La historia del CEIP Miguel de Cervantes, de Los Palacios y Villafranca, comenzó, de forma oficial, el día 1 de Septiembre de 1.976, aunque las primeras clases se impartieran en el mismo durante la primavera del citado año, ya pasada la Semana Santa.
El edificio en sí se levantó sobre una parcela de más de doce mil metros cuadrados, sobre tierras de viñedos y manchones, en el predio de “Marchenilla”. En su momento, fue el edificio escolar de mayor envergadura de nuestra localidad. De dos plantas, bien orientado, con numerosas aulas, amplios pasillos, laboratorio y servicio de comedor, siendo mantenido éste ininterrumpidamente desde el nacimiento del Colegio, y siendo el único de nuestra localidad.
En un principio, el Colegio Cervantes, “el de las vallas amarillas”, como era distinguido por los vecinos de nuestro pueblo, contaba con un pequeño gimnasio, que finalmente sería reconvertido en biblioteca, dada la necesidad de habilitar nuevas aulas ante la saturación de alumnos en el Centro. Posteriormente, y siempre guardando la estética y armonía del edificio primitivo, se llevaron a cabo dos ampliaciones: la del bloque de Educación Infantil y la de las aulas de Educación Especial, anexas al edificio principal.
Nuestro colegio, a lo largo de su rica historia, ha ido ganando en belleza, sobre todo gracias al hermoso zócalo de azulejería que decora la entrada principal del edificio, así como el mural del patio, ambos realizados, en diferentes etapas, por maestros y alumnos en el taller de cerámica del Centro.
A lo largo de sus cuarenta y siete años de existencia, siempre ha sido un colegio muy demandado, al contar con una plantilla muy estable de profesores.
Desde su fundación en 1.976, cinco han sido las personas que, desde su cargo de Directores, han llevado el timón de nuestro colegio: D. Manuel Herrera Rodas, D. Antonio Cruzado González, D. Francisco Begines Begines , D. José Luis Pérez Romero y Dña. Cristina Caro Cano, que obstenta el cargo desde el año , y muchos han sido los profesores que durante estos años han sabido sembrar en los alumnos la semilla de la sabiduría, de la constancia, de la responsabilidad y de una profesionalidad incuestionable que cada uno de ellos ha derrochado a diario en sus clases.
Como datos históricos hay que reseñar, por su importancia, la visita que en Febrero de 1.977 realizó al Centro el por entonces Cardenal Arzobispo de Sevilla, el aragonés, D. José María Bueno Monreal, la existencia de una tuna estudiantil en la década de los ochenta, así como la realización de dos grandes exposiciones: ”Andalucía: tierra, hombres y afanes” y “Andalucía: cerámica y alfarería”
Y sabido por todos es que el proyecto más ambicioso del Colegio Público Miguel de Cervantes es el Certamen Literario “Día de las Letras”, con cada vez mayor participación y mayor calidad literaria en las obras presentadas a concurso. Paralelamente a la celebración del Certamen, hemos de destacar en estos últimos años la realización de diversos audiovisuales conmemorativos y una obra teatral relacionada con diferentes temáticas como la historia de nuestro pueblo, el flamenco, el cuidado del planeta, los inventos, la evolución de la educación desde tiempos prehistóricos, los inventos,… donde suele participar gran cantidad del alumnado de 3º, 4º, 5º y 6º, tanto en su representación teatral como en la realización de coreografías. Sin duda es una de las experiencias que con mas cariño recuerdan nuestros alumnos.
No podemos olvidarnos de las actividades deportivas, que han tenido muchísima importancia en la vida de nuestro Centro desde sus inicios, destacando los logros alcanzados por nuestros equipos de baloncesto, minibasket y voleibol, tanto a nivel local como provincial y regional. Numerosos trofeos corroboran la trayectoria deportiva de nuestros alumnos.
Pero de lo que todos podemos estar completamente seguros es de que la labor educativa que nuestro colegio ha realizado en sus treinta y cinco años de existencia, viene avalada por el gran número de hombres y mujeres palaciegos que, hoy en día y desde sus puestos de trabajo, en muy variadas profesiones, se enorgullecen de haber pasado por sus aulas y haberse hecho en ellas hombres y mujeres de bien. Se trata de muchas generaciones de palaciegos cuyas señas de identidad han sido curtidas, a través de los años, en nuestro colegio.