Menú Cerrar

Santa Isabel de Hungria curando a los tiñosos

Mañara encargó a Murillo la realización de dos obras donde se recogieran dos ejercicios caritativos que debían cumplir los miembros de la hermandad. Una de ella es asistir a los enfermos durante su curación y darles de comer como se recoge perfectamente en esta obra que contemplamos protagonizada por santa Isabel de Hungría.

Murillo presenta a la Santa rodeada de leprosos a los que cura con sus propias manos. Los enfermos están representados con absoluto realismo, apreciándose incluso sus padecimientos y dolores. La santa lava la cabeza de un joven asistida por varias damas que visten elegantes trajes, contrastando con la pobreza de los ropajes de los tiñosos. Tras ellas se contempla las lentes redondas de una mujer. La escena se desarrolla ante una monumental arquitectura como era habitual en esos momentos creando una composición piramidal que tiene como eje a santa Isabel. La luz dorada baña todos los personajes para crear una atractiva sensación asmorferica que diluye los contornos pero no omite ninguno de los detalles como las calidades de las telas o los reflejos en la palangana de metal. Al fondo, teniendo como escenario un espectacular pórtico, contemplados una segunda escena en la que se representa santa Isabel dando de comer a los pobres, segunda parte del ejercicio caritativo entre los hermanos de la caridad, de los que murillo era miembro desde 1665.

Comparte

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *