Características generales de la etapa:

  • La adquisición de autonomía necesaria para desplazarse y actuar con seguridad e independencia en los espacios y ambientes conocidos e ir descubriendo a lo largo del ciclo otros menos habituales. Son capaces de realizar, por sí mismos, diversas actividades de alimentación, vestido, limpieza, etc.
  • La motricidad dinámica general va ganando precisión en el control del propio cuerpo y sus movimientos, traduciéndose en una progresiva habilidad fina y diferenciada para la realización de tareas gráficas y de expresión plástica. Se va definiendo la lateralidad que estará claramente establecida al final de la etapa.
  • En el terreno del lenguaje se dan progresos de suma importancia, pasando a ser un instrumento de planificación y regulación de la propia conducta. Aparte de la función de comunicación social que tiene, el lenguaje se va convirtiendo cada vez más en una herramienta de comunicación consigo mismo, en un elemento planificador y regulador del propio comportamiento. A través del lenguaje, el niño y la niña van organizando su acción, ordenándola y planificándola antes de ejecutarla.
  • La capacidad intelectual se ve reforzada por una mayor atención y memorización, pero aún muestra dificultades para descentrarse de su propio punto de vista y adoptar el de los demás. Va dando pruebas de razonamiento mental e inventa medios para problemas. Ha afianzado su inteligencia sensorio-motora y se va internando en el ámbito de lo simbólico.
  • A partir de los tres años el juego solitario con objetos se va transformando en juego cada vez más socializador, en el que van apareciendo la adopción de los roles sociales. Va estableciendo vínculos emocionales duraderos con sus educadores y adquiriendo hábitos de destrezas de interacción con los compañeros y compañeras, desarrollando y descubriendo su propia identidad.