El otoño ha llegado a nuestro huerto escolar, trayendo consigo cambios en la naturaleza que nos ofrecen una lección valiosa sobre los ciclos de la vida. Las hojas comienzan a caer, los días se hacen más cortos, y la temperatura refresca, pero lejos de ser un tiempo de descanso, el otoño es una estación activa en nuestro huerto, llena de nuevos retos y oportunidades.
Los Cultivos de Otoño
Con la llegada del otoño, en nuestro huerto realizamos un cambio en los cultivos. Es el momento perfecto para plantar hortalizas de temporada, que se adaptan mejor a las temperaturas más frescas y a los días más cortos. Entre los cultivos de otoño, destacan:
- Lechugas y espinacas: Estas hortalizas de hoja verde crecen rápidamente y aportan nutrientes esenciales.
- Acelgas y coles: Plantas resistentes al frío que se desarrollan bien en climas templados.
- Zanahorias, rábanos y remolachas: Cultivos de raíz que son ideales para esta época del año y que se benefician de la tierra rica en nutrientes después del verano.
- Ajo y cebolla: Plantamos estos bulbos para cosechar en primavera, aprovechando que el otoño es su temporada de siembra ideal.
Tareas de Mantenimiento en el Huerto de Otoño
El otoño también es una temporada de mantenimiento y preparación para el invierno. Durante esta época, realizamos varias tareas fundamentales para asegurar la buena salud del huerto:
- Limpieza del huerto: Retiramos las plantas que ya han completado su ciclo, dejando espacio para los nuevos cultivos y evitando la proliferación de plagas o enfermedades.
- Acolchado: Cubrimos el suelo con materiales orgánicos como hojas secas o paja para mantener la humedad y proteger las raíces de las plantas de las temperaturas más frías.
- Enriquecimiento del suelo: En otoño, aplicamos compost para nutrir la tierra después de las exigencias del verano. Los estudiantes han aprendido sobre el compostaje y han participado activamente en la creación del compost utilizando restos de alimentos y residuos vegetales del huerto.
Observando los Cambios del Otoño
A medida que las estaciones cambian, el huerto escolar se convierte en una aula viva donde los estudiantes pueden observar de cerca los efectos del otoño en las plantas. Los cambios en el clima son evidentes: los colores de las hojas se tornan marrones, amarillos y naranjas, y los estudiantes aprenden sobre la caída de las hojas y cómo las plantas se preparan para el invierno.
Hemos aprovechado esta época para realizar actividades educativas en las que los estudiantes registran estos cambios y analizan cómo las condiciones climáticas influyen en el crecimiento de las plantas. La ciencia y la naturaleza se combinan para ofrecerles una comprensión más profunda de los ciclos de la vida vegetal.
La Importancia de la Temporada en el Huerto
El otoño enseña a nuestros estudiantes a apreciar la importancia de las estaciones y a respetar el ritmo natural del huerto. Comprenden que cada estación tiene su propósito y que el huerto requiere cuidados continuos durante todo el año. Este es también un momento ideal para reflexionar sobre el uso responsable de los recursos, como el agua, que ahora utilizamos de manera más controlada debido a las menores temperaturas.
Preparación para el Invierno
El otoño es una temporada de preparación para el invierno. Además de plantar cultivos que resistirán el frío, nos aseguramos de que las plantas más delicadas estén protegidas. Colocamos pequeños invernaderos en algunas zonas del huerto para mantener la temperatura estable durante los días más fríos.
Además, enseñamos a los estudiantes la importancia de planificar para el futuro. A través de talleres, aprenden a diseñar calendarios de siembra y a prever las necesidades del huerto para los próximos meses.
