Las guarderías y escuelas infantiles, en general, necesitan siempre una serie de requisitos previos para poder abrir sus puertas ofreciendo unas instalaciones adecuadas y, por supuesto, unas condiciones aptas para los pequeños. Los requisitos tanto a nivel legal como estructural y de servicios son elevados, y con motivo, por eso es importante conocerlos antes de actuar.

¿Qué hace falta para poder abrir un centro de educación infantil normal? Esa es una cuestión que vamos a abordar aquí, haciendo especial hincapié en los aspectos más importantes para que cualquiera que tenga la intención de dar este paso sepa perfectamente cuáles son los pasos más importantes, aquello que realmente permita inaugurar el centro que tiene en mente.

Requisitos para abrir un centro de educación infantil

Antes de nada, vamos a ver los puntos más básicos de los requisitos que se necesitan para la apertura de un centro infantil de enseñanza. Por supuesto, lo primero es contar con las instalaciones adecuadas, que tengan las condiciones de seguridad, de higiene, de accesibilidad y hasta acústicas adecuadas. Además de eso, también es necesario contar con el mobiliario adecuado para desarrollar todas las actividades propias del centro. Eso es lo primordial.

centro de educacion infantil

Pero no es lo único, además de todo esto, hay que tener en cuenta más factores. Hace falta una licencia de obras en caso de construirlo desde cero o de adaptar un edificio ya construido, también es necesaria una licencia de actividad para que se pueda ofrecer el servicio que se tiene en mente y, por encima de todo, el personal debe contar con la titulación adecuada para impartir la enseñanza.

Eso es lo esencial, aunque detrás de todo esto también hay otro aspecto bastante importante: el plan de viabilidad. ¿Qué significa? Es algo que vamos a ver con un poco más de detenimiento, ya que resulta crucial si se quiere construir un centro que funcione bien y, sobre todo, que pueda crecer con el paso del tiempo.

Los requisitos: la relevancia del plan de viabilidad

Vamos a empezar por el plan de viabilidad, ya que es el último citado. Cada vez que se va a abrir una empresa o un negocio, incluso si es uno con fines educativos, se debe estudiar su viabilidad. Este plan es un documento con el que se hace un estudioy se refleja si la idea de negocio se puede ejecutar, además de determinar si tiene futuro como negocio de éxito. Se centra principalmente en la parte financiera y económica de la idea, con unas estimaciones que suelen rondar los 5 años vista.

Hacerlo no es sencillo, ya que se requiere contar con profesionales que se encarguen de analizar siguiendo los rasgos y valores adecuados, además de poder plantear un escenario de futuro que encaje realmente con la situación que pueda acercarse al negocio, en este caso la escuela de educación infantil. Por eso mismo, contar con expertos como Igor Ochoa, de Dipcom Corporate, es algo que se antoja incluso necesario para plantear este documento de forma adecuada.

De hecho, dentro de este plan, uno de los aspectos más importantes es la posibilidad de reestructurar el negocio (la escuela infantil en este caso). Crisis como la del COVID-19 han puesto de manifiesto la necesidad de saber amoldarse a nuevas condiciones y necesidades. Los planes de viabilidad se encargan de contemplar posibles escenarios para saber qué medidas tomar en caso de ser necesario. Reacondicionamiento de estructuras, costes asociados, nuevas estrategias… Todo forma parte de estos documentos para actuar con eficacia.

Si volvemos a los otros requisitos, resulta destacable hablar de la titulación necesaria para el personal que trabaje en el centro. Este debe ser cualificado, con titulaciones en Educación Infantil, que sean expertos en preescolar, técnicos en educación infantil y similares. El total de personal con esta titulación debe ser igual al número de aulas más uno.

En cuanto al presupuesto, el mínimo ronda los 60.000 euros, aunque hay franquicias que reducen los costes. También hay que hablar de las instalaciones, que deben contar con muebles hechos de materiales sin toxicidad, un patio para juegos por cada 9 aulas que tenga al menos 75 metros cuadrados, aulas para cada tramo de edad con unos 30 metros cuadrados como mínimo cada una, una sala de usos múltiples y, por supuesto, aseos para alumnos y personal.

Otra oportunidad para los más pequeños de casa

Aunque es importantísimo conocer los costes y el riesgo que hay con la apertura de uno, de ahí la idea del plan de viabilidad, lo cierto es que abrir un centro de educación infantil no es más que la oportunidad para que más niños puedan acercarse a la enseñanza en edades tempranas. Una genial manera de que empiecen a formarse, a aprender a leer, a escribir y a compartir espacio con otros de su misma edad para reforzar su carácter social.

Algo imprescindible para nuestra formación como personas, y obligatorio al llegar a ciertas edades. Puede que abrir un centro de educación infantil sea tu próximo proyecto, o no; pero, si lo haces, debes saber que es algo que ayudará ya no solo a muchos niños, sino también a muchas familias.