Darío López, ganador del VIII Certamen de Escritura Educativa Provincial del C.P.R. Alto Guadalquivir de Coto-Ríos.

Darío nos cuenta en primera persona su experiencia en este certamen:

 

Todo comenzó un día de marzo, nuestro tutor nos anunció la participación del VIII Certamen de Escritura Educativa Provincial del C.P.R. Alto Guadalquivir de Arroyo Frío y Coto-Ríos.

También, nos dijo las bases para el concurso, algo que te haya contado tu abuelo/a, o algo que hayas hecho con él/ella… 

Para los que todavía no entiendan nada, el colegio de Coto-Ríos realiza  un concurso de escritura y por supuesto, nuestro centro participa todos los años. Cada año es una temática, este año fue “Un día mi abuelo/a me contó”. 

Nuestro profesor, Jaime, nos mandó hacer la historia para el lunes siguiente ir corrigiendo y modificando cosas. La verdad es que ningún año pienso en la victoria del premio, porque sé que no voy a ganar. ¿Y qué pasa? Qué no gano. Eso no me importa mucho, lo importante es que siento que me lo he currado y que pienso que lo he hecho bien, no sé si me explico.

Bueno, el caso es el siguiente. Mi historia se titulaba así: “El odio de los juegos tradicionales”. La verdad es que la historia la cambié cientos de veces por mi cabeza dura, y se me olvidó cambiar el título. Hago un pequeño resumen:

La historia trataba de una niña que ayudaba a su abuela a quitarse una espinita debido a que no sabía jugar a los típicos juegos andaluces. 

Sinceramente, no creía ganar este año. Hasta que un día, sobre mediados de abril, mi tutor vino con una buena noticia, mi clase creía que los exámenes que habíamos realizado la hora anterior habían salido bien, pero no era eso, sino que, ¡había ganado! No me lo creía, era irreal. ¡Había ganado!

Fuimos el día 22 de abril a recoger el premio al C.P.R. Alto Guadalquivir desde Burunchel hasta Coto-Ríos, me acompañó mi padre, mi tutor y el director del colegio; mi madre se encontraba trabajando y no pudo. Llegamos sobre las 12:00h. 

Luego, un cuentacuentos muy gracioso estuvo contando cuentos, por supuesto. Luego, en la entrega de premios, me regalaron un libro con temática de magia, y un juego que se llamaba: “El Primero de la Clase”. Posteriormente de la entrega de premios, había un “tapeillo”. Mi padre y yo no nos quedamos porque teníamos prisa, así que nos montamos en el coche, y de vuelta a Burunchel. 

 

Escrito por Darío López Martínez.

 

Updated: 3 de mayo de 2024 — 11:30

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