Hoy comentaremos algunos textos del tema que estábamos tratando antes del parón: el ascenso de las dictaduras y el periodo de entreguerras (1918-1939).
Distinguiremos en las distintas partes del comentario: clasificación, ideas principales y contexto histórico y luego os dejaré un par de textos para que los realicéis vosotros en vuestros cuadernos.
1. “El fascismo niega que el número, por el solo hecho de ser número pueda dirigir las sociedades humanas, niega que este número pueda gobernar gracias a una consulta periódica. Afirma la desigualdad indeleble, fecunda y bienhechora de los hombres, que no es posible nivelar gracias a un hecho mecánico y exterior como el sufragio universal. Se puede definir a los regímenes democráticos como aquellos que dan al pueblo, de tiempo en tiempo, la ilusión de la soberanía (…). El fascismo rechaza de la democracia la absurda mezcla convencional de igualdad política, el hábito de la irresponsabilidad colectiva, el mito de la felicidad y del progreso indefinido. Pero si la democracia puede entenderse de modo diferente, si ella significa no dejar al pueblo al margen del Estado, el fascismo puede ser definido por el que escribe estas líneas como una democracia organizada, centralizada y autoritaria. (…).
Ni agrupaciones (partidos políticos, asociaciones, sindicatos) ni individuos fuera del Estado. Por consiguiente, el fascismo es contrario al socialismo que limita el movimiento histórico al punto de reducirlo a la lucha de clases y que ignora la unidad del Estado que, de suyo, funde las clases en un sólo bloque económico (…).”
Benito Mussolini. La doctrina del fascismo, 1932.
En este texto histórico, perteneciente a “La Doctrina del fascismo”, Benito Mussolini, dictador italiano plantea algunos de los principios fundamentales de la ideología fascista.
(Clasificación)
Esta obra, escrita en 1932 cuando los fascistas italianos se hallaban plenamente instalados en el poder en Italia y dirigida al conjunto de italianos, se trata de un texto de naturaleza política y social. Mussolini fue el dictador que regió los destinos de Italia entre 1922 y 1943. Formó la primera dictadura de carácter “fascista” y lanzó a Italia a una política expansionista que la llevó a ingresar en la Segunda Guerra Mundial, y fomentó la persecución de opositores en el interior, convirtiendo a Italia en un Estado totalitario.
(Ideas principales)
Este texto expone varias de las ideas fundamentales de la doctrina fascista. La primera, y más importante, es la negación de la democracia. Cuando señala que “el fascismo niega que el número (…) pueda dirigir las sociedades”, o “Los regímenes democráticos son aquellos que dan al pueblo (…) ilusión de soberanía” está atacando los principios fundamentales de todo sistema democrático. Por un lado, la soberanía, nacional o popular, es decir la capacidad de tomar decisiones en el país. Mussolini afirma que esa soberanía no es más que una ilusión. Por otro lado, la referencia al “número” indica que el simple hecho de que un partido o un representante tenga más votos que otro, no significa que tenga más razón o legitimidad. Más bien al contrario. Soberanía o sufragio son para Mussolini accidentes, hechos que no deberían marcar la política del país. ¿Por qué?
Porque, señala Mussolini, el fascismo “afirma la desigualdad indeleble, fecunda y bienhechora de los hombres”; es decir, Mussolini niega la igualdad jurídica, social y política desarrollada desde las Revoluciones Americana y Francesa. Al lema “un hombre, un voto”, Mussolini contesta que no es cierto. Para él, los hombre son desiguales, hay elites y populacho, y este último jamás debe intervenir en las decisiones políticas más que para aclamar a los verdaderos líderes. Ahora, en este fragmento, Mussolini tampoco explicita quién debería tener la capacidad de votar o participar políticamente. Lo que en este texto afirma es que el fascismo se trataría de una “democracia (sic) organizada, centralizada y autoritaria”. Es decir, un sistema sin oposición ni discusión política, donde las decisiones son tomadas por una minoría o por un dictador. “Ni agrupaciones (partidos políticos, asociaciones, sindicatos) ni individuos fuera del Estado”, con la excusa del fortalecimiento de la autoridad del Estado se niega la posibilidad de disentir y establecer una oposición y se desarrolla una dictadura.
Además de esta negación explícita de la democracia, otra idea visible en el texto es la negación del Socialismo, ya que la doctrina socialista, defiende la lucha de clases, es decir el antagonismo entre obreros y explotados y propietarios o burgueses. Para Mussolini, el Estado “funde las clases en un solo bloque económico”; es decir, campesinos, jornaleros y propietarios; obreros y empresarios,… todos tienen los mismo intereses políticos y sociales y se agrupan en una estructura corporativista, que negaba la oposición obrera e intervenía sobre la economía.
(Contexto histórico)
A partir de los años 20 se desarrolla la doctrina fascista en Italia, y alcanza el poder en 1922.
Dos de los principales causas son la crisis política y social que afectaba a Italia y a todo el mundo en los años posteriores a la Primera Guerra Mundial.
Por un lado, el liberalismo político y el mismo sistema democrático estaba en crisis en esos años. El parlamentarismo italiano generaba gobiernos en minoría, que duraban poco debido a la precariedad de los pactos. El sistema político era bastante corrupto, especialmente en el sur de Italia y empezaba a ser visto como un “problema” más que como una “solución” por gran parte de la población -incluido el rey Vittorio Emmanuel III, que ordenó la formación de gobierno en 1922 a Mussolini cuando este contaba tan solo con una veintena de diputados-.
