Los lunes jugamos con la harina en el taller de experimentación de 1 año y nuestro grupo lo formamos niños y niñas de la clase gatito y osito.
Les hemos preparado la sala con una bandeja llena de harina para cada uno, un cuenco y una cuchara. Como no les damos ninguna pauta entran tranquilos pero sin atreverse a tocar nada. Como ven que no nos movemos ni les indicamos ninguna acción poco a poco se van sintiendo más seguros y empiezan a tocar y a experimentar.
«¿Esto qué es? «– Piensa Rafa
» ¡Uy mira! ¿qué hace aquí una cuchara si esto es para comer la papa?»- piensa Carmen
Lo primero que suele atraerles es el objeto que conocen, que es la cuchara, después cogen el cuenco y descubren el sonido que produce la cuchara al golpearla con el cuenco y por último se atreven a tocar la harina y a experimentar con ella.
«Me gusta tanto lo que estoy haciendo que no me doy cuenta lo que pasa a mi alrededor»– piensa Iker -«Tengo que llenar el cuenco de harina, me gusta mucho ver como cae la harina cuando lo vuelco.»
Aunque Iker no se está dando cuenta, está aprendiendo mediante la experimentación los conceptos matemáticos lleno-vacío, mucho –poco, dentro-fuera. Además estamos trabajando la coordinación óculo – manual, desarrollando la psicomotricidad fina y la concentración.
«Yo he querido tirar la harina al suelo, la extiendo con las manos, hago una montañita, la cojo, la aprieto y la vuelvo a soltar. ¡Es súper divertido! ¡Estoy de harina hasta los pelos! Pero mi seño no me riñe. Yo soy feliz y me lo he pasado muy bien.”