Hace algún tiempo hablamos en paraBebes.com acerca del método Tomatis, basado en la reeducación del oído para mejorar los problemas de concentración y de habla en niños y adultos.
Actualmente, este método sigue ganando adeptos y cosechando resultados que lo avalan. Varias investigaciones han confirmado, según los responsables del método Tomatis, las ventajas en la optimización del rendimiento escolar, la mejora en pacientes con trastornos de aprendizaje y la integración de idiomas, entre otros campos de aplicación del método. Y es que miles de niños de todas las partes del planeta se han sometido a la estimulación auditiva neurosensorial del método Tomatis.
Sin ir más lejos, en octubre se iniciará un proyecto de estudio, liderado por la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, en dos escuelas de la misma demarcación. La investigación, que se alargará durante todo el curso, tiene como finalidad evaluar los beneficios del método en tres ámbitos:
- Optimización del rendimiento académico
- Trastornos del aprendizaje
- Integración del inglés
En este proyecto participarán estudiantes de 2º, 3º y 4º de educación primaria. En casos concretos de trastornos de aprendizaje, también lo harán alumnos de P5, 1º y 5º. Los resultados de la investigación se unirán a los generados por el estudio que se realizó en 2012 en dos centros de la provincia de Lleida, coordinado por el grupo de investigación en orientación psicopedagógica de la Universidad de la capital ilerdense.
Neurociencia y tecnología aplicada para reducir el fracaso escolar
Actualmente, existe una situación que va en aumento de alumnos con dificultades de concentración y atención, prácticamente en todos los centros escolares. Estas dificultades se arrastran generalmente desde el inicio de la escolarización propiciadas por un déficit de escucha activa.
Dichos obstáculos hacen que los resultados académicos de estos alumnos sean inferiores a los deseados o no se correspondan con los esfuerzos que han realizado. Además, conforme pasa el tiempo, pueden derivar en trastornos de aprendizaje que marcarán su futuro lectivo. Ello se agrava especialmente en el aprendizaje de lenguas no nativas, que exige una escucha activa y una integración correcta.
Recientes investigaciones científicas han determinado que el oído capta el 90% de los estímulos que nos llegan del exterior. Por eso, éste el órgano sensorial más relevante de nuestro organismo. Es responsable de funciones como la coordinación y el equilibrio, además de la audición, la escucha activa y la dinamización cerebral.
El oído no sirve sólo para oír, una sensación involuntaria, pasiva y no selectiva. Sirve también para escuchar, que contrariamente a oír es la auténtica percepicón: voluntaria, activa y selectiva.
Cuando esta habilidad no se entrena y desarrolla de forma correcta, se generan problemas de discriminación, espacializaciones y lateralizaciones auditivas. Pero también afecta a la habilidad del niño para prestar atención cuando recibe las instrucciones del maestro, para recordar qué se le ha dicho o sencillamente para entender perfectamente el mensaje que se le ha transmitido. Una buena escucha también está involucrada en el proceso de lectura, ya que son los sonidos los que dan significado a las letras.
El oído tiene un sustrato mecánico-auditivo con base neurofisiológica que puede ser reeducada y rehabilitada. Una opción para llevar a buen término esta reeducación es el método Tomatis junto con el oído electrónico Solisten. Ambos elementos conllevan una estimulación auditiva neurosensorial que, como pedagogía de la escucha, contribuye a recuperar la escucha activa y, con ello, a mejorar las capacidades de atención, concentración y memorización que darán lugar a una mejora del rendimiento escolar, a una evolución positiva de los trastornos de aprendizaje y a una mejor y más veloz integración de un idioma foráneo.
Si quieres tener más información acerca del método Tomatis, puedes consultar multitud de testimonios en el libro ‘The Listening Journey for Children’.
