Nuestra última visita al huerto, este curso
Esta semana hemos visitado nuestro huerto, como siempre, para regar y todo lo demás.
¡Menudas sorpresas nos esperaban!
La primera de ellas la esperábamos… Ya la semana los capullos de girasol estaban a puntito de abrirse. Y efectivamente se habían abierto ocho:
¡Qué bonitas las flores de girasol!
Pero la otra sorpresa fue muy muy tierna. Cuando estábamos observando y escuchando los pájaros notamos que había un gorrión en el suelo que no se movía ni siquiera cuando venía otro más grande para jugar con él.
Cuando nos acercamos nos quedamos con la boca abierta.
¡Es tan chico y tan indefenso!
El gorrión grande debía ser su mamá que quería enseñarle a volar. Así que lo dejamos en el huerto para que se pudieran juntar otra vez los dos. Además, el gorriato piaba muy gracioso llamando a su mami.
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