Como adultos, sabemos que la diferencia entre dormir en un colchón de buena calidad y uno que sea incómodo determina que tengamos un día bueno o malo. Nuestra calidad de sueño es un factor clave en el funcionamiento de nuestro día a día. Sin embargo, para los niños que aún están creciendo y formándose, dormir mal puede tener muchos efectos negativos.

En la actualidad, los niños llevan una vida muy ocupada, incluso los más pequeños están constantemente en movimiento, ya sea en la escuela, el deporte o el juego. Aprenden, absorben y asimilan cosas constantemente, son como esponjas, y esto puede ser un trabajo agotador para los cerebros pequeños.

En este sentido, una buena noche de sueño proporciona las condiciones perfectas para que toda esta información se amalgame y consolide, como un ordenador que descarga un software nuevo o actualizado. La elección de camas abatibles buenas junto con un colchón de calidad proporciona un sueño reparador para recargar energías, crecer y permitir que sus cuerpos se recuperen y rejuvenezcan al estar siempre en constante movimiento.

descanso de los niños

La cama y el colchón adecuados no solo proporcionan las condiciones ideales para un buen descanso, a medida que los niños crecen necesitan un buen reposo para sus cuerpos cambiantes. Proporcionar el nivel adecuado de apoyo y alineación de la columna asegura que no haya presión o estrés adicional en sus estructuras esqueléticas para que sus cuerpos crezcan y se desarrollen correctamente. De esta forma, es más probable que un niño tenga un sueño de calidad sin dar vueltas y despertarse constantemente.

¿Cómo afecta el sueño a la memoria?

El sueño adecuado mejora la memoría en los niños en edad preescolar. Un estudio de 2013 de la Universidad de Massachusetts Amherst concluyó que los niños que habitualmente dormían siestas y/o dormían bien por la noche tenían más probabilidades de recordar las palabras aprendidas recientemente. Los niños que disfrutaban de una siesta por la tarde tenían más probabilidades de retener la información recién aprendida después de la siesta, e incluso al día siguiente.

El aprendizaje está directamente relacionado con el comportamiento y la concentración, que también están influenciados por la calidad y cantidad del sueño. Si la falta de sueño hace que los adultos y los adolescentes funcionen lentamente, en los niños puede hacer que se distraigan, muestren apatía y sean agresivos.

Los efectos de la falta de sueño pueden manifestarse en el aula, por lo que un sueño saludable es esencial para el aprendizaje y el crecimiento. Si se les brinda un ambiente pacífico y de tranquilidad, los niños pueden disfrutar de un sueño de calidad cuando lo necesiten.