La Magia de las Palabras. Diego Pérez Mora (A.L.)
« La verdadera generosidad hacia el futuro consiste en entregarlo todo al presente ». Albert Camus
A todas las niñas y niños, pero muy especialmente a aquellos niños y niñas y a sus familias con los que tengo la inmensa fortuna de compartir experiencias educativas, la apasionante responsabilidad de intentar ayudar y contribuir al desarrollo de la capacidad más específicamente humana de cuantas poseemos, como es su comunicación y lenguaje, esencial para su desarrollo integral y para su aprendizaje.
Estamos viviendo una situación excepcional, tan absolutamente excepcional que nunca la hemos vivido en nuestra historia contemporánea. Probablemente se trate de la etapa colectiva de mayor estrés, preocupación y angustia de nuestras vidas. Aunque es un estado no elegido, sí tiene que ser aceptado.
Ciertamente el panorama es sombrío. El presente es incierto, pero podemos y debemos transformarlo en un período único, para alcanzar un futuro prometedor. Los niños y las niñas son el futuro y su futuro es hoy, así que estamos en la obligación de enfocar la realidad, conectar con la realidad, aceptarla y trabajar para transformarla.
Nos imponen y nos autoimponemos el distanciamiento social, que nos mantengamos a distancia de las demás personas, algo tan radicalmente opuesto a nuestra esencial naturaleza social, a nuestra connatural necesidad de cercanía y contacto físico, algo tan paradójico que nos produce incredulidad y perplejidad.
Estamos utilizando palabras y expresiones lingüísticas como
confinar,
confinamiento, confinado, estamos confinados . Esa extraña palabra y, en general, esa familia léxica que la mayoría no habíamos escuchado hasta estos días y, sobre todo, nunca las habíamos experimentado de una manera tan generalizada y tan radical, que ahora impacta en nuestras mentes persistentemente hasta borrar todas las demás y, sobre todo, de su significado y de sus amargas consecuencias. Pocas situaciones son más extremas que las del confinamiento impuesto.
Confinar es obligar a alguien a permanecer en un lugar. En este caso concreto, obligarnos a permanecer en el hogar. Que tristeza, podemos pensar en un primer momento. Nos obligan, nos privan de nuestra apreciada libertad de ir hacia donde tengamos que ir o a donde deseemos ir. Pero que fortuna, podemos expresar tras un instante de reflexión. Nos quedamos en nuestro hogar, tenemos hogar. Tenemos una familia que nos acompaña, nos ayuda, nos calma, nos protege y nos da seguridad. Tenemos ese lugar que nos resguarda y nos guarece. Algunos no tienen un hogar, porque no tienen una familia que les dé soporte físico y emocional o una vivienda donde guarecerse y cobijarse e, incluso, hay quienes carecen de ambas cosas.
Este puede ser un buen momento para dar a la palabra hogar su significado más profundo. Tradicionalmente el hogar era el lugar donde se encendía el fuego y la familia se reunía para calentarse cuando era necesario, alimentarse y contar historias. Historias reales o ficticias, personales o ajenas, experiencias vividas o sueños por vivir…
Así mismo, ahora podemos convertirlo en momentos únicos para estar juntos, algo tan necesario y tan poco habitual, para mirarnos, escucharnos y hablarnos, porque así, aunque estemos aislados, estamos unidos, estamos vinculados, estamos pegados por la palabra.
Que a vuestras hijas e hijos no les falte vuestra mirada serena y protectora ; vuestra escucha atenta y sosegada, aunque sea para un intento comunicativo imperceptible ; vuestra palabra tierna, amable, positiva, constructiva, afectuosa.
El panorama es dramático, hay evidencias suficientes que lamentablemente así lo acreditan. La descripción y la narración de las situaciones y acontecimientos son estremecedoras.
Esta actualidad recurrente y monotemática ocupa el centro de nuestras vidas y prácticamente anula toda posibilidad de hablar de otros temas. Nuestras percepciones y conversaciones nos conducen irremisible e involutariamente a ella. Así el lenguaje negativo, las palabras negativas han asaltado y conquistado nuestras mentes. No es posible aludir, al menos en un primer momento, a una realidad tan radicalmente adversa con otro tipo de palabras.
