CAPERUCITA ROJA CONTADA POR EL LOBO
CAPERUCITA ROJA, PERO CONTADA POR EL LOBO
Un día yo estaba sentado en un tronco de un árbol en el bosque y vi a una niña con una caperuza roja. Yo estaba hambriento, llevaba una semana sin comer ni una pobre manzana, así que pensé una estrategia: vosotros/as estaréis pensando que cómo me va a gustar una manzana si todos los lobos que conocéis son carnívoros…Pero es que yo soy un lobo muy especial: soy el único lobo vegetariano del mundo. Esa niña, tan rubia, tan guapa y tan sexy, quizás le interese a otros lobos…, pero a mí lo único que me interesa son los deliciosos manjares que van en su cesta. – ¡Ummm!… tarta de manzana, ¡umm!… rica miel, ¡umm!… frambuesas, ¡umm!… rosquillas caseras de chocolate… – Ya sé: le tenderé una trampa atándole una cuerda a dos árboles para que tropiece y así podré quitarle la cesta. Yo me pude comer los deliciosos manjares y Caperucita Roja se cabreó tanto que le pegó un puñetazo a la pared cuando llegó a su casa. Pero del atracón que me metí, y como llevaba tanto tiempo con el estómago vacío, cogí una gastroenteritis de la que todavía no me he recuperado. Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.