Proyecto Educativo

 

Apartados relevantes de nuestro Proyecto Educativo

A. INTRODUCCIÓN

Se denomina EDUCACIÓN a la transmisión de la cultura, normas, valores, etc. que los niños y niñas absorben para convertirse en adultos activos dentro de la sociedad en la que están inmersos.

Esta educación comienza en el entorno familiar en el momento en que el niño/a nace, incorporándose más adelante a la Educación Infantil, primer eslabón del sistema educativo. Esta etapa tiene un carácter propio, por ello dispone de unos objetivos y unos medios específicos.

La Educación Infantil, y principalmente su primer ciclo, se caracteriza por el papel activo del niño/a, cuyas necesidades e intereses marcan el ritmo de nuestra labor educativa.

Nuestro principal objetivo en la Escuela Infantil Rocinante es crear un entorno seguro, un ambiente afectivo, que ofrezca situaciones en las que los niños y niñas creen, manipulen, experimenten, disfruten, jueguen… en definitiva APRENDAN, y donde las familias puedan confiar en compartir la tarea de educar a sus hijos e hijas.

Nuestra escuela atiende niños y niñas de entre 0 y 3 años, distribuidos de la siguiente forma:

  • Una clase de 0 años con 6 niños y niñas
  • Una clase de 1 año con 10 niños y niñas
  • Una clase de 2 años con 15 niños y niñas

B. FINALIDADES EDUCATIVAS

1º- Contribuir a compensar las carencias y nivelar las desigualdades que el ambiente social y cultural desfavorecido producen. 

2º – Educar en la igualdad sin discriminación de  raza, sexo o religión, o cualquier otra circunstancia personal o social.

3º – Propiciar experiencias, proporcionar espacios, materiales y ambientes que favorezcan el desarrollo integral del niño/a.

4 º- Lograr que los niños y niñas adquieran progresivamente autonomía en sus actividades habituales.

5 º- Implicar a los padres y madres en la tarea educativa, tanto en la  participación y cooperación con el Centro en las actividades que se organicen como su continuidad en el hogar.

6 º – Conseguir un ambiente adecuado de trabajo contando con la participación de todos los trabajadores/as del centro en la tarea educativa.

7º – Lograr la coordinación de todos los equipos externos de apoyo implicados: Ayuntamiento, Servicios Comunitarios, otros centros…

8º – Fomentar la formación continua de todo el personal del Centro.

9º – Favorecer la integración del Centro en el medio y en el entorno, conociéndolo, respetándolo y disfrutando de él.

10º – Conocer, manifestar y sentirse integrado en las manifestaciones culturales del entorno, del folklore y del patrimonio cultural andaluz.

C. ORIENTACIONES METODOLÓGICAS

            Los procesos de desarrollo y los aprendizajes que se producen en los niños y niñas desde el nacimiento hasta los seis años son de gran relevancia, y lo que los niños aprenden depende, en buena medida, de cómo lo aprenden. De ahí la importancia de las orientaciones metodológicas.

             En una educación infantil como la que se pretende con el actual currículum, la metodología de trabajo derivará, entre otros factores, de la concepción que se tenga de la infancia y de los conocimientos que los distintos estudios e investigaciones nos aportan de cómo aprenden los niños y niñas.

            Actualmente la educación infantil es entendida como una etapa con identidad propia, importante en sí misma, centrada en la idea de un niño y niña competentes, con capacidad de acción y con derechos plenos. Se entiende así al niño y niñas hasta los seis años de edad como protagonista en la construcción de su identidad, conocimiento y cultura, en colaboración con otras personas y grupos sociales.

            Los niños de estas edades se conciben como personas ricas en potencialidades, activas, fuertes y capaces de implicarse en el mundo de manera activa y participativa y de contribuir a su crecimiento y aprendizaje. Por ello se busca una cultura del aprendizaje caracterizada por la participación, la reflexión, la solidaridad, el placer, el esfuerzo y la admiración.

            La práctica educativa en educación infantil permite diferentes enfoques metodológicos, sin embargo conviene considerar algunas ideas fundamentales que han de sustentar la acción didáctica. Estos principios se ofrecen como referentes que permiten tomar decisiones metodológicas fundamentadas para que, en efecto, la intervención pedagógica tenga un sentido inequívocamente educativo, aunque deberán siempre contextualizarse según el grupo de niños y niñas.