Desde finales del siglo XIX, los ideales de la Ilustración y el liberalismo clásico son contestados desde muchos ámbitos, principalmente políticos y filosóficos. Se niegan los conceptos de democracia, sufragio, libertad, igualdad y progreso. El sueño de la Ilustración (pueblos sabios y educados que participan en igualdad de condiciones en el juego político) ha quedado arrasado por las corrientes que se han venido desarrollando desde finales del siglo XIX: ultranacionalismo y chauvinismo, imperialismo, militarismo, elitismo, etc.
Toda esta crisis política y social viene acompañada por el miedo a la revolución socialista, como ya ocurriera en Rusia en 1917. Ante el ascenso de las fuerzas obreras y la concienciación política de obreros y campesinos, parte de la población -clases medias perjudicadas por la crisis económica, burguesía, aristocracia…- empieza a ver la solución dictatorial presentada por Mussolini y los fascistas como una posible salida a ambas crisis.Ni Liberalismo clásico, ni Socialismo. El Fascismo se presenta como una especie de «tercera vía» dictatorial entre ambas corrientes.
2. “En plena noche, cuando la gente honrada está en su casa, durmiendo, los camiones de los fascistas llegan a las pequeñas aldeas situadas en medio del campo, o a los caseríos de algunos centenares de habitantes. Llegan en compañía de los dirigentes de la Agraria local (organización patronal), naturalmente, siempre conducidos por ellos, pues de lo contrario sería imposible, en plena oscuridad. reconocer la casa del jefe de la Liga (el sindicato agrario local) o la pequeña oficina de colocación. Llegan hasta una de las casas y se oye la orden: «Rodead la casa». Son de veinte a cien hombres armados con fusiles y revólveres. Llaman al jefe de la Liga y le ordenan que baje. Si este no obedece se le dice: «Si no bajas, quemaremos la casa, con tu mujer y tus hijos». Entonces el jefe de la Liga baja. Se abre la puerta, lo cogen, lo atan, lo suben al camión, donde le someten a las torturas más inverosímiles, simulando que lo van a ahogar o a matar, y después lo abandonan en pleno campo atado a un árbol, desnudo. Si, por el contrario, este es un hombre con agallas, que no abre la puerta y utiliza algún arma para defenderse, entonces el resultado es el asesinato inmediato del ciento por uno.”
Matteotti. Discurso de marzo de 1924.
Este discurso, del diputado socialista Giacomo Matteotti, se pronunció en la Cámara de representantes italianos en 1924. Está dirigido a todos los italianos y alerta de la situación de violencia y represión que están desarrollando los llamados Camisas Negras en algunas zonas del país. Se trata de un discurso político que acusa a los fascistas de estar imponiendo una dictadura. Poco después de pronunciar este discurso, Matteotti fue secuestrado y asesinado.
La idea principal del texto es una denuncia de la violencia que los fascistas ejercen contra los líderes campesinos y obreros en Italia. Al margen de toda ley, su método consiste en atacar a los líderes sindicales campesinos en su hogar, amedrentarlos, torturarlos y, si presentan algo de oposición, asesinarlos junto con toda su familia.
Se trata de una denuncia ante un Estado dictatorial, donde los Camisas Negras, el cuerpo paramilitar fascista, se comportan como lo que son: un cuerpo paramilitar fascista.
En esta época el Fascismo que ha llegado al poder tras la Marcha a Roma de 1922 está acaparando y controlando los distintos mecanismos del sistema político. Todavía existían distintos partidos en Italia, y un parlamento con diputados elegidos, pero se va reprimiendo la oposición en todos los ámbitos: desde el sindical hasta el político.
El Fascismo, que se presenta como una “tercera vía” entre Liberalismo y Socialismo, adquiere gran prestigio entre determinados grupos por la violencia y la represión al margen de toda ley que ejerce sobre los grupos socialistas o comunistas. Es la garantía de control violento sobre una situación social explosiva, como la Italia de los años 20, donde la efervescencia obrera y campesina y las numerosas huelgas y conflictos son eliminadas de forma violenta por estos grupos paramilitares.
Comenta ahora el siguiente texto de Goebbels, investiga quién fue y señala las principales ideas y contexto histórico de esta texto.
3. «Somos un partido antiparlamentario, con buenos fundamentos, que rechazamos la Constitución de Weimar y las instituciones republicanas por ella creadas; somos enemigos de una democracia falsificada, que incluye en la misma línea a los inteligentes y los tontos, los aplicados y los perezosos; vemos en el actual sistema de mayoría de votos y en la organizada irresponsabilidad la causa principal de nuestra creciente ruina. ¿Qué vamos a hacer por tanto en el Reichstag?
Vamos al Reichstag para procuramos armas en el mismo arsenal de la democracia. Nos hacemos diputados para debilitar y eliminar el credo de Weimar con su propio apoyo. Si la democracia es tan estúpida que para este menester nos facilita dietas y pases de libre circulación, es asunto suyo. (…). También Mussolini fue al Parlamento. Y a pesar de ello, no tardó en marchar con sus camisas negras sobre Roma.»
J. Goebbels. Artículo en Der Angriff. 1928.