo un misterio, pero al fin podíamos comprobar que todo aquello que nos contaba era verdad. Cada mañana la acompañaba al colegio, le tomaba la mano hasta llegar a la clase, jugaba con ella.
Pero, ¿por qué ahora también podíamos verla también nosotros?
No sabemos por qué la elegiste a ella, pero para nosotros siempre serás UNA AMIGA ESPECIAL.

Nazaret Silva Salvatierra.

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