  1. APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO

Los principios metodológicos que subyacen a la intervención educativa en la enseñanza infantil se enmarcan en una concepción constructivista del aprendizaje escolar y de la intervención psicopedagógica entendida en sentido amplio, sin que pueda identificarse con ninguna teoría en concreto sino más bien con enfoques presentes en los distintos marcos teóricos, que confluyen en una serie de principios que no son prescripciones educativas sino ideas que conforman la intervención de los docentes.

Estos principios de intervención educativa son:

  • Partir del nivel de desarrollo de los alumnos/as: En cada período de desarrollo piagetiano ( sensoriomotor, preoperatorio, operatorio, concreto y operatorio formal) se presuponen unas posibilidades de aprendizaje. La intervención educativa debe tener en cuenta el nivel en los niños y niñas se encuentran y sus posibilidades de razonamiento y aprendizaje. También debemos tener en cuenta los conocimientos previos de los niños, pues serán los cimientos donde se edificarán los nuevos conocimientos.
  • Asegurar la construcción de aprendizajes significativos en contra del aprendizaje memorístico, puesto que los primeros se integran en las estructuras cognitivas del niño mientras el segundo no mantiene ninguna relación con lo que el niño ya conoce y aunque pueda recordarlo, no sabrá utilizarlo en sus procesos de actividad.
  • Modificar progresivamente los esquemas de conocimiento. Aprender de forma significativa y con sentido requiere establecer numerosas relaciones entre lo que ya se conoce y lo que se va a aprender, y tiene como consecuencia la integración de los conocimientos, lo que permitirá aplicar lo aprendido a otras situaciones y contextos.
  • Intensa actividad manipulativa y mental en los alumnos/as. La actividad es la principal fuente de aprendizaje y desarrollo en la etapa infantil. Es a través de la actividad infantil, partiendo de sus ideas previas e interaccionando con el medio y los otros, donde los niños/as aprenden y transforman la realidad.

Partiendo de estas teorías psicopedagógicas realizamos en nuestro trabajo diario propuestas de trabajo. Éstas pueden adoptar diferentes formas: proyectos de trabajo, pequeñas investigaciones, rincones, talleres…

2. ENFOQUE GLOBALIZADOR

El enfoque globalizador es un proceso global de acercamiento del niño/a a la realidad. Supone presentar a los alumnos/as los contenidos tal y como ellos/as comprenden esos contenidos, no como lo haría un adulto. Los niños/as de 0 a 6 años tienen una mente sincrética, es decir, perciben las cosas como un todo.

Por ello el enfoque globalizador se considera el más apropiado para estas edades, siendo la vida cotidiana el eje sobre el que giran los aprendizajes.

3. ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

Atender a la diversidad supone reconocer que cada niño o niña es una persona única e irrepetible, con su propia historia, afectos, motivaciones, necesidades, intereses, estilo cognitivo, sexo, etc. Esto exige que la escuela ofrezca propuestas adecuadas a cada niño/a.

La atención a la diversidad se ha de guiar por el principio de favorecer y estimular el bienestar y desarrollo de todos los niños y niñas, aprovechando las diferencias individuales existentes en el aula. Especial atención merecen aquellos niños/as que presentan necesidades educativas especiales, que deberían identificarse y valorarse lo antes posible.

4. EL JUEGO

El juego suele suponer para el niño crear un mundo de fantasía en el que todo es posible.

En estas edades el juego se caracteriza por:

  • Es una actividad libre y voluntaria.
  • Es placentero y divertido.
  • Tiene como finalidad el propio juego, el disfrute.
  • Es una forma de autoexpresión del yo, que proporciona seguridad, confianza y equilibrio interno.
  • Es un “ensayo para la vida”, en el juego todo vale, el niño puede experimentar con la realidad, consigo mismo y con los demás sin consecuencias reales.

Estas características contribuyen a que el niño crezca y se desarrolle a todos los niveles:

Intelectual: Pues mientras juega explora y descubre la realidad.

Físico: El movimiento favorece el conocimiento del propio esquema corporal.

Social: A través del juego el niño empieza a acercarse a los demás. Además el niño aprende a seguir las normas de los juegos, a no agredir a los compañeros… pues en caso contrario los demás niños no accederán a jugar con él. Estas normas les serán muy útiles a lo largo de su crecimiento y sentarán las bases de un adulto responsable y respetuoso.

