Agradecimiento a docentes y familias de un profesor malagueño

En estos días de tanta alarma social y dificultades en muchos aspectos ,nos hemos dado cuenta de la importancia de las escuelas y de la labor del profesorado presencialmente, jamás una pantalla de ordenador o internet podrán sustituir a la presencia de un/a docente en clase. Los gestos, la motivación, el afecto, el ejemplo, las emociones y muchos otros elementos esenciales para la educación están más que nunca puestos en valor en la educación presencial en nuestras escuelas. Padres y madres, familiares, se convierten en docentes improvisados, pero muchos/as no tienen esa vocación y les cuesta un gran esfuerzo llevar adelante las tareas de sus hijos e hijas, además de las labores del hogar y en muchos casos el teletrabajo, etc.
 
Los recursos de las nuevas tecnologías son un complemento , pero no pueden ni podrán sustituir nunca al trato humano, al cariño, la vocación y la profesionalidad que el profesorado pone diariamente en su aula. En algunas novelas de ciencia ficción hablan de profesores virtuales o de una educación a distancia online constante, tienen su utilidad indudable pero como complemento, no como la única manera de enseñar. Está muy claro que la crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto la grandísima relevancia que tiene para nuestra sociedad la educación presencial en nuestras guarderías, colegios, institutos y universidades. La sociedad se hará más fuerte cuando de verdad entienda la importancia de la educación en nuestros centros de enseñanza.
 
Observo que el coronavirus ha hecho pensar en más de un momento a muchos padres y madres en los profesores como su salvación y apoyo para ayudarles a educar a sus hijos e hijas de una manera conjunta y en equipo, que es como se debe ver a la escuela, como un lugar de acogida, bienvenida y cooperación entre familias y docentes. Porque la educación Universal, democrática e igualitaria es la educación que tiene compasión con el alumnado que no tiene dinero para internet o para un ordenador y le da vergüenza decirlo. Hay que democratizar de verdad los recursos virtuales y eso se ha visto en unos momentos en los que muchos niños y niñas no pueden hacer sus deberes por no tener internet porque primero está comer.
 
Gracias a ese profesorado  que se deja la piel en las aulas y gracias a las familias que ven vital la educación para el futuro de sus hijos e hijas y los llevan diariamente a las escuelas.
 
Jesús Relinque
Profesor de Málaga 
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