Ayer el municipio de Burunchel vivió una experiencia única con el paso de la trashumancia, una tradición ancestral que reúne a pastores, rebaños y la comunidad en torno al movimiento estacional del ganado. Este evento no solo nos conecta con nuestras raíces rurales, sino que también nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar prácticas sostenibles y el respeto por la naturaleza.
El sonido de los cencerros llenó las calles mientras cientos de vacas y toros de las ganaderías «Mansa» y «Bravas» recorrían los antiguos caminos trashumantes. Los pastores, vestidos con trajes tradicionales, guiaban con maestría al ganado mientras compartían con los espectadores historias y anécdotas de su oficio.
Los estudiantes del colegio participaron activamente en la jornada, animando a los pastores y siendo partícipes de un oficio que sigue siendo uno de los motores del municipio.
Este evento no solo puso en valor una tradición milenaria, sino que también fomentó la unión entre los habitantes del municipio y los visitantes, fortaleciendo el sentido de comunidad y el compromiso con el medioambiente.
Agradecemos a todas las personas que hicieron posible esta experiencia inolvidable y animamos a la comunidad escolar a seguir involucrándose en actividades que celebren nuestras tradiciones y promuevan el respeto por nuestro entorno.
¡La trashumancia es más que un simple recorrido, es un legado que debemos proteger y transmitir a las futuras generaciones!