Afectivo: El juego posibilita la liberación de tensiones, exteriorizar deseos y temores como no haran en otra situación.

Moral: Desarrollan sentimientos éticos: sinceridad, justicia, compañerismo…

Por todo ello consideramos el juego  como un medio de aprendizaje.

En la Escuela le otorgamos un triple carácter debido a su potencialidad educativa:

  • El juego ha de ser tratado como objetivo educativo.
  • Como contenido, ya que los aprendizajes están vinculados a los juegos que los niños y niñas pueden construir.
  • Como recurso metodológico, porque a través del juego se realizan los aprendizajes.

5. LA ACTIVIDAD INFANTIL, LA OBSERVACIÓN Y LA EXPERIMENTACIÓN

Los niños y niñas de estas edades han de aprender haciendo, en un proceso que requiere observación, manipulación, experimentación y reflexión.

Para conseguir que progresen en el conocimiento del mundo, es necesario darles oportunidades para que realicen actividades de forma autónoma, tomen la iniciativa, planifiquen y secuencien poco a poco la propia acción, todo esto será imposible si no se encuentran en un ambiente de seguridad afectiva, rico en estímulos, favorable para la exploración, la cooperación y la toma de iniciativas.

Una vez conseguido ese ambiente favorable, plantearemos situaciones didácticas variadas y cuya duración variará según el interés que susciten en los niños y niñas.

6. LA CONFIGURACIÓN DEL AMBIENTE

Entendemos el ambiente como el compendio de elementos físicos (materiales, espacio…), culturales (hábitos, normas…) y afectivo-sociales (relaciones entre niños/as, familias y profesionales).

La planificación del ambiente en la escuela infantil afecta a los procesos de relación, crecimiento y aprendizaje de los alumnos/as. Cuando entramos en un lugar desconocido éste nos hace sentir cercanía o distancia, seguridad o incertidumbre…, no sólo por la actitud de las personas que allí encontramos sino por cómo está organizado el espacio, los muebles…  Por ello intentaremos que tanto los niños y niñas como sus familias, al llegar a la escuela infantil, la sientan como un lugar suyo, donde se les invita a participar activamente.

7. LOS ESPACIOS Y MATERIALES

Debemos tener en cuenta que todos los espacios de la escuela infantil son potencialmente educativos. Su organización debe ir encaminada a la satisfacción de las necesidades e intereses de las personas que en ella conviven: de movimiento, afecto, juego, comunicación, descanso…

Es importante que los espacios del centro sean armónicos y que, en su diseño y decoración, se cuide especialmente la estética incorporando formas, colores y elementos del entorno natural, y evitando imágenes estereotipadas o infantilizadas que no suponen estímulos para el crecimiento y que no ayuda a los niños/as a desarrollar la sensibilidad estética y artística.

En cuanto al material su valor reside en las posibilidades de acción, manipulación y experimentación que proporcione, de acuerdo a la intencionalidad educativa y a los objetivos que hayamos definido.

Para la selección y uso de este material educativo y equipamiento se deberá tener en cuenta que sean:

  • Polivalentes, permitiendo diferentes usos y actividades.
  • Variados, para ayudar al desarrollo físico, emocional, cognitivo, afectivo y social.
  • Elementos de la vida cotidiana.
  • Favorecedores de la actividad autónoma, permitiendo al niño/a su uso y recogida, evitando así la dependencia del adulto.

8. EL TIEMPO

El tiempo en esta tapa se considera un instrumento muy útil para la organización del trabajo diario en la escuela, pero además es un elemento que contribuye al proceso de construcción personal de los niños y niñas.

Cada alumno/a ha de disponer del tiempo necesario para crecer y desarrollarse de acuerdo a sus ritmos individuales. Por tanto organizaremos el tiempo de una forma flexible y natural, en el que todos disfruten de momentos para jugar, reír, expresarse, explorar, en definitiva, de crecer y aprender.

La organización del tiempo también es importante en cuanto a que aporta al niño seguridad y estabilidad, y le ayuda a interiorizar el paso del tiempo. En la escuela establecemos una rutina en forma de momentos que se repiten normalmente en el mismo orden y que duran aproximadamente el mismo tiempo: la asamblea, los juegos en el patio, actividades dirigidas, actividades libres, el aseo, la comida… De esta forma atendemos a las necesidades de actividad de los niños y niñas de esta edad a la vez que les aportamos seguridad (pues ellos ya pueden predecir lo que vendrá después) y les ayudamos a madurar al comprender el paso del tiempo, siempre abstracto para ellos.