La negación, banalización o trivialización de la realidad nos puede servir para instalarnos en nuestra torre de marfil de ilusoria inmunidad, pero es absolutamente vano para su desvanecimiento y genera efectos devastadores, empezando por la desconfianza, pues los seres humanos también nos comunicamos sin palabras. Nuestro rostro refleja nuestro estado anímico y es muy visible y contagioso.
Hemos, por tanto, de conectar y aceptar esta indeseada realidad y desde esta aceptación encaminarnos a la transformación.
Esta realidad, lamentablemente, sólo puede ser descrita y narrada con palabras negativas. Estas palabras inducen pensamientos intrusivos catastrofistas, que generan reacciones emocionales que modulan nuestra conducta. Entramos así en un bucle pernicioso que hay que detener urgentemente y sustituirlo por un bucle beneficioso.
Hemos recopilado así de forma espontánea, inconsciente e involuntaria un conjunto de palabras de extraordinario poder destructivo que constituyen nuestro repertorio léxico más vigente: virus, pandemia, confinar, aislar, ansiedad, angustia, preocupación, temor, indefensión, trauma, miedo, incertidumbre, enfermedad, muerte, tristeza, perplejidad, malestar, tedio, hastío, aburrimiento, pánico, confusión, fragilidad, vulnerabilidad, problema, lágrima, adversidad, soledad, incomunicación, silencio, mutismo, ausencia, drama, frustración, contradicción, malestar, enfado, ira, rabia, desesperación, desesperanza, dolor, impotecia, insomnio, abatimiento, desconfianza.
Estas palabras que aluden a este panorma, a esta situación, a estas circunstancias y acontecimientos tan desagradables, dramáticos, trágicos también tenemos que manejarlas porque negarlas, bloquearlas u ocultarlas lo único que consigue es magnificarlas y, con ello, aumentar su poder destructivo. Su uso para narrar y relatar la realidad es la forma más saludable de disminuir su intensidad emocional y transformarlas en pensamientos más coherentes y manejables.
El lenguaje no puede ser nuestro adversario. El lenguaje tiene que ser nuestro aliado. Tenemos que poner el lenguaje a nuestro servicio. Podemos hacerlo porque el lenguaje es mágico y debemos hacerlo porque nos supondrá una inusitada ayuda en un momento de apremiante necesidad.
El lenguaje posee un extraordinario poder. El lenguaje no es omnipotente, pero se aproxima. Permitidme que lo denomine pluripotente. En definitiva, posee un excepcional poder.
Quizá os sea más familiar la función del lenguaje para relacionarnos y para referirnos a la realidad presente o ausente para denominar, describir y relatar acciones y eventos, pero en este momento os invito a que miréis el lenguaje para transformar la realidad, para crear la realidad, para crear una nueva realidad. Poner el lenguaje a nuestro servicio para cuidarnos, protegernos, aproximarnos y distanciarnos de las situaciones que causan nuestro abatimiento. Para poner solución donde haya problema, sonrisa donde haya lágrima y abrazo donde haya tristeza.
Concentraos en la palabra positiva. No hay palabra positiva sin palabra negativa a la que oponerse. Este es el valor de la antonimia. En este momento, el gran valor de la antonimia. Cada palabra negativa quedará ensombrecida por el brillo resplandeciente de su palabra positiva. Así que preparémonos para reflexionar y seleccionar de forma deliberada, consciente, reflexiva y voluntaria la relación de palabras que constituirán nuestro repertorio léxico alternativo : libertad, relajación, serenidad, protección, cariño, afecto, salud, certeza, distracción, alegría, entretenimiento, juego, fortaleza, amabilidad, ternura, gratitud, generosidad, solidaridad, ayuda, cooperación, estudio, perseverancia, besar, abrazar, alianza, magia, curación, bondad, cuidado, seguridad, compañía, comunicación, lenguaje, habla, fortuna, esperanza, aplauso, leer, escribir, cantar, saltar, bailar, celebrar, dibujar, colorear, pintar, paciencia, autocontrol, medicina, aceptación, resiliencia, corresponsabilidad, confianza, autoconfianza, bienestar, pasión, entusiasmo, empatía, coraje.
