El arte en la educación es una materia imprescindible a lo largo de la vida de cualquier alumno que se puede expresar de múltiples maneras, como el lenguaje, la música, la danza o la pintura. Si al principio, en los primeros años de escolarización, aparece de una manera más natural y expresiva del niño, a lo largo de la vida académica, se convierte en una base cultural que puede acabar en vocación.
No hay ninguna duda de la importancia del arte en la educación, tanto en el desarrollo integral y pleno, como en el desarrollo de la creatividad en niños y jóvenes. Este último aspecto es importante, porque el desarrollo de la capacidad creativa aporta otros valores importantes, como la confianza en uno mismo, el respeto y la tolerancia.
Cómo desarrollar el arte en los niños
El arte está presente en todas las etapas formativas en la educación de niños y jóvenes en la escuela. Ello hace que muchos padres piensen que, con estos contenidos, ya es suficiente. Esta situación no es ajena a otras asignaturas y también a los comportamientos en la relación entre los progenitores y la escuela, pero su valor en el futuro de los pequeños hace que sea necesario hacer ver a padres y madres la necesidad de potenciar el arte fuera del centro escolar, por los enormes beneficios que ello aportará cuando su hijo sea adulto.
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Pero, además, asistir a exposiciones o introducir réplicas de obras de arte en los núcleos familiares, también aportará inquietudes y aprendizaje a los mayores para compartir con sus hijos, de manera que los vínculos familiares se pueden hacer mucho más especiales.
Arte en casa
Somos muchos los adultos a los que “nos suenan” determinadas sinfonías de música clásica, o que reconocemos esculturas y pinturas, pero no sabemos concretar el autor de esa obra. De la misma manera, no sabemos vincular al artista con su obra, pese a que sea famosísima. Por citar un ejemplo, ¿sabemos quién es William Bouguereau? Se trata uno de los mayores representantes de la pintura realista, un pintor academicista, autor de una obra que todos hemos visto miles de veces: La Piedad.
Visitar museos y exposiciones en nuestra ciudad o incluir estos lugares en nuestros viajes con los niños aporta cultura para todos y genera un vínculo con el aprendizaje de padre e hijos. Porque la cultura nos hace más grandes como personas, pero también nos puede hacer más grandes como padres.
