Iberdrola puede vanagloriarse de ser el primer grupo energético nacional, una de las mayores compañías eléctricas europeas y el líder mundial del sector eólico. Sin embargo, el secreto de su éxito no solo radica en su política de planificación y en las inversiones inteligentes que llevan a cabo sino en su preocupación por el medio ambiente, su compromiso social y la apuesta por mejorar la calidad de vida de sus empleados.

Como parte de una estrategia que se plantea conciliar la vida familiar y laboral de sus empleados, Iberdrola ha puesto en marcha una iniciativa mediante la cual le permite a estos inscribir a sus hijos en las más diversas actividades formativas y de ocio. El proyecto, que normalmente se pone en práctica durante el periodo estival, ha encontrado una calurosa acogida. Tanto es así que el año pasado contó con la participación de unos 500 niños.

Sin embargo, Iberdrola no solo se limita a ofrecer alternativas de ocio durante el verano sino que también brinda opciones muy interesantes para otras épocas del año como la Semana Santa o los días feriados, cuando los niños no tienen que asistir al colegio. De esta forma la empresa evita que los padres tengan que tomar días de descanso para cuidar a los pequeños y a la misma vez, se asegura de que estos ampliarán sus conocimientos y se divertirán a lo grande.

Para divertirse de lo lindo

Una de las iniciativas de Iberdrola consiste en facilitarle a los hijos de sus empleados la participación en los campamentos urbanos deportivos de ciudades como Madrid, Valencia y Bilbao. En colaboración con la Fundación Adecco y la Fundación Deporte Integra, Iberdrola organiza desde torneos deportivos hasta talleres artísticos. Así se asegura de que cada niño pueda tener una formación integral y desarrollar sus capacidades. Y todo de forma muy divertida y sana.

deportes para niños

Vale aclarar que esta empresa no se olvida de los niños con discapacidad. Por eso organiza campamentos de verano completamente sufragados por la compañía donde estos pequeños reciben una atención especial y pueden incorporarse en actividades como el senderismo, el fútbol, la natación o el baloncesto. Lo interesante de esta idea es que los niños se involucran en actividades que realizan con poca frecuencia y que no solo les permite estar en contacto con la naturaleza sino también socializar con sus coetáneos.

Las actividades formativas

Iberdrola no solo se preocupa porque los niños se diviertan sino que también brinda diferentes opciones para que estos aprendan y consoliden sus habilidades académicas. Por eso pone en práctica disímiles programas formativos, como los cursos de Inglés que están especialmente diseñados para ayudar a los jóvenes que deben pasar las pruebas de Selectividad.

Estos cursos forman parte de un programa lingüístico enfocado a los estudiantes de 1º a 4º de la ESO. Esta iniciativa, subvencionada por Iberdrola, permite a los hijos de sus empleados mejorar su conocimiento de inglés con el apoyo de profesores nativos y disfrutar al mismo tiempo de diferentes actividades lúdicas.

Iberdrola también organiza programas de Informática. Normalmente estos comienzan una vez que ha terminado el curso escolar y, como se puede presuponer, poseen un contenido adaptado a la edad de los participantes, que oscila entre los 7 y los 16 años.

Estos cursos se dividen en dos programas. Uno es de Ofimática básica y está dirigido a los niños más pequeños y otro aborda los temas de Imagen Digital, especialmente pensado para los adolescentes. Para hacer que los programas sean más interesantes y menos teóricos, se suelen organizar visitas a las instalaciones de las empresas de Iberdrola donde funciona el ordenador central. Así se les puede explicar in situ cuál es la importancia de los ordenadores y cuáles son sus funciones.