DESARROLLO SOCIO AFECTIVO E INTELECTUAL DE 3 A 5 AÑOS.
El período de edad comprendido entre los tres y los cinco años, que se corresponde con el segundo ciclo de Educación Infantil, se caracteriza por una serie de rasgos evolutivos que afectan al desarrollo socio afectivo e intelectual de los niños. Al llegar al colegio se abre ante él un mundo fascinante, en el que perfeccionará muchos movimientos que le permitirán dibujar y escribir, empieza a adquirir un vocabulario que permitirá un gran avance en su capacidad de comunicación, también de sus sentimientos y fantasías, produciéndose un gran cambio en su forma de pensar que le facilitará una mejor comprensión del mundo que le rodea.
- Desarrollo de sus movimientos.
Su forma de caminar, correr, saltar… se va perfeccionando en este periodo. Se afirman los movimientos más precisos y todos los relacionados con la motricidad fina. Avanza hasta manejar el lápiz de forma casi perfecta con cinco años, así como comer, abrochar, etc.
- Desarrollo de su personalidad.
La personalidad se va conformando medida que el niño crece y según las experiencias que va teniendo, crece la importancia de sus relaciones con los demás. Alrededor de los tres años se encuentra en un estado prosocial, le cuesta relacionarse y es el momento del «no» y del uso de las rabietas para salirse con las suyas. Esta etapa de oposición es normal y forma parte de un desarrollo adecuado.
- Desarrollo intelectual.
Desde este punto de vista, el principal cambio radica en poder prescindir de las cosas y personas para referirse a ellas. Ejemplo de ello es el juego simbólico, de ahí su elevada importancia en la Educación Infantil. Avanzará desde razonamientos vagos e imprecisos, y a medida que vaya desarrollando el lenguaje y ordenando todo el conocimiento, llegará a alcanzar un pensamiento más elaborado y más parecido a la forma de pensar del adulto. No tiene claras las nociones temporales, avanzando también en la interiorización de éste difícil concepto.
- Desarrollo del lenguaje.
En esta etapa el lenguaje experimenta grandes e importantes cambios, no sólo porque tiene más vocabulario, sino porque va a aprender otras características esenciales de la comunicación, como la construcción de frases de forma adecuada y el poder iniciar y mantener conversaciones como hacen los adultos.
- Manifestaciones de lo que es y puede hacer.
Es a través del dibujo y del juego como el niño representa el mundo que va descubriendo. De una forma divertida, placentera y espontánea, dibujando o jugando, podemos conocer al niño, cómo se siente y piensa. Por medio de ello, podemos desarrollar su creatividad, solucionar problemas, mejorar su aprendizaje y su lenguaje.




