En verano aumenta considerablemente los casos de picaduras de pulgas en niños. Hace buen tiempo y se hacen más excursiones al campo, lo que acaba con un final inesperado como una picadura de estos insectos.
Si tenemos animales en casa, también es más probable que aparezcan por estas fechas. Los niños son muy propensos a sufrir estas picaduras, que pueden provocar fiebre y hasta anemia si no se tratan adecuadamente. ¡Si quieres saber cómo tratar a tu hijo, aquí te enseñamos todo lo que puedes hacer!
Síntomas de las picaduras de pulgas
Las pulgas se alimentan de la sangre de los animales y, cuando nos pican, pueden transmitir enfermedades muy graves como el tifus o la peste bubónica. Por esta razón es importante conocer los síntomas que provocan, ¡y evitar los posibles efectos secundarios!
Si tu hijo lleva varios días manchando la cama o la ropa con sangre, es posible que haya sido picado por una pulga. Los síntomas más comunes son la formación de pápulas, que consiste en una leve lesión cutánea, y picores. Estos últimos los sufren especialmente las personas alérgicas a las pulgas, en concreto a su saliva.
Hay que tener cuidado si se infecta la herida, ya que puede causar fiebre y anemia. En estos casos el tratamiento debe de ser más potente, como ocurre cuando el insecto transmite alguna enfermedad.
Entre las enfermedades más comunes transmitidas por pulgas se encuentran las siguientes:
- Peste bubónica
- Tifus
- Tenias, conocido por ser los gusanos que colonizan el intestino
- Tularemia
- Anemia
- Dermatitis
También hay que tener en cuenta que, si se es alérgico a las picaduras de pulgas, los síntomas serán mayores y más graves. Algunos de los síntomas más comunes por la alergia a las pulgas son los siguentes:
- Hinchazón en diferentes partes del cuerpo
- Enrojecimiento
- Picores y urticaria
- Mareos, vómitos y desmayos
- Problemas para respirar
- Problemas de visión
Cómo tratar las pulgas en niños
Aunque este insecto antes podía ser un problema grave, a día de hoy no hay que preocuparse en exceso por las pulgas en niños. Lo principal es evitar que cause molestias a los pequeños, intentando en todo lo posible que no se rasque para no infectar la herida.
A continuación, te dejamos una serie de remedios que pueden serte de ayuda para tratar las picaduras. Aun así, si el niño no mejora, lo mejor es acudir al médico para que reciba el tratamiento adecuado.
Bicarbonato de sodio
El bicarbonato, mezclado con unas gotas de agua, es un remedio muy utilizado para las picaduras. Tenemos que dejar que la pasta actúe sobre la herida unos 15 o 30 minutos y después retirarlo suavemente.
Hidrocortisona
Las cremas con hidrocortisona son el tratamiento más común para las picaduras. Además, pueden comprarse fácilmente en farmacias o con una receta médica. Aun así, siempre hay que tener en cuenta que la piel de los niños es más sensible que la de un adulto.
La cáscara de limón
Este remedio es tan simple como hervir la cáscara de limón en agua. Y aplicar el líquido, cuando esté tibio, sobre la herida usando un algodón o una gasa.
Vinagre de manzana
Otro de los remedios caseros más utilizados. Consiste en mezclar este vinagre con agua y dejarlo reposar en la nevera. Tras una hora o dos, sólo hay que coger una gasa y aplicar la mezcla sobre la picadura.
Aloe Vera
El Aloe Vera es muy recomendable para cualquier tipo de herida, quemadura o picadura. Puedes aplicarlo en forma de gel o como pasta líquida, aunque siempre es mejor usarlo directamente de la planta.
Hielo
El hielo también trata las picaduras, sobre todo si hay hinchazón o rojez. Alivia y reduce la hinchazón, pero siempre es mejor combinarlo con otros remedios para que funcione correctamente. Recuerda que la piel del niño es más sensible, por lo que no es conveniente aplicar el hielo directamente sobre la piel.