Aunque la mayoría de estas palabras no sean las propias del repertorio de vocabulario básico infantil tenemos que ponerlas al alcance de sus oídos para que las interioricen paulatinamente, explicarlas y ahondar en su significado más profundo y valioso, que impactará en sus pensamientos, sus emociones y su conducta, incluso aunque el incipiente desarrollo articulatorio y la infrecuencia de su uso no les permita aún una pronunciación adecuada.
Utilizad todas estas hermosas palabras para construir bellos enunciados con significado y sentido y elaborad con ellos conversaciones positivas, constructivas y saludables.
Así con esta elección y uso más reflexivo de nuestras palabras mejoraremos nuestro lenguaje y nuestro lenguaje nos hará mejores. Este es también el poder terapéutico del lenguaje. La buena comunicación es un antídoto esencial.
Apreciadas mamás y papás os estoy sugiriendo que escuchéis y habléis a vuestros hijos e hijos y con vuestros hijos e hijas. El lenguaje sirve para hablar con los demás, pero permitidme que os comunique que el lenguaje también sirve para hablar con nosotros mismos. Escucharos y hablaros.
Poner palabras a lo que sentimos nos ayudará a disminuir su intensidad y su impacto dañino y contribuirá a compartirlo con los demás en mejores condiciones de estabilidad emocional.
El lenguaje construye los pensamientos, los pensamientos generan emociones y todo ello produce nuestra conducta, nuestra forma de actuar, nuestra manera de responder a los acontecimientos de nuestro entorno.
El lenguaje para hablarles a ellos y ellas y el lenguaje para hablarnos también a nosostros, las palabras que elegimos, la intensidad y el tono de voz que usamos, nos producirá imnumerables beneficios y lograremos un estado emocional, una establidad emocional de extraordinario impacto en nuestra relación con nuestras hijas e hijos. Por ello tenemos que hablarnos de forma constructiva, saludable, positiva, tierna, amable,…
Cuidad siempre vuestro lenguaje, pero muy especialmente en este tiempo de acontecimientos tan complejos, así, también será más probable lograr la cooperación y la implicación activa y entusiasta de vuestras hijas e hijos.
Nuestro diálogo interior, nuestros monólogos, nuestras conversaciones privadas para restañar nuestra estabilidad emocional tan alterada por la incredulidad y perplejidad creada por ese peligro invisible y silente, pero que provoca imágenes aterradoras y sonidos desgarradores, atronadores, que nos ha dejado sumidos en un panorama lúgubre que nos causa impotencia, indefensión y pavor.
Los acontecimientos son inmutables, no podemos cambiarlos, pero si podemos cambiarnos a nosotros mismos. Nada cambia si no cambiamos nada. Prácticamente todos los problemas se pueden convertir en oportunidades y ahora también hay que intentar que así sea. La realidad, que ahora, como siempre, es compleja y poliédrica, acabará mostrándonos su cara más favorable. Así la naturaleza después nos abrirá un enorme libro con lecciones extraordinarias ocultas en este drama que probablemente nunca hubieramos aprendido y que ahora estamos obligados a leer y comprender profundamente. Este libro seguro que encierra mensajes muy profundos, complejos y difíciles de entender e interiorizar de una manera rápida. Hay que leerlo sin urgencia, pero con perseverancia, hasta alcanzar la hondura de su esencia.
Probablemente en los momentos más complejos y difíciles, como el que nos está tocando vivir, es cuando realmente valoramos la importancia de todo aquello que antes denostabamos y considerabamos tedioso, anodino, intranscendente. Poner palabras a lo que sentimos nos ayudará a disminuir su intensidad y su impacto dañino y contribuirá a compartirlo con los demás en mejores condiciones de estabilidad emocional.
El lenguaje construye los pensamientos, los pensamientos generan emociones y todo ello produce nuestra conducta, nuestra forma de actuar, nuestra manera de responder a los acontecimientos de nuestro entorno.
El lenguaje para hablarles a ellos y ellas y el lenguaje para hablarnos también a nosostros, las palabras que elegimos, la intensidad y el tono de voz que usamos, nos producirá imnumerables beneficios y lograremos un estado emocional, una establidad emocional de extraordinario impacto en nuestra relación con nuestras hijas e hijos. Por ello tenemos que hablarnos de forma constructiva, saludable, positiva, tierna, amable,…
Cuidad siempre vuestro lenguaje, pero muy especialmente en este tiempo de acontecimientos tan complejos, así, también será más probable lograr la cooperación y la implicación activa y entusiasta de vuestras hijas e hijos.
