Excursión a Zuheros

Hoy, nosotros y los alumnos/as de 5º y 6º, hemos vuelto a clase después de una estupenda excursión a Zuheros. Venimos agotados, pero muy contentos. Hemos estado tres días en compañía de niños y niñas de otras aldeas de Fuente Palmera (Villalón, la Ventilla y Silillos), a los que ya fuimos conociendo en el autobús. Nuestra aventura comenzó cuando el autobús nos dejó a 12 Km del albergue, donde tuvimos que llegar andando, pero con sorpresas por el camino como rapel y cuerdas anudadas por el cauce del río Bailón. Este camino nos sirvió a muchos para ir conociéndonos. Cuando llegamos al albergue por la tarde, nos hicieron grupos mezclados para repartirnos las habitaciones. Dejamos las maletas, nos duchamos y tuvimos un rato libre, que aprovechamos para jugar un partido de fútbol. Durante la cena todos los niños se pusieron en un lado y las niñas en otro, pero en el desayuno ya nos fuimos mezclando. La velada nocturna que nos tenían preparada fue muy divertida, nos reímos mucho y todos recordamos todavía el gran culetazo que nos dimos en uno de los juegos. Después de un rato de charla en la habitación, dormimos como troncos porque estábamos muy cansados. Nos levantábamos temprano para desayunar y comenzar las actividades. Lo que más nos gustó fue la tirolina, la escalada y el puente himalayo. La primera sensación es de miedo (a algunos nos temblaban las piernas), pero al final te alegras de haberlo intentado. Como anécdota recordamos que un maestro se cayó en el puente. También nos gustó mucho el tiro con arco y Maikel fue el ganador en la puntuación. La noche fue «de miedo». Durante un paseo nocturno por el pueblo y después de haber escuchado la leyenda de «la vieja de Zuheros», a todos nos parecía ver cosas extrañas, cosas negras,… Esta segunda noche también estuvimos charlando en las habitaciones hasta tarde, aunque no mucho porque al día siguiente debíamos levantarnos a las 7:30. Esta noche y «a pesar del miedo» todos dormimos mejor (sería por el cansancio). El último día, como ya hemos dicho, madrugamos aún más (7:30 de la mañana) y subimos andando a la Cueva de los Murciélagos y todavía nos quedaban por bajar y subir más de 700 escalones. En la sala de la imaginación jugamos a descubrir formas en las paredes. Fue muy curiosa una piedra, que parecía tener forma de jabalí, otra que se parecía a un hipopótamo y una estalactita que parecía una bruja. También fue fantástico subir al castillo y ver las maravillosas vistas del pueblo. Del Museo arqueológico a todos nos llamó más la atención un brazalete de mármol, que nos contaron que se tardaba hasta dos años en elaborarlo. Luego estuvimos un rato de compras por el pueblo. Compramos queso, aceitunas, miel, morcilla y otros productos típicos de la zona. Después del almuerzo, preparamos las maletas y nos despedimos de todos los amigos y amigas que habíamos hecho estos días. Nos pasamos los números de teléfono, nos firmamos dedicatorias en el brazo,… A todos y todas nos ha quedado un recuerdo inolvidable de estos días de emociones tan intensas y estamos deseando volver a ver a nuestros nuevos amigos y amigas.

Fran Gracia

Physical Education bilingual teacher

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