Por último tendremos en cuenta que no debemos diferenciar entre tiempo de juego y tiempo de trabajo, ya que el aprendizaje se puede encontrar en ambos.

9. LA EDUCACIÓN INFANTIL, UNA TAREA COMPARTIDA

Desde la escuela infantil debemos promover una buena relación entre familia y escuela, ayudando a las primeras a compartir sus dudas y preocupaciones, así como ayudándolas en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus hijos/as.

Éstos objetivos se podrán realizar si basamos nuestra relación con los padres y madres en la confianza y la comunicación. Organizando reuniones, asambleas, fiestas… en las que participen las familias de nuestros alumnos/as, y  atendiendo sus dudas y preguntas diariamente a las horas de entrada y salida del centro, conseguiremos ampliar los círculos familiares y suplir en parte la vida en familia extensa que hace unos años era tan común.

En la escuela infantil los padres y madres no sólo deben ver el lugar donde sus hijos/as aprenden y están seguros en su ausencia, sino un centro de intercambio con otros adultos en situaciones parecidas a las propias y con profesionales de la enseñanza que comparten con ellos la tarea de ayudar a sus hijos/as a crecer en todos los aspectos.

D. MEDIDAS DE ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

La diversidad, está presente en el alumnado y en el proceso enseñanza–aprendizaje. La educación ha de ser individualizada y ajustarse a las características de cada uno de los niños, en cuanto a su capacidad, su motivación, su estilo de aprendizaje, su interés, su ritmo de trabajo, sus aptitudes, sus gustos y aficiones, sus capacidades más destacadas, su entorno familiar, problemática, etc.

Así, atender a la diversidad supone reconocer que cada niño o niña es una persona única e irrepetible, con su propia historia, afectos, motivaciones, necesidades, estilo cognitivo, sexo, etc. Esto exige que la escuela ofrezca respuestas adecuadas a cada niño o niña. Es necesario por tanto que el tutor o tutora, considerando y respetando las diferencias personales planifique su trabajo de forma abierta, diversa, flexible y positiva, para que al llevarse a la práctica, permita acomodarse a cada persona, potenciando además los diversos intereses que aparecen en niños y niñas cuando se centran más en propuestas de uno u otro tipo: experimentación, comunicación, motóricas, expresión, simbólicas, etc. En consecuencia, deberían evitarse actividades estandarizadas, de ejecución colectiva simultánea, con resultados únicos, que suponen requerimientos uniformes para todos.

 La atención a la diversidad se ha de guiar por el principio de favorecer y  estimular el bienestar y el desarrollo de todos los niños y niñas, aprovechando las diferencias individuales existentes en el aula. En este sentido, es necesario plantear situaciones didácticas que respondan a diferentes intereses y niveles de aprendizaje y permitan trabajar dentro del aula, en pequeños grupos, teniendo en cuenta la curiosidad e interés diferenciado de cada cual.

La atención a la diversidad exige relativizar la información que se posee del niño o de la niña. Se valorarán preferentemente los logros y progresos evitando atribuir etiquetas, calificativos y valoraciones en función de la conducta, comportamiento, capacidades y características personales, aspectos por otra parte, tan sujetos a cambios en estas edades.

Especial atención merecen aquellos niños y niñas que presentan necesidades educativas especiales, que deberían identificarse y valorarse lo más pronto posible. Es importante la detección y atención temprana de sus necesidades, por ello, maestros y educadores se coordinarán con otros profesionales, además de favorecer un ambiente especialmente afectivo.

Es de suma importancia, para poder atender a cada uno según sus necesidades, establecer un clima de aceptación y apoyo mutuo entre los niños y realizar una valoración de sus características a través de la observación, las entrevistas con las familias, los cuestionarios a los padres, etc

Se deberán utilizar con ellos los recursos más adecuados para favorecer su desarrollo, siempre prestando tanta atención a los resultados como a los procesos que los originan.