Nuestro diálogo interior, nuestros monólogos, nuestras conversaciones privadas para restañar nuestra estabilidad emocional tan alterada por la incredulidad y perplejidad creada por ese peligro invisible y silente, pero que provoca imágenes aterradoras y sonidos desgarradores, atronadores, que nos ha dejado sumidos en un panorama lúgubre que nos causa impotencia, indefensión y pavor.
Los acontecimientos son inmutables, no podemos cambiarlos, pero si podemos cambiarnos a nosotros mismos. Nada cambia si no cambiamos nada. Prácticamente todos los problemas se pueden convertir en oportunidades y ahora también hay que intentar que así sea. La realidad, que ahora, como siempre, es compleja y poliédrica, acabará mostrándonos su cara más favorable. Así la naturaleza después nos abrirá un enorme libro con lecciones extraordinarias ocultas en este drama que probablemente nunca hubieramos aprendido y que ahora estamos obligados a leer y comprender profundamente. Este libro seguro que encierra mensajes muy profundos, complejos y difíciles de entender e interiorizar de una manera rápida. Hay que leerlo sin urgencia, pero con perseverancia, hasta alcanzar la hondura de su esencia.
Probablemente en los momentos más complejos y difíciles, como el que nos está tocando vivir, es cuando realmente valoramos la importancia de todo aquello que antes denostabamos y considerabamos tedioso, anodino, intranscendente.
Normal y rutinario soliamos denominarlo con desdén y hastío, sin valorar el auténtico significado de la palabra libertad y, en general, de la ahora añorada cotidianeidad.
Ojalá esta situación nos empuje a reflexionar y provoque un replanteamiento de nuestra concepción del mundo y de nuestra propia existencia. La inmensa fortuna que buscamos insistente, caótica y frenéticamente sin pensar que ya la poseemos, aunque conscientes de nuestra connatural fragilidad y vulnerabilidad. Apreciar el auténtico valor de todo lo anteriormente considerado desdeñable, que nos permita modificar principios y valores que sustentan nuestro lenguaje, nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y emociones y, por ello, nuestras acciones.
Yo creo que sí estamos ante una carrera de velocidad, pero sobre todo, estamos ante una carrera de resistencia. Nuestra capacidad de resiliencia y adaptación no sólo permitirá superar la situación, sino que nos pondrá a nuestro alcance salir fortalecidos de ella, entender el mensaje es asunto nuestro.
Aunque hoy esté oculto detrás de ese inmenso, denso y oscuro nubarrón, el sol no ha desaparecido, el sol brillará de nuevo y sus rayos resplandecientes iluminarán nuevamente nuestra vida. Todo pasará y volveremos al bullicioso colegio, a merendar en el parque, a juntarnos a jugar con nuestras amigas y amigos y a correr libremente por los lugares y senderos de antes.
El arco iris siempre sale después de la tormenta. Esta vez también será así.
Mientras tanto, aplaudid cada noche, tras la protección y seguridad de las paredes y los cristales de vuestra casa, con ellas y ellos y explicadles el sentido del aplauso. Esa es la auténtica solidaridad y la sincera gratitud a tantas personas anónimas que realizan un esfuerzo denodado, que ponen y dejan su alma procurando nuestro bienestar. Especialmente, con su sabiduría y medicinas, pero también con alimentos, cuidados, protección, canciones, poesias, cuentos, humor,…
Los hijos e hijas pueden aprender muchas cosas de sus madres y padres, pero pensad cuanto aprendemos nosotros y nosotras de ellas y ellos. Todos aprendemos de todos y todos tenemos que seguir aprendiendo de todos.
Como es natural en un momento de grave crisis sanitaria, como el que vivimos actualmente, la salud es la prioridad y obliga a la suspensión de la actividad docente presencial y exige la colaboración conjunta, más extrema aún, de todos los agentes implicados para promover la salud, el desarrolo y la educación y mitigar el impacto psicológico negativo. La extraordinaria contribución del Ministerio de Educación y Formación Profesional, la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía, la Delegación Territorial de la Consejería de Educación y Deporte de la Junta de Andalucía en Almería, Radio Televisión Española, centros y servicios educativos, profesionales, instituciones, organismos, empresas editoriales, medios de comunicación y personas particulares con iniciativas, programas y materiales educativos diversos de inmensa ayuda.
