Correlación y causalidad
No entender la diferencia que existe entre las palabras correlación y causalidad puede dar lugar a malentendidos o a no comprender bien el mensaje que se nos pretende transmitir. Éstas son las definiciones que recoge el diccionario:
Causalidad s.f. Ley en virtud de la cual las causas producen los efectos.
Correlación s.f. Relación o correspondencia que tienen dos o más cosas entre sí.
La palabra «causalidad» se utiliza para establecer una relación entre una causa y un efecto, es decir, hace referencia a los motivos que originan algo. Por ejemplo, si se suelta un bolígrafo en en el aire, el bolígrafo cae el suelo. Hay una causa directa que lo explica: la ley de la gravedad.
Otro ejemplo: Manuel trabaja más horas que Luis desempeñando ambos la misma función. Si a final de mes, el sueldo de Manuel es mayor que el de Luis, hay una causa directa que lo explica: por cada hora de trabajo, aumenta de forma proporcional el sueldo.
En cambio, la palabra «correlación» se utiliza para expresar que dos (o más) variables cambian al mismo tiempo mediante una cierta ley. Pero una correlación no implica una relación de causalidad. La correlación no pretende explicar la causa por la que ocurre algo.
Por ejemplo, supongamos que al conocerse que el aceite de oliva es un elemento de alta calidad en la dieta, la población aumenta su consumo y por tanto sube la demanda. Si al subir la demanda de aceite, se observa que también sube su precio, se puede afirmar que demanda y precio están en correlación porque están variando juntos de una cierta forma.
Sin embargo, esto no implica necesariamente que la causa de la subida del precio sea el aumento de la demanda… ¡ El precio podría estar aumentando debido a que la cosecha de aceituna de ese año ha sido menor que en años anteriores ! En otras palabras, puede haber un tercer factor que explique la subida del precio.
También puede existir correlación por simple casualidad. Por ejemplo, una persona puede aumentar el número de visitas a un familiar cercano que padece una larga enfermedad, al tiempo que ultimamente le toca, con mayor frecuencia de lo habitual, diferentes premios en la lotería. Hay correlación pero no hay causalidad (lo que hay es pura casualidad).
La causalidad es más precisa que la correlación, ya que la correlación es solo una descripción de variables que cambian al mismo tiempo. En la práctica, establecer una relación de causalidad es más difícil que establecer una correlación.
Una relación de causalidad sólo se acepta cuando hay pruebas suficientes y claras. Cuando se comienza una investigación y no se puede averiguar a la primera y con precisión la causa de algo, es una buena idea analizar su correlación con otros factores. La correlación no aclara necesariamente la causa, pero ayuda a abrir líneas de investigación, a intuir la causa y acertar finalmente con ella en algunos casos.
Un consejo: cuando el lector lea o escuche una noticia en la que se muestren dos variables que cambien a la vez y aparentemente relacionadas, no debería concluir de inmediato que una es la causa de la otra. Debería pensar primero en la posibilidad de un tercer factor que les afecte por igual, o a una pura coincidencia.