Nuestras familias han inundado el centro de cuentos, de animación a la lectura, de castañas calientes ¡y peladas! Han montado un espectáculo cargado de buenos momentos.
Por cierto ¿Nos hemos saludado? No, buenas tardes.
Ha sido tal la intensidad de escuchar esas familias leer, los hijos embelesados viendo a sus madres y padres leer que algunos no han podido reprimir la expresión de sus sentimientos.
Gracias por un trabajo tremendo.