Los niños y niñas de las clases Caracol y Perrito han tenido una gran sorpresa al entrar en clase. Han encontrado una PROVOCACIÓN DE OTOÑO.
Las provocaciones son una invitación para despertar el interés por explorar, usar materiales y jugar según la curiosidad, el deseo o motivación que tengan los niños/as o sus ganas de descubrir. En esta ocasión les hemos presentado a los niños y niñas sobre la mesa frutas y objetos que representan el otoño.
La fruta se presenta sin pelar para que experiementen con los sentidos y descubran sus propiedades (color, forma, textura, tamaño) y cortada para que puedan probarla si así lo desean. Hay manzanas, granadas, plátanos, mandarinas, limones, castañas, nueces piñas y hojas.
Al entrar, la sorpresa los deja tímidos, pues se acercan despacio e incluso algunos no se atreven ni a tocar ni a acercarse a la mesa. Algunos miran a las tutoras con una sonrisa, preguntando con la mirada si pueden tocar, otros se lanzan inmediatamente sobre lo que conocen y así empieza el juego y la experimentación.
También les gusta mostrarnos lo que están descubriendo
¡Los mas atrevidos se lanzan a probar hasta el limón! Noah, exclama «¡esto pica!» Al probar la fruta están descubriendo los distintos sabores y las diferencias entre ellas.
Con el tacto, al manipular las hojas, estrujándolas y las nueces al chocarlas entre ellas, descubren los sonidos del otoño.
Cuando descubrieron el mortero, primero desgranaron las grandas, haciendo el movimiento de la pinza con los dedos, desarrollando así la motricidad fina, y después metieron los granos en el mortero para estrujarlos y sacar así el zumo.
También desarrollan la pinza pelando la mandarina, que después prueban con entusiasmo.