Entre todos vamos a ordenar estos párrafos:
Caperucita, muy sorprendida, se dio cuenta de que era la primera vez que se paraba a pensar por sí misma. Siempre le habían dicho lo que tenía que hacer y ella se había limitado a obedecer.
Aquel poblado estaba rodeado por un gran bosque. Caperucita Roja, que así se llamaba la niña, atravesaba el bosque cada día para llevarle la comida a su abuelita.
Ahora comparte piso con Blancanieves y Cenicienta. Ellas también estaban hartas de sus cuentos. Cenicienta, que era la más lista, ayudó mucho a Caperucita. Blancanieves le enseñó a cantar y las tres actúan en un musical de Broadway (Nueva York).
Así que ese día, se quitó la caperuza roja, que le apretaba bastante; se soltó la melena; salió de las páginas de su cuento y emprendió un largo viaje.
Un día, harta de hacer siempre lo mismo y de que el lobo la engañara, se sentó debajo de un árbol y se puso a llorar. De repente, un duende salió de la nada y a su oído susurró:
Si cansada de tu vida estás,
un nuevo mundo has de buscar.
Piensa y descubre cuáles son tus sueños,
un nuevo cuento podrás crear.
Una nueva historia que te dará tu felicidad.
Su sueño era ir a la gran ciudad. Quería ver el bullicio de la gente, las tiendas, las luces, los teatros…
LA CAPERUCITA QUE ENCONTRÓ SU LIBERTAD
Hacen el papel de brujas. Ahora les encanta hacer de malvadas. Nadie las conoce y son muy felices. Cuentan las malas lenguas que, cada vez que salen a escena, cambian la letras de los guiones para divertirse.
Y colorín, colorado, esta nueva historia ha empezado.
Érase una vez, una niña que, durante muchos años vivió en un pequeño pueblo en el que no había niños ni niñas. Solo estaba ella.