La riqueza de nuestra escuela en concreto, así como ocurre en la sociedad, reside en la diversidad de personas que aquí convivimos. No entendemos la Atención a la Diversidad como un problema o inconveniente, sino como las medidas que vamos tomando para adaptar nuestra forma de trabajar a la comunidad de la que formamos parte.

En nuestro centro convergen distintas culturas y estratos sociales, que se traducen en familias concretas y en niños y niñas únicos, con sus costumbres, grandes potencialidades y pequeñas limitaciones.

En la diversidad cultural de la EI Rocinante podemos encontrar alumnos y alumnas de la etnia gitana, así como procedentes de países sudamericanos y africanos como Marruecos o Argelia. Todos ellos se encuentran perfectamente integrados y sus familias participan activamente en las actividades del centro.

Tal vez el problema que afecta más a los padres y madres de nuestros alumnos/as sea el paro, bastante elevado en la zona. El centro se adapta a este problema intentando pedir la mínima contribución económica a las familias. En el momento de realizar fiestas u otras celebraciones que necesiten alguna aportación el AMPA organiza rifas o sorteos con cuya ganancia se compran los materiales necesarios. Tenemos en cuenta también este problema cuando pedimos ropa para mudas o similar, pues hacemos hincapié en que no es necesario comprar cosas nuevas, sino algo que tengan en casa. En el caso de padres y madres trabajadores, y según las necesidades de las familias, en el centro intentamos flexibilizar en  la medida de lo posible los horarios de entrada y salida para compatibilizarlos con sus horarios, de forma que los niños y niñas puedan disfrutar del mayor tiempo posible con sus padres.

Nuestra escuela se adapta también a las distintas religiones que profesan las familias de los niños/as aquí matriculados, por ejemplo, a la hora de incluir una dieta sin carne de cerdo, o teniendo en cuenta que algunos niños no participan en las fiestas típicas de nuestra cultura (como cumpleaños, navidad, feria…), siempre tratando estos casos en la clase  desde un punto de vista positivo, y nunca como motivo de exclusión del grupo.

En la forma de asignar a los niños/as a cada clase al comenzar el curso escolar también tenemos en cuenta la atención a la diversidad, ya que se distribuyen según su fecha de nacimiento de manera que en todos los grupos haya niños/as nacidos en el primer trimestre del año y también nacidos al final del mismo. También intentamos que exista el mismo número de niños y de niñas en cada clase. De esta manera formamos grupos más heterogéneos, en los que los niños de una misma clase son más distintos unos de otros que si los agrupásemos por similar fecha de nacimiento. Esto nos permite que pequeños y mayores, niños y niñas, aprendan unos de otros y aprendan a tratar con compañeros diferentes.

También se tienen en cuenta las diferencias individuales a la hora de programar las actividades. Utilizamos distintos tipos de agrupamientos (Actividades individuales, en pequeño grupo…) y multitud de  actividades abiertas que permitan que cada niño/a las realice según su forma de aprendizaje o su nivel de madurez.

En el caso de niños/as con necesidades especiales, si el alumno/a ha sido diagnosticado previamente a su llegada al centro tendremos en cuenta las indicaciones de los profesionales que le hayan tratado. Por otro lado, si en el trabajo diario en la escuela, teniendo en cuenta el comportamiento y los logros que suelen tener los niños y niñas según su edad cronológica, percibimos que algún alumno/a puede padecer una necesidad, actuaremos teniendo en cuenta el siguiente protocolo de actuación:

  • Observación
  • Enumeración de indicadores significativos o discriminativos.
  • Poner en conocimiento de la familia
  • Autorización expresa de la familia para la derivación al equipo de valoración correspondiente
  • Derivación al equipo de valoración correspondiente
  • Programa de intervención educativa ajustado a cada necesidad, siguiendo las instrucciones del equipo para potenciar al máximo las posibilidades del alumno/a.
  • Orientación a las familias si fuera necesario.

Será la  tutora del aula la encargada de llevar a cabo dichas directrices, con la colaboración de la educadora del centro.

Así mismo, en el caso de que el alumnado reciba atención de algún equipo concreto, mantendremos un contacto permanente con dicho equipo, para una mejor coordinación y colaboración, desarrollando así al máximo las posibilidades de los alumnos y alumnas.

