El poder de los breakouts educativos
Los breakouts educativos nos facilitan adaptarnos a las diferencias del alumnado a la hora de aprender a través del juego y la cooperación, reforzando la autoestima del alumnado.
Actualmente los centros intentan llevar a cabo metodologías más activas que fomenten el desarrollo de competencias, destrezas y habilidades que lleven al aprendizaje comunicativo y colaborativo. Por ello, los breakouts educativos enfocan su metodología en zonas previamente establecidas, con normas, roles y contenidos concretos.
La unión del proceso del breakout con la metodología del Aprendizaje Basado en el Juego (ABJ), nos va a permitir repasar contenidos, pero también motivar al alumnado en el aprendizaje y multinivelar los contenidos de la materia de una forma más inclusiva.
El alumnado aprende a través de la cooperación ya que la mayoría del tiempo trabajaremos en grupos heterogéneos para adaptar las actividades a los diferentes niveles y a las diferentes necesidades. La interacción entre el alumnado es clave a la hora de compartir conocimientos y mejorar la motivación y la creatividad individual.
Teniendo en cuenta que el juego forma ya parte de nuestra enseñanza en el aula, los breakouts nos brindan la oportunidad de trabajar con materiales específicos, pero con gran variedad tanto de recursos, como de niveles para permitirnos no solo reforzar sino ampliar o extender el conocimiento del alumnado que lo requiera.
Será necesario establecer bien el proceso de trabajo antes de elegir el contenido y estudiar las necesidades del alumnado. La diversidad de actividades nos permitirá trabajar de forma manipulativa o digital pero también trabajar la expresión escrita y oral, la gramática y el vocabulario, la comprensión escrita y oral, la cultura…
Sin duda se fomenta el aprendizaje significativo con actividades lúdicas y otras más mecánicas con las que atender a la diversidad del alumnado, a los diferentes ritmos y capacidades, fomentando la autonomía en el alumnado y trabajando de forma cooperativa.
Con respecto a la evaluación, se fomenta la autoevaluación y la metacognición en el proceso de aprender a aprender. Esto se puede conseguir con rúbricas, listas de control, listas de observación, portfolios…
En los breakouts debería haber oportunidades para aprender de diferentes formas: tocando, leyendo, escuchando…todas ellas, basadas en diferentes estilos de aprendizaje con el profesorado como guía o apoyo, pero siendo el alumnado el principal protagonista con libertad y responsabilidad en la realización de las tareas.
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