El sistema educativo presencial se ha interrumpido bruscamente y ha irrumpido de forma súbita, sin período de adaptación, sin transición, porque la gravedad de la situación sanitaria no lo ha permitido, un sistema educativo digital. Las familias no puede abdicar ni alterar su función natural profesionalizando su relación con sus hijas e hijos para transformarse inesperadamente en docentes.
La invisibilidad de los profesionales podría crear en las familias la sensación de aislamiento y soledad, la sensación de no contar con el apoyo necesario a su ingente tarea actual, que nadie puede realizar individual o aisladamente. Sentid que aunque estemos en aislamiento, no estáis aislados.
Los profesionales estamos invisibles, pero estamos y mantenemos nuestro profundo compromiso con nuestra tarea profesional, con las necesidades de las niñas y niños y de sus familias.
Aunque los profesionales poseamos formación, conocimientos y habilidades técnicas específicas, métodos, técnicas, estrategias, procedimientos, instrumentos y un bagaje de experiencia más o menos profundo y extenso, independientemente de todas esas capacidades técnicas y profesionales, somos seres humanos que tratamos con otros seres humanos y esto es lo verdaderaente relevante. Por ello, es evidente que una relacion fría y distante es totalmente perjudicial, por lo que es absolutamente imprescindible crear un clima de acogida, calidez, afecto, confianza, comprensión profunda y aceptación incondicional y para éste no existe un lugar comparable al cálido seno del hogar.
Todo esto también es salud.
Para mí, la salud es el valor más importante, el bien más preciado que poseemos. Aunque estoy abierto a aceptar que se trata de una opinión subjetiva, como todas, que, por tanto, pueden existir otras opiniones alternativas, pero lo que es un hecho incontrovertible, es que sin salud nada de lo demás tiene valor, ni tiene sentido.
Mucha salud para todas y todos.
Cuando todo esto pase volveremos a estrecharnos la mano, a los besos y a los abrazos. Ahora un virtual, pero inmenso abrazo.
Quedo a vuestra absoluta disposición.
Además os recuerdo que sigáis las pautas y orientaciones específicas que acordamos en entrevista presencial.
Asimismo, os sugiero algunas otras pautas generales e inespecíficas y algunos enlaces de interés :
v Presencia física del papá y/o mamá durante el día.
v Período de tiempo diario exclusivo para la atención de vuestro hijo o hija.
v Escuchad todas las emisiones de vuestra hija o hijo.
v Habladles de todo lo que perciben y/o sucede : personas, mascotas, juguetes, alimentos, objetos, acciones…
v Atended y satisfaced sus dudas, demandas, deseos, necesidades, inquietudes, temores aunque estén formuladas de forma muy incipiente, casi ininteligible.
v Cantad con ellas y ellos sus canciones infantiles favoritas.
v Narrad cuentos infantiles.
v Leed cuentos infantiles.
v Realizad juegos compartidos : papá y/o mamá con vuestra hija o hijo.
v Realizad actividades y tareas compartidas : papá y/o mamá con vuestro hijo o hija (aseo, preparación y servicio de la comida, limpieza y organización de vivienda, cuidado de las mascotas, cuidado del jardín y/o las plantas,…).
v Cuentos infantiles chiquipedia.com
v Aprendemos en casa rtve.
v EducaClan Clan rtve.
v Series de animación infantil : peppa pig, las aventuras de tati y misifu, groovy el marciano, masha y el oso, caillou, Juan y Totola, la oveja Shaun, pequeno Bill, Jelly Jan,…
https://cuentosparadormir.com
www.cuentosinfantilesadormir.com
www.arasaac.org
www.soyvisual.org
https://unmardepalabrasblog.com
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https://recursosparaaudicionylenguaje.blogpost.com
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No obstante, estoy a vuestra entera disposición para cuanto estiméis que puede ser de vuestra ayuda en este o en cualquier otro momento.
Os reitero mi aprecio y mi estima más absoluta.
Diego Pérez Mora E.O.E. Almería Mónsul
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