E. PROPUESTA PEDAGÓGICA

1. LA VIDA COTIDIANA

La vida cotidiana es un suceder de ritmos en los que se intercala momentos de actividad orientados a cubrir las necesidades de los niños/as. Desde que llegan hasta que se van, el día responde a las secuencias de dichos momentos, manteniendo unas pautas fijas en las que se sitúa. Son, pues, puntos de referencia para su actividad donde tiene cabida todo lo que queremos hacer.

Estos ritmos están marcados por tiempos en los que el adulto da respuesta grupal a la vida del niño. La llegada, la comida, el descanso, la despedida…, son los momentos reverenciales a lo largo de los cuales transcurre su día en la escuela.

No podemos hacer de dichas actividades una rutina que hacen monótona la vida cotidiana. Por el contrario estas situaciones adquieren un significado peculiar, al ser momentos relacionales entre niños y adultos llenos de contenidos importantes para ellos.

Optamos por organizar los contenidos de nuestro proyecto desde la perspectiva de la vida cotidiana, confiriendo intencionalidad educativa a todo lo que el niño aprende para poder llevar una vida sansa, satisfactoria y feliz.

Aprender a vivir, aprender a aprender por sí mismo junto con los demás, es el contenido globalizador de nuestro proyecto. Todos los aspectos que conlleva dicha tarea, los hechos relacionados con el quehacer cotidiano, las normas, actitudes, procedimientos y valores que encierra todo un mundo complejo del aprendizaje hacen que nuestra tarea educativa esté volcada en esta dirección.

            Entendemos que además hay otros aspectos de la vida cotidiana que nos ayudan a ir avanzando en este primer intento de organizar los contenidos alrededor de ella. Los contenidos, vistos desde el prisma de la vida cotidiana, adquieren una significatividad natural que nos permite comprender que la motivación para aprender surge de la propia necesidad del niño.

          Hay que utilizar los acontecimientos de la vida de la escuela como recurso para aprender y crecer: elaborar un mural con los materiales recogidos en el patio, recoger los juguetes después de jugar, etc, estas son situaciones cotidianas de la escuela que se constituyen en lugares comunes de enseñanza y aprendizaje en la misma.

           El hilo conductor de la actividad en la escuela se convierte en un eje natural que recoge tanto los intereses y propuestas de los niños y niñas como de adultos y familias.

             La vida cotidiana nos ayuda a tener un eje natural en el que tiene cabida todo lo acontecido en la escuela: lo diario, (la llegada, el descanso, lavarnos las manos) y lo extraordinario (la presencia de un papá o una mamá para hacer pan o contarnos un cuento) deben ser  considerados en un mismo plano de interés por parte de adulto en cuanto a su contenido educativo.

             Al entender que los contenidos están organizados para dar respuesta a la vida cotidiana, resulta fácil poder considerarla como globalizadora de los contenidos a lo largo del ciclo, viéndose enriquecida por los distintos aspectos que aportan otras situaciones que surgen de ella. Al mismo tiempo le permite al equipo garantizar una visión interrelacionada del acontecer escolar.

              Todo esto nos posibilita crear un marco referencial en el espacio y en el tiempo donde los adultos y los niños nos situamos, orientamos, y a partir de aquí, comenzamos a actuar.

              En resumen, consideramos la vida cotidiana de la escuela como eje organizador de los contenidos de nuestro proyecto por entender que facilita la consecución de los objetivos y la comprensión de los contenidos que constituyen la base del aprendizaje del niño.

              La vida cotidiana se estructura mendiante las rutinas diarias que favorecen y desarrollan la autonomía y estructuran la jornada ya que son capaces de anticipar la actividad siguiente, lo que les da confianza y seguridad.

2. CESTO DE LOS TESOROS, JUEGO HEURÍSTICO, TALLERES, PROYECTOS Y RINCONES

Como descubrimiento de los objetos y desarrollo de los sentidos trabajamos por edades el cesto de los tesoros, el juego heurístico, y las bandejas de experimentación.

Edad 0-1 años

El cesto de los tesoros es una propuesta de juego para niños y niñas de 6 a 12 meses y que consiste en un cesto donde introducimos objetos diferentes y asequibles a estas edades donde pueden permanecer sentados, pero aun no se desplazan demasiado ni con autonomía.

