III CONCURSO “CUENTO DE NAVIDAD”
Organizado por la Biblioteca del IES ENTRESIERRAS. Purchena
CUENTO GANADOR EDICIÓN 2017/18
NO DEJES DE SOÑAR
No recordaba que pudiese hacer tanto frío, pero era nuestra noche y resultaría impensable quedarse en casa.
¡A ver! Guantes, bufandas, llaves… ¡a las 6.30 en el almacén de “la Angusticas”!, les recordé para que no se les ocurriese llegar tarde.
Fue un pasacalle muy divertido. Mientras recogíamos cientos de caramelos del suelo, nos iban empujando, pisando robando…Lo normal en una cabalgata de Reyes…
Llegaba el momento tan ansiado y tan esperado por todas. Sabía que no había sido un gran año para mi familia, pero no quería ni pensar qué supondría eso en mi regalo de Reyes.
Todos colocados en sus grandes sillones, pajes ordenando los listados y yo allí, mordiéndome los labios agrietados, por el viento helado de la noche.
Paula, Celia, Ainhoa…así, una a una fueron recogiendo los regalos. Unos más acertados que otros….Cientos de papeles coloreados ensuciaban la iglesia…niños gritando y llorando…Las cámaras no paraban de inmortalizar cada uno de los gestos de sorpresa de aquellos niños…Y yo allí, sin escuchar mi nombre, sin ver a mi madre, cámara en mano, para impedir que mi sorpresa quedase sin la imagen correspondiente.
Algo estaba pasando…
Cansada de esperar, sin previo aviso pasé entre la multitud y escapé del lugar más desagradable de mi vida. Sólo quería dormir y que aquella noche pasase lo más rápida posible.
Bajé la cuesta y tuve que esperar para cruzar la carretera, un enorme, pesado y viejo camión estaba maniobrando…parecía que nunca iba a terminar.
– Perdona niña, ¿Te llamas Andrea?
– Cómo? Pues sí; le contesté desganada – ¿Necesita algo?
El chófer abrió la puerta trasera, se subió y me llamó…
¿ Qué fastidio! Con el enfado que traía y ahora tener que ayudar al chófer… ¿Por favor!
Subí y me quedé mirando, había una sola cosa en ese camión, era la más bonita que había visto en mi vida, roja, con unas pegatinas azules y una enorme moña de color blanco.
– ¿Para ti!
– ¿Cómo?
– Es para ti
¡Oh Dios! Mi bicicleta, me estaba entregando la bici más bonita que puede imaginarse…
Pero… ¿Cómo había sido posible? Ah, una tarjeta, ahí se desvelarían mis dudas. La abrí y había escrito en letra pequeña y hecha a lápiz una frase en la que ponía:
¡Nunca dejes de soñar!
ANDREA CAMPOY CANO
Alumna de 1º ESO A