¿QUÉ HAY DETRÁS DE UN MAL COMPORTAMIENTO?

 

En este Grupo de Trabajo estamos aprendiendo que los malos comportamientos vienen determinados por circunstancias que nosotros no vemos, y es muy importante conocer por qué se producen esas conductas repetitivas que en la mayoría de los casos siempre suele ser el mismo alumno/a. En nuestras clases hemos reflexionado con nuestro alumnado sobre este tema y hemos puesto estos carteles en el aula.

Comprender la técnica del iceberg es esencial para abordar adecuadamente el comportamiento de los niños que se portan mal. Esta técnica ayuda a ver más allá del comportamiento observable y explorar las causas subyacentes que pueden estar influyendo en su conducta. Aquí te explico por qué es importante:

1. Identificación de Causas Subyacentes

El comportamiento visible de un niño (la punta del iceberg) es solo una parte de la historia. Las causas subyacentes (la parte sumergida del iceberg) pueden incluir:

  • Emociones: Miedo, ansiedad, tristeza o frustración.
  • Necesidades no satisfechas: Hambre, sueño, falta de atención o cariño.
  • Problemas familiares: Conflictos en el hogar, divorcio o problemas económicos.
  • Experiencias traumáticas: Bullying, abusos o pérdidas.
  • Desarrollo: Fases normales del desarrollo infantil que incluyen explorar límites y buscar autonomía.

2. Intervenciones Más Efectivas

Al comprender las causas subyacentes del comportamiento, los adultos pueden desarrollar estrategias de intervención más efectivas:

  • Empatía y comprensión: Mostrar comprensión hacia las emociones y necesidades del niño.
  • Comunicación abierta: Fomentar un ambiente donde el niño se sienta seguro para expresar sus sentimientos.
  • Apoyo emocional: Proveer apoyo emocional y estabilidad.
  • Estrategias personalizadas: Diseñar intervenciones adaptadas a las necesidades específicas del niño, como terapia, apoyo académico o cambios en la rutina diaria.

3. Prevención de Problemas Futuros

Conocer y abordar las causas subyacentes puede prevenir problemas de comportamiento más graves en el futuro:

  • Desarrollo emocional saludable: Ayudar al niño a desarrollar habilidades emocionales y sociales.
  • Relaciones positivas: Fomentar relaciones positivas y seguras con adultos y compañeros.
  • Autoconfianza: Construir la autoestima y la confianza del niño.

4. Mejorar la Relación Adulto-Niño

La técnica del iceberg fomenta una mejor comprensión y una relación más fuerte entre el adulto (padres, maestros, cuidadores) y el niño:

  • Paciencia: Los adultos pueden abordar el comportamiento con más paciencia y menos frustración.
  • Colaboración: Trabajar junto con el niño para resolver problemas y mejorar el comportamiento.
  • Confianza: Crear un ambiente de confianza y seguridad donde el niño se sienta apoyado y comprendido.

Ejemplo Práctico

Imagina un niño que frecuentemente se enoja y tiene berrinches en la escuela. En lugar de simplemente castigar al niño, los adultos pueden usar la técnica del iceberg para investigar posibles causas:

  • ¿Está el niño lidiando con ansiedad por la separación de sus padres?
  • ¿Está experimentando dificultades académicas que no sabe cómo expresar?
  • ¿Hay algún problema en casa que le esté causando estrés?

Al responder estas preguntas y abordar las causas subyacentes, el adulto puede ayudar al niño de manera más efectiva, reduciendo la frecuencia y la intensidad de los comportamientos problemáticos.

En resumen, conocer la técnica del iceberg es crucial para entender y abordar adecuadamente el comportamiento problemático de los niños, promoviendo su bienestar emocional y desarrollo saludable.

 
 

 

One thought on “¿QUÉ HAY DETRÁS DE UN MAL COMPORTAMIENTO?

  1. ¡El mal comportamiento! Para mi opinión el gran desconocido de las aulas. Hace pocos meses, cuando empezaba un nuevo curso, me enfrentaba a una clase «buena» académicamente pero con un comportamiento muy poco aceptable en el aula. Alumnos/as con personalidades muy fuertes que chocaban entre sí, contestaciones fuera de lugar, desobediencia de normas de convivencia y un largo etcétera. Al empezar el curso de disciplina positiva, empecé a hacerme la siguiente pregunta: ¿Y si esos comportamientos no son lo que yo veo?, ¿Y si necesitan más atención en valores y emociones que en los elementos curriculares? Empecé a hablar con mis compañeras del grupo de trabajo y a compartir esas inquietudes, encontramos artículos, tuvimos visitas de profesionales en disciplina positiva, etc. Actualmente, y aun sin ser una profesional en la disciplina positiva, dedico diariamente unos 20 minutos a hablar con mis alumnos, a darles palabras de aliento, a valorarles como personas que sienten y a trabajar mano a mano con las familias y puedo decir que el cambio en 5 meses ha sido muy positivo. Animo a cualquier persona que se encuentra con comportamientos poco aceptables en el aula a intentarlo, a ver debajo del «iceberg» y a dedicarle el tiempo necesario a dichos elementos.

  2. La técnica del iceberg revela que detrás de un mal comportamiento hay causas profundas, a menudo ocultas. Comprenderlas es clave para una intervención efectiva y un desarrollo emocional saludable del niño. Es esencial mirar más allá de la conducta para apoyar adecuadamente a nuestros alumnos. Es interesante ahondar en el problema y no quedarnos en la superficialidad del comportamiento.

  3. Me parece una técnica muy interesante y sobre todo de utilidad en nuestro trabajo diariamente, ya que todos tendemos a castigar o regañar a los niños ante un mal comportamiento sin saber de donde viene tal comportamiento. Con esta técnica del iceberg podemos llegar a la raíz del problema, solucionarlo, y sobre todo evitar que esos comportamientos se repitan con frecuencia. Una técnica que en mi clase ha dado resultado.

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