Es una actividad de exploración, concentración y atención, donde hay que llenar un cesto de mimbre (recomendable materia natural), con objetos de uso cotidiano y escogidos para descubrir y desarrollar el tacto, el gusto, olfato, vista, oído y movimiento del cuerpo. Con el cesto de los tesoros los menores aprenden por si mismos; el adulto les da seguridad y confianza, pero solo desde la presencia y atención a lo que sucede en el momento de la actividad. 

Edad 1-2 años

El juego heurístico es una actividad lúdica pensada como continuación del cesto de los tesoros y destinados a niños y niñas en edades comprendidas entre 12 y 18/24; debe llevarse a cabo en grupos pequeños de 6 a 10 niño/as. Es una actividad que aprovecha y potencia las acciones espontáneas de los niños y niñas. Tiene dos fases: en la primera, exploran los materiales y combinan unos objetos por otros; en la segunda, orientados por el adulto y de forma organizada recogen el material con el que han estado jugando y construyendo.

Edad 2-3 años

Los talleres son un recurso que propicia la realización de trabajos creativos en pequeño grupo a través de la experimentación con diferentes materiales y técnicas. Trabajar por talleres supone crear un ambiente globalizador en el que niños, niñas, adultos, espacios y materiales se coordinan e integran para obtener en unas ocasiones un resultado final y en otras no, y en el que se desarrollan todos los aspectos de la personalidad infantil. A través de los talleres podemos trabajar todos los contenidos del currículo utilizando los diferentes lenguajes (corporal, verbal, artístico audiovisual y las tecnologías de información y comunicación) de  forma integrada y globalizada, incidiendo más en un lenguaje u otro en función de la temática del taller.

Para la realización de los talleres dividiremos la clase en dos grupos de 7-8 niños/as. La temática de los talleres es muy variada y puede ser propuesta por el tutor o por dar respuesta a alguna inquietud del alumnado. Los talleres de referencia en un principio serán:

  1. Taller de psicomotricidad. Se realizan en la sala de psicomotricidad y en algunas sesiones en la zona acotada del patio.
  2. Expresión plástica. Se trabajará con distintas técnicas(manos. Rodillo, estampaciones…)
  3. Taller de los alimentos. Con este taller pretendemos acercar los alimentos y su manipulación al alumnado.
  4. El huerto. Tendremos el huerto escolar como taller fijo durante el segundo y tercer trimestre.
  5. Taller de experiencias. Lógica-matemática, agua, luz, ciencia, bandejas de experimentación…

Los proyectos son investigaciones realizadas en el aula con los niños y niñas y que suelen surgir con cualquier acontecimiento casual, una experiencia provocada por el profesor, un centro de interés que afecta a la vida del colegio, una idea de un niño/a, un problema, un acontecimiento con repercusión en la clase, una iniciativa, una visita, la entrada de un animal en la clase…

Los proyectos no tienen una duración preestablecida, pueden durar varios días, una o dos semanas e incluso extenderse durante dos meses.

Las clases  están organizadas por rincones. La organización del aula por rincones de trabajo es una estrategia pedagógica, que tiene como objeto la participación activa del niño/a en la construcción de sus conocimientos. Se fundamenta en la libertada de elección, en el descubrimiento y en la investigación. Para los niños/as de estas edades es muy importante experimentar,  manipular materiales, revivir situaciones, recrear roles a través del juego, sea en grupo o solo.

El trabajo por rincones debe de tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • La delimitación física. Cuanto mejor definido esté el rincón, mayor grado de autonomía tendrán los niños/as al usarlo.
  • Para tener en cuenta los intereses y necesidades del grupo, tendremos que estar atentos al grado de interés que suscitan los rincones ofertados y si se hace necesario modificarlos o cambiarlos.
  • El material ha de estar adecuado a cada rincón y debe ser estimulante.
  • Cada rincón se rige por unas normas claras y precisas aunque no deben ser muchas:
  • Nº de participantes limitados.
  • El material debe estar al alcance y guardados en contenedores etiquetados.
  • El material se utiliza en cada rincón a no ser en situaciones concretas.
  • El material ha de estar cuidado.
  • El rincón debe ser atractivo para despertar interés
  • El rincón debe favorecer la autonomía y desarrollar la creatividad.

 

 

Descripción general de privacidad

Este sitio web utiliza cookies para que podamos brindarle la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en su navegador y realiza funciones como reconocerlo cuando regresa a nuestro sitio web y ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones del sitio web le resultan más interesantes y útiles.