La crianza es proceso que se va aprendiendo tras ensayo y error. Por muchos modales y valores que se les inculquen a sus hijos, estos tienden a copiar malas conductas. Es normal que esto suceda. Pero corregirlo a tiempo es lo oportuno en este tipo de situaciones.
Tolerar malos comportamientos o conductas groseras, pueden generar en el niño que estos escenarios se hagan comunes. Al presenciar un acto irrespetuoso debe corregirse al instante e indicar lo que está mal, para que no se repita tal acción.
Corrige al instante
Cuando el niño comete una conducta irrespetuosa, es fundamental se corrija al momento que realiza esta acción. Si se deja pasar el tiempo, puede que no recuerde lo que hizo, y no tendrá sentido reprimirle.
Recuerda pensar como adulto, en ocasiones no es pertinente reprimirle delante de muchas personas, pues no se busca avergonzarle. Sino que entienda que lo que hizo no está bien.
Concéntrate en lo que hizo mal
Al momento de corregirle no uses el momento para hacer mención a otros aspectos que no aportan relevancia. Indica porque lo que hizo no debe hacerlo nuevamente. Este momento solo explica su mal comportamiento.
Se aconseja evitar etiquetas como tonto, malo, flojo…debido a que pueden afectar su autoestima.
No crees miedos en el niño
Muchos padres crean miedos en sus hijos para lograr que estos los obedezcan. Pero esta no es la solución, solo lograras que no sepa diferenciar entre el bien y el mal. Puede que no repita el mal comportamiento por temor, en vez de saber que esa acción no debe realizarla porque no es buena.
En cambio sí le enseñas disciplina y a entender cuáles son los comportamientos que no debe cometer, formaras a un niño capaz de comprender sus conductas.
Enséñale a medir las consecuencias de sus actos
Como se ha mencionado en los pasos anteriores, explícale por qué ese comportamiento no puede repetirse, porque es negativo. El niño debe ser consciente de sus conductas. Enseñar esto en los primeros años de edad lograra que a medida de su crecimiento estas conductas disminuyan.
Mientras reprimes estas conductas hazle saber las consecuencias de sus acciones, palabras, ayudando a que reflexione y entienda por que no puede volver a comportarse así.
Evita malas palabras cuando lo reprendes
Por muy grave que haya sido su mal comportamiento, no se debe tratar de insultos y agresiones a una persona. Recuerda que es un niño y no tiene la capacidad aun de medir sus conductas.
Trata de mantener la compostura, gritar en estas situaciones no aporta beneficios. Sino que crean miedos en el niño e incluso a que pierdan la confianza que depositan en ti.
¿Cómo corregir los malos comportamientos?
Educar desde que los niños es fundamental para que estas conductas no se presenten en los niños, nunca son demasiados pequeños para aprender y explicarles lo que está bien o mal. No sobreprotejas a tu hijo, deja que el crezca y tropiece aunque a veces se quiera hacerle el camino más sencillo. La sobreprotección a veces ocasiona que los padres repriman malas conductas.
Existen límites y deben cumplirse. Establece reglas y encárgate de que tu hijo las cumpla. Si permites que haga cualquier cosa, el niño no conocerá cuales son los lugares donde debe comportarse.
Enséñale a saber que es bueno y malo. No es necesario llegar al punto de crear miedos, amenazas, o agresiones para que el niño vea cual conducta es positiva o está mal. Día tras día muéstrale cuales son las actividades que debe hacer creando la capacidad de que el solo pueda discernir.