Menú Cerrar

Inteligencia Emocional y Educación en Valores

Nos hemos hecho de rogar para contaros todo lo que hace nuestro alumnado de Secundaria en torno a la gestión de las emociones y de la educación en valores, pero ya estamos aquí, para que conozcáis las actividades tan interesantes que venimos desarrollando en este sentido… Esperamos que os gusten.

Empezamos explorando en cada alumno/a, las metas que deseamos alcanzar en nuestras vidas para ser felices, planteamiento que tendremos muy presente a lo largo de todas y cada una de las actividades que vayamos realizando.

 

Asimismo, por medio de la fábula de «El elefante encadenado«, estamos aprendiendo que no hay estacas que puedan mantenernos atados, aprendiendo a volar muy alto y convirtiéndonos en muy, pero que muy poderosas águilas imperiales. Así, hemos reflexionado sobre esta fábula y hemos aplicado las conclusiones a nuestras propias realidades.

 

 

 

De este modo, estamos aprendiendo a conocernos y querernos tal y como somos, aprendiendo a cambiar los pensamientos negativos por pensamientos positivos y tomando conciencia de que estas acciones nos llevan a sentirnos bien o mal así como a acercarnos o alejarnos de nuestras metas… por lo que nos estamos haciendo conscientes de que, en realidad… ¡¡nosotros/as elegimos!!

 

 

De igual modo, trabajamos el autocontrol por medio de diversas técnicas que nos ayudan a crecer a partir de la toma de decisiones, tomando las riendas de nuestra vida y haciéndonos responsables de nuestros éxitos y de nuestros fracasos, estableciendo un compromiso y viendo sus frutos. Es evidente que tendremos que equivocarnos, tal y como le ocurrió a Thomas Edison, pero lo importante no es equivocarse, sino intentarlo.

 

Pero además de todo esto, estamos trabajando la EMPATÍA, que es la capacidad para replicar a nuestra mente lo que alguien más está sintiendo o viviendo… ¿Cómo lo estamos trabajando?… Pues a través de tarjetas y construyendo simbólicamente el mundo interior de otras personas a través de la teoría del Iceberg, teoría que afirma que todo lo que vemos constituye sólo un 10%, por lo que estamos dispuestos a explorar todo aquello que no vemos para conocernos mucho mejor.

 

 

Todo esto, lo vamos poniendo en común a través del cuadro «La balsa de la medusa«, que nos ha permitido realizar una tertulia dialógica para retomar la conciencia de grupo, para sentirnos más unidos y para darle el valor que merece a aplicar el optimismo a situaciones que puedan presentarse, cambiando así nuestra perspectiva vital.

 

Pero de vez en cuando, tenemos que hacer un alto en el camino, relajarnos y escucharnos… expresar cómo nos sentimos y, de este modo, volver a tomar las riendas de nuestra vida.

Comparte

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *