
La idea de niño conformada por el equipo a lo largo de estos años es la que nos ha permitido construir nuestro Proyecto Educativo de Centro de forma coherente y profunda con las necesidades auténticas de la infancia. Por este motivo, siempre hemos querido huir de “modos” y hemos reflexionado a fondo sobre la coherencia de las diferentes estrategias metodológicas que hemos ido aprendiendo y aplicando en nuestro proyecto de centro. En este sentido, consideramos que ha sido vital definir esta idea de niño/a que es la que nos lleva a ir construyendo y consolidando nuestro proyecto educativo de centro.
También sentimos imprescindible hacer referencia a diversas referencias significativas , más antiguas o más recientes, que para nosotros han sido y siguen siendo importantes para seguir reflexionando y aprendiendo.
En 1989, Naciones Unidas aprobó la “Convención de los Derechos del Niño” y es en este documento donde se da un papel importante a la infancia, considerando a los niños y niñas como sujetos propios, como ciudadanos, destinatarios de recursos , objetos de servicios y acciones dirigidas no sólo al ámbito educativo, sino también al ámbito social, sanitario, urbanístico y cultural.
Al mismo tiempo, en el reciente documento de la UNESCO “Repensar la Educación”, se hace referencia a diversos aspectos pedagógicos y sociales que dan fuerza a esta motivación. Por un lado, la sociedad actual necesita una visión holística de la educación y el aprendizaje que supere las dicotomías tradicionales entre aspectos cognitivos, emocionales y éticos, así como la necesidad de reafirmar una visión humanista, que suponga aprender a vivir juntos y juntas más allá de las dimensiones sociales y culturales de la interacción humana, para incluir una inquietud por la relación de la sociedad con el entorno natural.
Es por estos motivos que nuestra mirada siempre se ha centrado en huir de pedagogías rígidas y estáticas y hemos apostado por una mirada abierta y flexible donde se pueden reinterpretar y proteger los cuatro pilares de la educación : aprender a conocer, de forma amplia , para poder trabajar en profundidad sobre distintos campos del conocimiento; aprender a hacer, adquiriendo competencias para afrontar diversas situaciones y poder trabajar en equipo; aprender a ser, desarrollando la personalidad propia y ser capaz de actuar cada día con mayor autonomía, más criterio y más responsabilidad personal; y aprender a vivir juntos y juntas, desarrollando una mayor comprensión hacia los y las demás.
Por eso siempre hemos centrado nuestro acompañamiento de forma que la escuela asegure un adecuado desarrollo de las competencias fundamentales , sobre todo la de aprender a aprender, entendida como la capacidad de utilizar el propio conocimiento de manera estratégica y poder percibir lo que nos falta por poder solucionar cualquier problema que se nos presente combinando la información, la comprensión, las habilidades, los valores y las actitudes de forma contextualizada.