En nuestra biblioteca utilizamos la metodología de ambientes de aprendizaje. Es el primero que hemos creado. Desde esta perspectiva, el espacio está diseñado para ser mucho más que un lugar donde los niños toman libros prestados. Se convierte en un entorno dinámico y estimulante donde se promueve el amor por la lectura y el aprendizaje autónomo.

El ambiente está organizado en diferentes zonas o rincones que fomentan la exploración y la curiosidad. Tenemos rincón de relajación para disfrutar de los libros, un área de lectura interactiva, un espacio para dramatización de historias, mesa de luz para crear historias increíbles, un rincón de letras y una zona de creación artística inspirada en los libros. 

Los niños tienen la libertad de moverse y elegir las actividades que más les interesen, lo cual promueve su autonomía y toma de decisiones. Desde esta perspectiva, las maestras, en lugar de dirigir cada actividad, actuamos como facilitadoras, observando y apoyando a los niños y niñas en su proceso de descubrimiento y aprendizaje. Podemos guiar una discusión sobre una historia leída, ayudar en la dramatización de un cuento, o fomentar la creación de obras de arte basadas en las lecturas.

Esta metodología favorece el aprendizaje holístico, ya que los niños y niñas desarrollan habilidades lingüísticas, sociales, emocionales y cognitivas en un entorno rico en estímulos y experiencias. Además, al integrar la lectura con otras actividades creativas y lúdicas, se logra que los niños asocien la biblioteca con un lugar de disfrute y descubrimiento continuo, cultivando así una actitud positiva hacia la lectura y el aprendizaje desde temprana edad.

 

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